Thread by @_Desterrados

Sobre el falso dualismo sociedad-individuo: cuestión nacional, misoginia, racismo, consumo, etc...

HILO

⬇️⬇️⬇️⬇️⬇️⬇️⬇️

En primer lugar, huelga decir que ninguna suma aritmética de cambios individuales será capaz de transformar el modo de (re)producción social. ¡Obviamente! Los cambios estructurales sólo se producen mediante el movimiento político revolucionario.

Pero lo que algunos parecen olvidar muy interesadamente es que dicho movimiento revolucionario no se construye como una abstracción separada de lo mundano, sino que alberga en su seno un amplio (y creciente) sistema de relaciones entre los individuos que lo componen.

Algunos pretenden organizar tal movimiento reproduciendo las lógicas relacionales inmediatamente dadas (es decir, burguesas), sin cuestionarlas ni por un segundo, cayendo así en el burdo idealismo que establece una separación absoluta entre lo individual y lo colectivo.

Cuando los comunistas defendemos el derecho de autodeterminación y condenamos las acciones represivas de la nación opresora, no es por un afán inmediatista de condenar espontáneamente todas y cada una de las injusticias que engendra el capitalismo.

Se trata de un acto consciente en pos de fomentar la hermandad proletaria internacional, ¿verdad? Pero para ello es absolutamente necesario que los comunistas, también a título individual, aprendamos a cultivar esa sensibilidad hacia la cuestión nacional.

Si estás a favor del derecho de autodeterminación pero te ríes a carcajadas de los chistes sobre cal viva, estás revelando un sesgo chovinista: lo interno se expresa a través de lo externo; lo abstracto a través de lo concreto; la teoría a través de la práctica.

Y por más que defiendas en abstracto el derecho de autodeterminación, si tus actos individuales, cotidianos, demuestran una insensibilidad absoluta hacia el problema nacional no estás coadyuvando a la hermandad proletaria: tu discurso es papel mojado.

Y a lo mejor ese comportamiento inconsciente que presupones "individual", es reproducido por miles, tratándose realmente de una dinámica colectiva de la que formas parte.

Es deber de todo comunista cultivar esta sensibilidad, ser coherente con su discurso. Lo mismo para la misoginia, el racismo, etc. No se trata de condenarlos sin más, sino de un proceso de superación de prejuicios interiorizados que es resultado de la aprehensión de conciencia.

Se trata de forjar un ambiente relacional de hermandad proletaria, de compromiso consciente.

¿Y cómo entran aquí los hábitos de consumo?

Ante la situación crítica medioambiental, se dan tres tipos de posicionamientos reaccionarios en la órbita del MCEe:

El primero es el obrerismo economicista que insta a no cuestionar lo más mínimo nuestros hábitos de consumo "porque cambiarán mágicamente cuando nos hagamos con los medios de producción".

El segundo es el ingenuo individualismo que pretende alterar la producción transformando los hábitos de consumo de las masas y, mejor todavía: ¡generar conciencia revolucionaria! Esta corriente es especialista en invertir causa y consecuencia.

La tercera posición es aquella que, si bien asume que los cambios estructurales sólo podrán venir de la mano del movimiento revolucionario, afirma a su vez que debemos cuestionar nuestro consumo únicamente por una cuestión de ética individual.

Todas estas posiciones caen de pleno en el falso dualismo sociedad-individuo. Para un comunista, cuestionar sistemáticamente las lógicas que rigen sus comportamientos inconscientes forma parte de un amplio proceso de aprehensión de la conciencia revolucionaria.

No se trata de actos morales intrínsecamente motivados y sin ningún tipo de relación con nada. ¿Por qué existe tanta aversión hacia el modelo del comunismo sin crecimiento?

¿Por qué tantos se aferran al modelo de súper abundancia y desarrollo sin límites de las fuerzas productivas? ¿Seguro que no tiene que ver con ninguna cultura de consumo, ni con ningún discurso hegemónico? ¿Seguro que lo inconsciente no atañe a nada más que a lo cotidiano?

Por supuesto que ninguna fracción burguesa va a salvarnos del colapso ecológico (suerte si logra desacelerar el proceso que a él nos aboca indefectiblemente), sólo la revolución socialista será capaz de abrir un horizonte de posibilidad.

Pero controlar los medios de producción no hará que mágicamente cambien las pautas de consumo en el sentido deseado como cree el vulgar economicista. El elemento consciente debe ser la punta de lanza que sepulte los hábitos burgueses de las masas: en todos los sentidos.

La sensibilidad hacia el Planeta y la necesaria armonía simbiótica entre todos los seres que lo habitan no es un acto individual ni puramente ético, como tampoco lo es la cuestión nacional, la misoginia o el racismo. Es parte intrínseca de la conciencia revolucionaria.