Thread by @perrudellobu

Los mastines, los perros más felices del mundo.
Imagina vivir en libertad y en medio de la naturaleza, sin recibir órdenes ni presiones de nadie y que tu trabajo consista en hacer lo que te salga de los cojones expresando de forma espontánea tus instintos. Pues eso es el mastín.

El mastín es el tipo de perro con la forma de vida más natural. Desde que nace hasta que muere vive con otros de su especie, no depende de la voluntad de nadie para salir a hacer sus necesidades ni se ve obligado a caminar atado a una correa. Hace lo que quiere cuando le apetece.

Crece en el rebaño, al que considera su familia y al que tendrá tanto cariño como al resto de familiares biológicos. Esa es la razón por la que protege al ganado: siente que las ovejas forman parte de su propia manada, y por eso está siempre pendiente de ellas y vigilándolas.

Es más, tendrá peleas con otros mastines para establecer jerarquías y relaciones de dominancia, pero no con el ganado. Al contrario, será el rebaño aquel en quien busque consuelo cuando tenga un mal día y el propio ganado responderá con sorprendentes muestras de cariño.

El vínculo con el ganado es tan fuerte que hay casos de mastines ya adultos que cambiaron de forma de vida y acabaron muriendo de pena. No es solo el pasar de ser libre a vivir entre cuatro paredes, sino que añorar a su familia, su rebaño y su campo les produce dolor.

La función del mastín se resume en “hacer lo que les apetezca en cada momento”. Su instinto innato hace que lo que les apetezca sea proteger el ganado, y la prueba es que viviendo en libertad y no recibiendo órdenes de nadie, lo q hacen es precisamente eso, cuidar de sus ovejas.

Cuando todo está sereno y el rebaño pace tranquilamente, el mastín sestea cerca del ganado o incluso entre él. Este es el momento en el que más fácil resulta sacarle una foto, por eso hay tantas imágenes de mastines durmiendo, pero la realidad es más bien la contraria.

En cuanto oye un murmullo o nota al ganado nervioso, el mastín se pone en alerta, busca la causa del revuelo y se va hacia ella avisando con su ladrido de que lo mejor es que se vaya por donde vino. Si esto no sucede o continúa acercándose al rebaño, sopesará entrar en combate.

A pesar de su fama, es un perro enérgico y vigoroso que pasa su vida corriendo por el monte y combatiendo amenazas para el ganado. Por eso necesita mucha actividad y no es recomendable que pase su existencia en un piso saliendo a pasear atado con un arnés un par de veces al día.

La carrera profesional del mastín no termina nunca. Y su aprendizaje tampoco. Cada nuevo día el mastín es más eficiente, por eso el pastor no puede prescindir de ellos. Incluso cuando son viejos realizan de forma voluntaria la tarea más difícil, enseñar a los jóvenes. Me explico:

Para empezar, el mastín no es realmente eficaz hasta los dos años y no es posible adquirirlo directamente con esa edad, sino que tiene que crecer en el rebaño que va a proteger. Así que, cuando un pastor necesita un nuevo mastín, tiene q hacerse con él con dos años de antelación.

Y aunque el troquelado tiene lugar durante los primeros meses, no es hasta los dos años cuando adquiere verdadera valentía, experiencia y habilidad para ser capaz de hacer frente con éxito a los depredadores. Hasta ese momento se dedicará a observar y aprender de los adultos.

Cuando un mastín se hace viejo, sigue haciendo lo mismo que durante toda su vida: lo que le da la gana. Un mastín tiene que estar muy viejo para que no le apetezca salir por el monte con el rebaño, pero si llega ese momento, decide quedarse en la majada. Siempre se queda alguno.

Allí seguirá trabajando, pues cuidará de los corderos y enseñará modales a los nuevos mastines. Y es que, lo creáis o no, los mastines viejos que se quedan en la majada RIÑEN a los cachorros que se ponen revoltosos.

La manada de mastines de un rebaño es algo maravilloso, es una comunidad biológica viva con ejemplares de todas las edades cumpliendo cada uno de ellos un papel distinto y complementario en el que unos se enseñan a otros y cada uno de ellos es necesario e insustituible.

Por eso el mastín no es una mascota cualquiera, sino un patrimonio natural y cultural que además de proteger al ganado protege a los depredadores salvajes eliminando el conflicto con ellos.

Los autores de las fotografías son los administradores de este grupo de facebook, en el que podréis encontrar muchas más.
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