Lo que se negocia hoy en el congreso son las alternativas para un plebiscito, donde se asume que la opción del gobierno (congreso constituyente) va a perder. Entonces la negociación crítica es sobre cuál es la más probable alternativa ganadora: cómo haremos una Nueva Constitución
El oficialismo ya cedió en que habrá Nueva Constitución. Ya cedió en que habrá plebiscito inicial. Ya cedió en que competirá con una alternativa propia y probablemente la perderá. Ahora negocia con la oposición sobre la otra alternativa, que se espera sea la elegida.
Oposición quería Nueva Constitución. La consiguió. Quería plebiscito de entrada. Lo consiguió. Quería ciudadanos -no sólo congresistas- en instancia constituyente. Los consiguió. Ahora tiene que ceder UN POCO desde Asamblea 100% elegida, a incorporar ALGUNOS parlamentarios.
¿Y por qué tiene que ceder ese poco? Porque las alternativas del plebiscito DEBEN ser aceptadas por, al menos, casi todos los actores políticos. Sólo así habrá plebiscito de entrada. Sólo así hay vía política de solución. Sólo así evitamos que salgan los militares a la calle.
Si algunos actores políticos creen que no tienen nada que ceder, porque esperan ganarlo todo en la calle, aún con militares disparando, entonces no sólo juegan con sangre ajena para sus fines políticos, sino que no han aprendido nada de las lecciones de nuestra historia.
Es hora de ceder para ganar. En democracia nunca nadie lo gana todo. Pero sí se puede ganar. Un plebiscito de entrada con apoyo de todo el sistema político para tener una Constitución construida por mayoría de ciudadanos elegidos para ello y algunos parlamentarios, ES UN TRIUNFO
Es hora de ceder sólo un poco. Y luego celebrar en Plaza Italia lo conseguido: una nueva constitución en democracia hecha por ciudadanos. La primera en nuestra historia. Un puñado de actores tiene esa oportunidad, o puede perderla. Hoy.
