La normalización venezolana es una simulación alimentada por casi 3 millardos de dólares circulando en cash que pasa de mano en mano, desde médicos hasta buhoneros. Es una máquina inmensa para lavar masas de dinero en un territorio de lo que alguna vez fue un país. #Hilo
Como ya estrenan la nueva película de Starwars, voy a tomar algo de su simbología. La mafia “normalizadora” ha hecho de Venezuela algo parecido a Tatooine, el planeta de los Hutts, los capos del crimen. Es el sitio de la galaxia donde se transa todo bajo sus reglas autoritarias.
Allí, lo legal es ilegal y viceversa. El régimen al administrar el caos saca su tajada, y a la población, sumergida en la profundidad de la miseria, algo les salpica del festín. La normalización viene acompañada con su orquesta narrativa de seres deformados por la maldad.
Al ritmo algunos encuestadores y periodistas negocian créditos con bancos y simulan perspectivas económicas para el 2020. Pero en realidad, lo único que existe son las parcelas de poder de los Hutts que disfrutan Buchanans 18 en las cantinas Mos Eisley en lo alto del Ávila.
El resto lo han convertido en arena del desierto, donde ya no queda ni el agua de la atmósfera, porque también se la roban. Las mejores naves de la galaxia hacen de vez en cuando su parada en Tatooine a dejar su contrabando y lavar las monedas imperiales.
El sistema está abierto al que quiera montar su bodegón, siempre que se asocie a algún cartel Hutt. Pero, no nos confundamos, hasta de los espacios más estériles aparecen soluciones. En Tatooine nació Anakin Skywalker el tirano de la galaxia, y de allí también salió su hijo Luke
quien venció al mal y liberó a su padre porque creyó en la Fuerza. Nada construido a partir del crimen se sostiene, solo es cuestión de voluntad férrea, estrategia correcta y un poco de tiempo para ver el fin de la Estrella de la Muerte. Let the Force be with you!!
