Haber, que jamás negó su participación ni se arrepintió de sus actividades, viajó a Suiza en busca de inmunidad.
Así que el químico volvió a Berlín y continuó involucrado en el desarrollo de armas químicas dentro de un programa secreto del gobierno alemán.
Nunca se enteró de que muchos de sus familiares fueron asesinados con el gas que él mismo había ayudado a fabricar.
Porque la historia de la ciencia es mucho más compleja que un ¡Eureka! o una manzana cayendo de un árbol.
Esto fue #ContemosHistoriasElementales⚛️, una edición especial de #ContemosHistorias en el Año Internacional de la Tabla Periódica.