Thread by @ElisaZamora

Mi plan era contaros todas las iglesias románicas que os podéis encontrar en #Zamora, mi ciudad natal, avanzando por una sola calle. Una calle que adquiere nombres distintos, pero no deja de ser el "cardus" de los romanos. Al final la cosa se me ha desmadrado un poco. Veamos.

Si avanzamos desde Santa Clara hacia el casco antiguo, lo primero que nos llamará la atención a la derecha es Santiago del Burgo (llamada así porque hay otro Santiago extramuros). Iglesia románica en tres naves, como tantas en Zamora, es de las pocas que las conserva.

Aquí tenéis la estructura en tres naves con bóvedas de arista y el frontón exterior, con su rosetoncito y un detalle precioso, un capitel colgante en la primera arquivolta. Veis canecillos arriba y en el centro ménsulas:bajo su antiguo pórtico de madera se celebraban los juicios.

Y aunque seguimos bajando en busca de más románico, no tendría sentido dejar de mirar a la derecha hacia el final de la calle Santa Clara: dejaríamos de ver el palacio gótico de Los Momos. Más abajo, un bonito cóctel de modernismo en la plaza de Sagasta:

Hemos dejado a la izquierda el decúmanus romano (la calle de Balborraz), de la que podéis ver imágenes aquí images.app.goo.gl/sh3oGvzoXywwou… y hemos entrado en la plaza Mayor, a cuya izquierda nos sorprende un edificio, que algunos todavía llamamos "el ayuntamiento viejo"...

Y que es así de curioso: raíces del siglo XI con huellas de remodelaciones "a lo romano" y "a moderno". Ahora es una comisaría, por lo que es mejor no tener que entrar, pero además el interior sí que está irreconociblemente moderno (que yo sepa, que nunca he estado arriba).

Al otro lado de la plaza, la iglesia (de orígenes románicos) de San Juan. "Pues qué fea", diréis. Claro, es que esto no es la fachada, sino una pared que iba casi pegada a la antigua muralla de la ciudad. Podéis ver por dónde iba esta muralla y las antiguas puertas en el suelo.

Esto ya os parecerá otra cosa... y es la misma iglesia, pero del lado que la gente veía y podía rodear. La torre tuvo función defensiva, como es habitual en las asociadas a murallas.

Detalles: las flores en las arquivoltas (nos encanta el paraíso en Zamora), los capiteles.

Se han hecho algunas maravillosas restauraciones de nuestras iglesias románicas. La de San Juan todavía espera su turno. Entre las tareas pendientes: retirar el alabastro para que permita la transparencia del rosetón, consolidar, retirar verdín, secar humedades..

También será inevitable que nos quedemos mirando hacia la izquierda a las "puertas del paraíso", que están en otro de nuestros preciosos edificios modernistas, sede antigua del conservatorio. Los detalles de la heráldica incluyen nuestros emblemas: río, castillos, seña bermeja..

¿Y este pedazo de teatro apenas doscientos metros más adelante..? Pues el que le dedicó a Ramos Carrión su tierra, justo enfrente de su casita natal. Solo la fachada es original, tras su reciente remodelación.

Y cuando nos queremos dar cuenta ya estamos en Viriato: nuestra alma está dividida y no sabemos si dirigirnos al museo etnográfico, la iglesia de la Encarnación y el palacio de la Diputación, que están de ese lado...

...o si nos apetece dar una vuelta hacia el lado derecho y concretamente fisgar el Palacio de los Condes de Alba y Aliste, actual parador de turismo (pero con cafetería accesible para quienes decidan cotillear un poco el claustro y el entorno).

Ese testero plano del fondo es la iglesia románica de San Cipriano y también hay un mirador sobre la plaza e iglesia de Santa Lucía. Pero salirnos sería hacer trampas,porque hemos dicho que no nos íbamos a mover de la calle principal, que desde aquí se llama "Rúa de los Francos".

¿No os dije que nos gustaba el Paraíso? También es el tema principal de La Magdalena, aunque aquí tendréis que esforzaros un poquito más: no está permitido irse sin haber descubierto dónde se esconde el obispo en la rica decoración de esta portada.

El ábside redondeado protogótico de La Magdalena responde a una única nave, cualidad que comparte con Santa María la Nueva (que tampoco os puedo detallar porque está detrás del Etnográfico y nos saldríamos de "la calle") 😉 Dentro: sepulcro románico singular y capiteles únicos.

Ah, enfrente está el convento del Tránsito, que tampoco es románico, pero sí del XVI. Dentro: un Ecce Homo de Gil de Ronza al que merece la pena ver, aunque no es fácil porque la comunidad es de clausura (lo veis en las rejas de la fachada).

No dejéis de mirar a la izquierda al pasar el Tránsito, que lo que surca el Duero también es románico: es nuestro puente de piedra, el superviviente: hacia la derecha se conservan restos de uno posiblemente apenas 200 años más antiguo, pero que se vino abajo en una crecida.

Los orígenes de San Ildefonso también son románicos, de una iglesia en tres naves, aunque cualquiera lo diría frente a su altísima cubierta gótica. Una prueba: el único ábside conservado (la foto es trampa, porque no se puede fotografiar desde la Rúa).

Aquí tenéis otras imágenes de San Ildefonso. La restauración de 1991 nos trajo consolidación, limpieza de verdín, un poquito de policromía románica (apenas nada si pensamos en las joyas que aparecieron en Santa María la Nueva) y un órgano restaurado. images.app.goo.gl/4V8qZ8WKQGUwN9…

images.app.goo.gl/zWuPqKWCbqzST4… Esta estampa de la Catedral solo la encontraréis si recorréis el camino por la Rúa. Aún queda una tiradilla andada desde San Ildefonso, pero es importante ver la que posiblemente es nuestra joya más destacada, con su elegante cimborrio.

Antes, os asustaréis: el último tramo de la Rúa está lleno de casas y conventos abandonados y en estado de ruina. La muerte del casco antiguo es un hecho que, desgraciadamente, amenaza con extenderse al resto de la ciudad (y provincia), cada vez más despobladas.

La restauración nos ha traído el sepulcro gótico policromado más bonito y alegre que os podáis imaginar y otros cuantos románicos. Aparecieron detrás de tumbas de época muy reciente. images.app.goo.gl/RJvgZBR8C94U2k…

A mí me gusta mucho contar que Federico García Lorca envió a su familia una postal desde Zamora en la que se veía exactamente este ángulo de la cúpula de la Catedral.

La calle parece que termina aquí, aunque yo que vosotros no dejaba de ladearme un poco a la derecha, para ir a ver el Castillo.

Pero no volváis por donde habéis venido, claro: aprovechad para ir por el Troncoso (sale de la plaza de la foto) y su mirador sobre el Duero.

Así es mi ciudad de generosa, que solamente bajando una calle, con sus distintos nombres (Santa Clara, Rúa de los Francos, de los Notarios etc) ya os enseña una enorme parte de su patrimonio.

Otro día, si queréis, os cuento lo que podéis ver simplemente paseando junto al Duero.