Thread by @SeleucoI

Hemos hablado mucho de los grandes reyes hititas y sus hazañas. Pero nos falta una pieza fundamental de la historia de este imperio: las consortes de aquellos.

Eso nos compete hoy: las grandes reinas hititas.

El Imperio Hitita era un Estado sumamente centralizado en torno la figura del rey, tanto política como ideológicamente. Tenía funciones militares, religiosas, jurídicas y, por supuesto, ejecutivas. Pero no estaba solo en el poder. Y no nos referimos a la nobleza de su corte.

Y es que un rasgo característico de la sociedad hitita fue la posición que ocupaba la reina, en principio, la esposa del rey. Estas damas ostentaban el título de Tawananna, que quizás fue en origen el nombre de la primera reina hitita, y que luego quedó designando al cargo mismo.

Lo curioso del caso es que una mujer designada Tawananna lo era para toda la vida. No importaba si su esposo el rey moría y otro asumía el trono: la esposa de este último no se volvería oficialmente reina hasta que la anterior Tawananna no muriese. Claro que, en una sociedad...

...altamente jerarquizada y patriarcal como la hitita esto no solo era una anomalía, sino que también fuente de conflictos. Sin problemas nos podemos imaginar las intrigas palaciegas que se desataban en raíz de la competencia entre una Tawananna y la candidata a serlo.

Ahora bien, como decíamos, las reinas hititas jugaban un papel central en el imperio. Eran nada más ni nada menos que las sumas sacerdotisas del culto. También eran administradoras del palacio y del harén real, teniendo el control absoluto sobre la descendencia del rey de turno.

Claramente su poder de decisión era mayor cuando el rey estaba ausente de la capital, lo que no era infrecuente, dadas las largas y difíciles campañas que debían emprender para mantener al imperio en pie e integrado. Pero de ahí a suponer que una Tawananna tenía poder en sí misma

...hay un salto muy grande. Ciertamente, solo hay un caso, y se trata de una hipótesis, donde una mujer se puso a la cabeza del reino sin ser consorte de algún rey. Cuando el primer rey, Labarna, se quedó sin hijos para que le sucedieran en lo inmediato, su hija habría sido

...nombrada gobernante por lo menos hasta que Hattusili I, su sobrino, tuvo la edad para ser nombrado rey él mismo. Este es el único caso registrado, pero no significa que resultase inconcebible para los hititas que una mujer reinase en soledad.

En la historia del Imperio Hitita hubo muchas Tawanannas. Algunas cumplieron su papel tan leal y perfectamente que su nombre nos es desconocido. Pero otras fueron más infames, y son célebres por haber sido objeto de la ira de los reyes. Hattusili decretó, violentamente:

“En el futuro, que no se hable del nombre de la Tawananna. Que nadie pronuncie los nombres de sus hijos o hijas. Si alguno de los hijos de Hatti los pronuncia, que se le corte la garganta y cuelgue en su puerta. Si un súbdito mío dice sus nombres, no será mi súbdito [...]”

La esposa babilonia de Suppiluliuma (reino: 1344–1322 a.e.c) también fue infame. Nombrada como Tawananna, era en realidad la segunda esposa del rey, lo que implicó pasar por encima de la primera, con quien él había tenido 5 hijos ya, incluído su sucesor al trono, Arnuwanda II.

Muerto Suppiluliuma, la Tawananna continuó gobernando y disfrutando sus privilegios. Más tarde, el hermano de Arnuwanda llegaría al trono, y sería conocido como Mursili II. A él le debemos las más fuertes críticas a la Tawannana, a quien acusa de haber llenado el palacio...

...de riquezas innecesarias para sus favoritos, y de haber instalado en el país depravadas costumbres extranjeras. Ciertas o no, pues tal vez eran una respuesta al inaudito poder que ella ejercía en la capital, las acusaciones de Mursili llegaron al límite de culparla...

...de la enfermedad y muerte de su propia esposa. El posterior juicio realizado en su contra la encontró culpable, a lo que el rey la castigó haciéndola “desaparecer” del palacio. Desaparecer, no morir, porque el título de Tawannana era aún de mucho peso como para castigarla así.

Pero la más famosa de las reinas hititas fue sin duda Puduhepa, esposa de Hattusili III (1267–1237 a.e.c). Hija de un sacerdote hurrita de Kizzuwatna, ejerció gran poder en el reino, no como poder detrás del trono, sino como poder en el trono, reinando de verdad a la par del rey.

En un contexto histórico en el que las relaciones internacionales importaban más que nunca, con múltiples Estados compitiendo e interactuando en el Cercano Oriente (como Egipto, Babilonia, Asiria, Mitanni y Elam), su acción fue importantísima en dos sentidos:

Primero, ella fue responsable de tejer múltiples alianzas entre los reyes del momento a través de arreglos matrimoniales. Tenemos cartas de ellas dirigidas al faraón de Egipto, en la que se tratan como iguales en todo derecho.

Y segundo, aparece, junto a su esposo, como la artífice de múltiples tratados postbélicos, como el famoso tratado entre Egipto y Hatti luego de la batalla de Qadesh. Pero una reina tan activa como Puduhepa se ganó múltiples enemigos con los años. Existió una fuerte rivalidad...

...entre ella y la esposa de su hijo Tudhaliya, mujer de origen babilónico. La corte se dividió en dos campos enfrentados, los que estaban con la Gran Reina, y los que favorecían a la mujer del rey, la extranjera recién llegada. Parece que el conflicto decantó por un momento...

...a favor de esta última. ya que Puduhepa fue expulsada del palacio por un tiempo. Pero el poder que había acumulado durante años terminó por salvarla, y se impuso por sobre sus enemigos.

Puduhepa permaneció como Tawannana hasta el fin de sus días, y probablemente tenía 90 años cuando murió.

¡Y hasta aquí el hilo de estas reinas de la Antigüedad! Espero que les haya gustado, y, como siempre, todo like y rt son bienvenidos y agradecidos.