No son sutiles cuando te preguntan la hora en voz alta. O cuando te dicen, enfadados, "vamos a hacer algo divertido, que me aburro".
Y esos compis que te hablan de "inputs" constantes no vaya a ser que se habitúen a concentrarse y dejen de considerar el instituto como un circo.
Y esos compis que te hablan de "inputs" constantes no vaya a ser que se habitúen a concentrarse y dejen de considerar el instituto como un circo.
Ojo, que ahora llegará alguien que igual piensa que soy lo más aburrido del mundo. Veréis, no lo soy, me curro las clases, se adecuan a lo que pueden lograr y descubrir, hoy paso de la falsa humildad y mi asignatura es apasionante, qué narices.
Pero uno tiene su coranzoncito
Pero uno tiene su coranzoncito
Y hago de todo por captar su atención. Y a veces lo consigo.
Y es genial usar ganchos, pero trato siempre de no confundir los medios con el fin...
Y es genial usar ganchos, pero trato siempre de no confundir los medios con el fin...
Odio ese sentimiento de trabajar en un ambiente de ingratitud, en el que los chavales más nerviosos pretenden humillarte en tu profesionalidad (con el respaldo normalizado de buena parte de la sociedad, por cierto)
Que vivimos en un constante ditirambo de docentes que son encumbrados no por conseguir hacer fácil lo complejo, sino por renunciar a lo complejo por completo.
Por hacer algo original que quede bien en un titular, no por hacer algo bien y ya está...
Por hacer algo original que quede bien en un titular, no por hacer algo bien y ya está...
... De congresos educativos que se montan sobre la base del espectáculo, no se vayan a aburrir los propios profesores que acuden a ellos... metamos un dron en el aula, como sea, pero no nos reunamos nunca para hablar de cómo damos este tema.
Que solo hablamos de metodologías, apenas de contenidos. Ni siquiera de metodologías vinculadas a contenidos. Que eres bueno por gamificar, sin más, no ni siquiera por gamificar bien.
Que no todos los profes podemos pagarnos de nuestro bolsillo las cartas esas o los candados o los guantes de Thanos (última moda que he visto). Que eso está guay un día, pero también pueden y deben aprender a tomar apuntes, entender lo que escriben, mover la muñeca...
Conocer conceptos, leer sobre ellos, debatirlos, documentarse, enfrentarse a un papel en blanco, gestionar el aburrimiento, respetar los turnos de palabra, dejar de minusvalorarte como excusa para la desidia...
Dejar de minusvalorar al docente ese que ha currao tanto para estar ahí. Confiar un poquito al menos. Tratar de mirar por esa ventana que te están abriendo al mundo. Asomarte y afrontar que no todo lo bueno lo dictan las modas, las identidades comercializadas o ciertos youtubers
Que está bien en que nos fijemos en cómo canalizar la furia acumulada de esos chavales disruptivos y desatendidos que te marcan cómo debes dar la clase si no quieres verte obligado a expulsarlos todos los días, cosa que además no podemos (ni queremos muchos)...
Pero que también debemos acordarnos de esos chavales más callados (no tímidos, solo respetuosos) que pueden estar tres veces más aburridos porque la clase no da más de sí con tantas interrupciones...
Que son tres carreras. Miles de noches sin dormir estudiando. Miles de lágrimas, de emoción y de impotencia. Días concretos de miedo, de humillación, de depresión.
Y todos estos años cuestionándome a mí mismo, colaborando yo también en esta pérdida del timón por parte de todos
Y todos estos años cuestionándome a mí mismo, colaborando yo también en esta pérdida del timón por parte de todos
Entrando en el juego, nunca mejor dicho. Y ojo, que entro en el juego, que el juego es necesario, que el juego es genial.
Pero también es genial "sufrir" un momento de desorientación y enfrentarte a eso, y desarrollar así una nueva capacidad que ni sabías que tenías...
Pero también es genial "sufrir" un momento de desorientación y enfrentarte a eso, y desarrollar así una nueva capacidad que ni sabías que tenías...
Un elogio del aburrimiento nos va haciendo falta, a lo Erasmo, que elogiaría mi locura de proponerlo. Una vez leí a alguien (imposible citarle, lo siento) una observación estupenda: ¿recordáis esos viajes en coche de pequeños, en los ochenta/noventa, sin móviles? ¿Qué hacíais?
Os lo digo yo, pensar. Enfrentarnos al aburrimiento. Mirar el paisaje tras la ventana. Pensar. Charlar. Y ojo, nada contra los móviles, sí contra el uso que se les da y blabla... también deberían ser una ventana al mundo, pero el anuncio de Frank Blanco no hay quien se lo crea.
Que lo de menos es el móvil, que la imprenta también fue vilipendiada. El problema es más profundo, mucho más. Es una educación masificada que solo puede ser gestionada con fuegos artificiales para que te miren un momento...
Y no tenemos fuegos artificiales. Recuerdo que de joven, el día que nos ponían un vídeo VHS, con el documental más aburrido del universo conocido, en un televisor pequeño que ni se veía, éramos los chicos más felices del mundo ese día, todo un acontecimiento. Toma input.
Recuerdo que no teníamos todos los discos del mundo a golpe de click, pero que los que escuchábamos pirateados en casette los escuchábamos mil veces, y los sentíamos como quien hace el amor sin prisas.
No caso con los apologetas del todo tiempo pasado fue mejor, pero me niego a mirar para otro lado en aquellas cosas que creo que nos hemos acomodado, o mejor, en las que nos han drogado a mimos, que ni un teléfono podemos recordar. Que los quieren sumisos, precarios, conformistas
Y yo por ahí no paso. Me da igual que me pregunten la hora, que les entiendo, que igual llevan seis horas, aunque echo de menos un poco de consideración, pero bueno.
Pero, ¿sabéis?
Voy a empezar a pasar un poquito de comerme la moral, que igual es cuando lo hago mejor aún.
Pero, ¿sabéis?
Voy a empezar a pasar un poquito de comerme la moral, que igual es cuando lo hago mejor aún.
Voy a luchar por una educación emocionante, per se, que den otros la "educación emocional" compartimentada en estancos. Y si para alcanzar la más hermosa atalaya hemos de sufrir un poquito subiendo la cuesta, pues igual estoy haciendo bien.
Voy a seguir siendo el tuitero más pesado del mundo enarbolando la bajada de ratio de la que nunca se habla en campaña electoral. Que haría todo no necesariamente más divertido, que también, sino más fluido y llevadero sin necesidad de ocurrencias frívolas, de humo metodológico
Sin tanto gurú aprovechando la desorientación de profesores con años de especialización. De expertos en pisar aulas afanados en inculcarnos la culpa...
Voy a seguir reclamando atención a la diversidad real, no solo con menos ratio, que también, sino con más plantilla de apoyo y mejor formación (pero de la de verdad, joder, de la que igual consigue hacer disminuir el acoso escolar, no la de las pollas fritas en vinagre)
Voy a seguir montando clases lo más amenas posibles, solo faltaría, por supuestísimo. Pero no voy a renunciar a aburrirles si creo que una vuelta de tuerca mal dada me convierte en un bufón a mí y además condena a mi audiencia a no despabilar nunca su pabilo.
Por más malas caras que me pongan.
Por más que me siga doliendo que me pregunten la hora.
Por más que me siga doliendo que me pregunten la hora.
Por cierto, ¡este año vuelvo a llevar a mis buenas y malas caras a un concierto similar, de nuevo en Sevilla!
Pues recupero este hilo, que viene al dedo.
Orgullo de profesión, que nadie os joda si no lo merecéis.
Gracias por leer.
Pues recupero este hilo, que viene al dedo.
Orgullo de profesión, que nadie os joda si no lo merecéis.
Gracias por leer.
