Mientras el Estado burgués español sigue engrasando su maquinaria represiva como de costumbre, es imprescindible no perder la perspectiva general. Algo de luz en este sentido, para el análisis histórico, arrojan los estudios de Pierre Vilar sobre España y Cataluña.
Voy a compartir una muy breve secuencia de pasajes sobre Cataluña que quizá son un tanto desconocidos para algunos, no porque las obras de Vilar sean cosa de un "club selecto de lectores", sino porque hay quien prefiere esconderlos debajo de la alfombra.
Son pasajes que se desarrollan con mayor profundidad en la monumental "Cataluña en la España moderna" (3 vols.), pero que aparecen sintetizados en su "Iniciación al vocabulario del análisis histórico", así como en algunas conferencias pronunciadas por Vilar.
Una advertencia: que Cataluña es una nación no es verdad porque "lo dice Vilar" (argumentum ad verecundiam); es verdad porque así se corrobora gracias al análisis materialista histórico, independientemente de quién lo sostenga (y de los interesados en negar tal realidad).
Vilar empieza reconociendo, refiriéndose a O. Bauer, Kautsky, Luxemburg, Lenin o Stalin, que “es muy probable que su situación en Europa central y oriental les haya hecho subestimar el carácter masivo de los bloques psicológicos nacionales constituidos en Occidente”.
Esta es una verdad indubitable, que solo un necio o alguien interesado en fetichizar las fronteras estatales vigentes puede rechazar.
El historiador marxista francés empieza afirmando una evidencia difícilmente cuestionable: que la nación española emerge con una unidad y un vigor excepcionales. 
Tenemos uno de los primeros Estados-nación que se constituyen en Europa occidental. Pero lo que nace siendo excepcionalmente sólido termina, en este caso, por hacerse excepcionalmente frágil, dadas las condiciones en que se reproduce el capitalismo en la España decimonónica.
En contra de quienes falazmente acusan de "idealismo" por ver que Cataluña es objetivamente una nación, el desarrollo desigual capitalista español y la incapacidad de su armazón estatal para integrar políticamente a toda la burguesía catalana rompen tal unidad "excepcional".
El mercado como primera escuela donde la burguesía aprende el nacionalismo, que decía un georgiano. Sustrato lingüístico-cultural, comunidad de psicología y cultura, comunidad de territorio, apelación a un mercado nacional propio...
"Nos encontramos ante todos los factores de la síntesis de Stalin".
Hecho objetivamente innegable que no hace olvidar a Vilar cómo es la misma burguesía catalana nacionalista la que acude a "Madrid" para que le saque las castañas del fuego cuando una revolución proletaria amenaza su statu quo, y el de la burguesía de todo el Estado español.
