Ayer me tocó atender a la paciente más joven que jamás había tenido. Atendí el parto de una paciente de 12 años. Si señores, leyeron bien, doce años de edad cumplidos.
Viene de Ocumare de la Costa. Su desarrollo físico está a diez mil años luz del mío que le llevo más de 10 años.
La mayoría de las pacientes jóvenes (primigestas o gestantes juveniles como les llamamos) no suelen estar preparadas para el trabajo de parto, me refiero al aspecto psicológico
Suelen tener mucho miedo y eso hace que sean poco colaboradoras, aprehensivas, que no sé dejen hacer algunos procedimientos, en fin son pacientes "complicadas"
Eso esperaba cuando mi compañera ayer me dice "la paciente de 12 años está completa amiga, llévatela ya". La monto en mi mejor silla de ruedas y pa' sala de partos salimos corriendo
Mientras ella se arregla en la camilla, le explico como deben ser los pujos, de qué manera tiene que realizarlos, cómo va a respirar y todo lo que tengo que hacer (colocar anestésico, episiotomía, entre otros) pausadamente y de una manera muy sencilla
La paciente se portó como la MEJOR del mundo! En tres pujos nació su gordita de 2700 gramos y al colocársela en el abdomen de inmediato le digo "mamá saluda a Oriangelys, acabas de traer al mundo a tu bebé".
Ella como en shock se queda viendo ese bebé resbaloso que llora a todo pulmón sin entender de dónde salió. Limpio su carita y parte superior del cuerpito y la invito a agarrarla y besarla. Las lágrimas comienzan a brotar al sostener a su bebita y mirarla a los ojos
Yo le digo "fuiste muy valiente y excelente paciente, abraza y besa a tu bebé, dale la bendición, acaban de convertirse en madre e hija". Ella me mira como si le dije la respuesta que necesitaba ante la confusión de su mente. Sigue llorando diciendo un millón de palabras de amor
La pediatra no sabía ni cómo pedirme que le pasara la bebé para hacerle los primeros cuidados. Las enfermeras estaban en silencio. Las estudiantes que estaban conmigo tenían los ojos agüaditos. El amor de madre es una energía tan poderosa que todos la sentimos 💕
Luego, cuando tengo que seguir con el resto de los procedimientos que van después del expulsivo, la paciente sigue llorando. Yo le pregunto por qué llora tanto, que hable conmigo
Entonces es cuando me dice "doctora gracias por todo, es que nunca pensé que me sentiría tan feliz de ver a mi bebé y que usted me tratara tan bonito, dios la bendiga"
Recordemos que tiene doce años ésta paciente. Sus palabras me desarmaron. Me quitaron la pesadez que tenía en la cabeza. Me hicieron olvidar por minutos la guardia endemoniada que estaba teniendo.
Muchas veces nos olvidamos que tenemos una paciente vulnerable y asustada frente a nosotros (me incluyo porque si me ha pasado) y que nuestras palabras y trato pueden marcar por completo una experiencia tan transcendental como el nacimiento de un hijo
Agradezco a mi profesión por sensibilizarme ante el dolor humano, ante la incertidumbre del trabajo de parto, ante la vulnerabilidad de la mujer embarazada, ante la tristeza de la que perdió su gestación, ante el desespero de una complicación no esperada
Muchas veces me hacen dudar de mi forma de trabajar. No menos veces me han hecho sentir mal. Pero cuando una paciente expresa su agradecimiento de manera tan sincera siento que tan perdida no puedo estar del camino.
Quise compartir con ustedes la historia, porque por respeto a su edad nisiquiera pensé en pedirle una fotico. Ésta es una de las pacientes que siempre recordaré. Y es una razón más para acordarme que cuando se trabaja con amor, los resultados siempre son buenos 💕
Definitivamente amo con locura mi trabajo. Digo con locura porque hay que estar loco para ser médico a nivel público en Venezuela. Pero tener el privilegio de presenciar nacimientos todos los días y ayudar a las mamás en tan duro proceso es lo más bello que puede existir.
