1/ Pues aprovechando esto y el lamentable vídeo de las voxetas con los representantes LGTB+, una historia de una sociedad horrorosamente homófoba y por qué es necesario que en la escuela se diga simplemente: "eso no es extraño ni malo ni anormal".
2/ Empiezo en el México de los 60 aclarando que la España de los 60 era mil veces peor. Allí llamábamos a los homosexuales "41" por un baile de principios de siglo donde ese número de gays fue detenido y enviado a un penal brutal, las Islas Marías... 
3/ Otra denominación habitual era "jotos", porque los homosexuales, al atacar las buenas costumbres, resultaban delincuentes y se les recluía en la crujía "J" del aterrador penal de Lecumberri, hoy Archivo General de la Nación.
4/ Los chistes de maricones eran -y son- esenciales para la comedia en televisión y cine, y el rechazo generalizado, el desprecio poco amable, no se cuestionaba. Ni un poco. Nadie lo cuestionaba.
5/ En nuestra infancia no teníamos motivo para tener una visión distinta. Los homosexuales y lesbianas eran "ellos", no eran "de los nuestros", ajenos, extraterrestres y, sí, "raritos". Que una prima mía fuera lesbiana tipo Rachel Maddow ni se mencionaba. Era "solterona".
6/ Por supuesto, hacia la adolescencia y cuando despertaba la bestia del deseo, nuestra gloriosa escuela nos daba una charla de algo que se podría llamar "educación sexual" salvo que no era educación. La impartían los profes de educación física. Grupos separados niños y niñas.
7/ En esa charla nos decían que sexo malo, uf, gastas como la energía de un kilo de carne en cada orgasmo (allí todos nos sentimos Supermán... un kilo de carne diario estábamos gastando y sobrevivíamos), hay enfermedades, se evitan no teniendo sexo y haciendo deporte. Fin.
8/ Ese mismo profe consideraba que el mejor castigo para los rebeldes era ponernos una falda. Me tocó. Consideraba que era lo más humillante del mundo. No me dio por el travestismo pero tampoco me sentí humillado. Salvo por las burlas de todo el cabronaje circundante, claro.
9/ Pero crecimos y un día tuvimos a nuestro amigo el que era... era... joder, ¿cómo era?
-¿Oye, éste no será..?
-Noooooo... lo que pasa es que es un poco amanerado.
-¿Un poco?
-Es que vive con la mamá.
-Yo también y no soy así.
-Ya se le pasará...
-¿Oye, éste no será..?
-Noooooo... lo que pasa es que es un poco amanerado.
-¿Un poco?
-Es que vive con la mamá.
-Yo también y no soy así.
-Ya se le pasará...
10/ No se le pasó. Pero le costó trabajo salir del armario. Se casó hace poco. Con más de 60 años. ¿Tenía que pasarlo tan mal como lo pasó desde nuestra juventud hasta hoy? Pues la verdad no. Pero no nos dábamos siquiera cuenta.
11/ Por esos años apareció Juan Gabriel en la escena mexicana. Pese a sus intentos iniciales, no podía ocultar que era no sólo gay, sino una flaming queen y orgulloso de serlo. ¿La reacción del país del machismo y el tequila con pólvora y testosterona?
12/ Ponerlo en duda. Así nada más. ¿Será o no será? era el tema. Hasta poco antes de su muerte le preguntaban y él, sabiendo lo que se jugaba, esquivaba, eludía, fingía demencia, subrayaba que lo importante eran sus canciones, y cuando murió "nadie sabía si era o no gay".
13/ Yo, que era el pobre en escuela de ricos y donde no estábamos demasiado encerrados en la cultura nacional, ya estábamos conscientes de que si Bowie y Elton John eran... tú sabes... y se decía que algunos escritores eran... bueno, ya sabes.
14/ Así que aprendimos la tolerancia por la vía de la cultura. Porque luego resultaba que Oscar Wilde y bueno, un montón. Y mi prima y un amigo guitarrista y el profe de bases biológicas... Pero para entonces todos ellos habían pasado una vida que no se le debe desear a nadie.
15/ Y todo eso, nuestra homofobia cultural (que algunos de mi edad no se han sacudido, que era parte de nuestro "ser nacional" de pistola y sombrero) y el sufrimiento de millones de personas se podría haber resuelto con tres o cuatro frases en el salón de clase a los 9 o 10 años.
16/ Y es lo que se le trata de decir a los dos ladrillos de Vox en el vídeo. Basta una, de hecho: "Hay chicos y chicas a los que les gustan las chicas o los chicos o los dos y no pasa nada, es una forma de ser nada más, como el color del pelo o el gusto por la zanahoria".
17/ Qué barato sale evitar sufrimiento. Y no sólo de la diversidad sexual. De todas las formas. Curiosamente, en mi primaria no solíamos discriminar a los discapacitados, porque no eran "ellos", ¿no es claro? Porque Enrique había tenido polio.
18/ Enrique era de los nuestros, pero con abrazaderas en las piernas y los brazos limitados. Lo poníamos de portero y le avisábamos al otro equipo que ese día no tocaba que metieran gol. Y lo respetaban. Porque se veían reflejados en Enrique pese a tener las piernas enteras.
19/ Y Baltasar era gordo, pero de los nuestros. Y Chen era chino, pero de los nuestros. Y si hubiéramos sabido que la gente altersexual también era de los nuestros, probablemente habríamos reaccionado igual. Un mal chiste sería inevitable, pero se le hacían a Chen, también.
20/ El tribalismo depende de satanizarlos a "ellos". Por ello, educar en la diversidad es útil, para crear un "nosotros" amplio, no para fundar identitarismos idiotas ni politicorrección autoritaria, pero sí para vernos reflejados en los que no son exactamente como nosotros.
21/21 Y no, señores de Vox, nadie se va volver gay o trans o bi o whatever sólo porque en la escuela se les diga que esa forma de ser existe y que es normal. Normal. Normal. .
Sus miedos son precisamente lo que debemos eludir como sociedad.
Creo yo.
Sus miedos son precisamente lo que debemos eludir como sociedad.
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