Jamás pensé escribir esto, pero lo vengo reflexionando hace tiempo, desde el 18/10/19 para ser preciso:
Soy hijo, nieto y sobrino de Carabinero.
Durante mi infancia me disfrazaba de Carabinero cada año para el 27/04. Me sabía el himno de memoria.
La Comisaría era mi segunda casa.
Soy hijo, nieto y sobrino de Carabinero.
Durante mi infancia me disfrazaba de Carabinero cada año para el 27/04. Me sabía el himno de memoria.
La Comisaría era mi segunda casa.
El colegio, la salud y mi alimentación fue pagada con dinero fiscal. La universidad también. Soy profesional gracias al sueldo y jubilación de un Carabinero. Soy cría fiscal.
Mi hijo menor admira las fotos de uniforme de su abuelo y bisabuelo y quiere ser Carabinero.
Mi hijo menor admira las fotos de uniforme de su abuelo y bisabuelo y quiere ser Carabinero.
Por mi trabajo, estos últimos días he sido testigo directo de las violaciones a los DDHH cometidas por carabineros. Los he visto golpear, humillar, escupir, etc. al pueblo chileno. He leído que han abusado, violado y asesinado al "débil" que en en su himno dicen proteger.
Siento impotencia, rabia, pena, vergüenza y decepción. Jamás pensé que la institución con que me crié, eduque y forme repetiría nuevamente los horrores del pasado. Jamás pensé verlos actuar con semejante violencia, desprecio e impunidad. Jamás creí ser testigo de tantos crimenes.
Carabineros perdió la oportunidad de reconciliarse con su pueblo, dejando atrás los crímenes del pasado y los fraudes de hoy. Pero no. Optaron grabar con fuego en la memoria colectiva de los chilenos su desprecio absoluto por el pueblo.
Es imposible la paz con impunidad.
Es imposible la paz con impunidad.
No podemos permitir que la nueva Constitución se escriba con la sangre de los asesinados, mutilados y abusadoa sin responsables. Carabineros debe responder ante la justicia ordinaria por los crímenes cometidos. Y ojalá que ninguno de los responsables vuelva a ver la luz del sol.
