Feliz Año! Seguro que estos días andan liados en propósitos de Año nuevo. Yo también. Pero odio no conseguirlos, así que aplico métodos de innovación. Hoy, como regalo de Año Nuevo, les cuento cómo aplicar la filosofía Kaizen para lograr más de sus objetivos. Dentro hilo! 
Kaizen significa cambio positivo en japonés, pero se suele traducir como “mejora continua”. Se usa para fabricar coches, desarrollar software, y en general para cualquier proyecto. Hay mil libros sobre ello. Aquí les voy a contar cómo aplicar esta filosofía a su vida cotidiana.
Primero: defina un objetivo. No todo vale: tiene que ser algo medible. No sirve “ser rico”, diga “ahorrar 15.000 euros”. No sirve “perder peso”, diga “pesar menos de 80 kg”. Los objetivos no medibles, hacen imposible seguir nuestro progreso, y por eso los abandonamos.
Asegúrese de que el objetivo sea ambicioso, pero viable. Si no lo es, sólo conseguirá fallar, creerse débil, y debilitar su autoestima. Yo no creo que pueda ganar un premio Nobel. Pero quizás podría escribir un libro. Piense “cuánto éxito es éxito”? Sólo usted puede definir eso.
Hecho esto, busque la causa profunda de su problema. Para eso, le ayudará hacer un Diagrama de Ishikawa (es.wikipedia.org/wiki/Diagrama_…). Estos diagramas preguntan “por qué” repetidamente, hasta llegar a la causa última, que suele no ser evidente.
Por ejemplo: estoy gordo porque necesito deporte. No hago deporte porque necesito tiempo. No tengo tiempo por mi horario laboral. Ergo mi problema no es la obesidad, es mi horario. La obesidad es un síntoma. No arregle síntomas, arregle problemas, que tienen raíces profundas.
El tercer paso es convencerse de que el cambio es inevitable. Métase en la cabeza que TIENE que cambiar. Si quiere dejar de fumar, convénzase de que se está matando con cada cigarrillo. Si quiere estudiar, convénzase de que está malgastando la vida por no tener esos estudios.
Nuestro cerebro es rutinario, odia el cambio. Enmedio del esfuerzo, hará todo tipo de trucos para hacerle creer que el objetivo no vale la pena. Pero usted sabe que sí lo vale. Si necesita refuerzo, cuéntele su objetivo a alguien, para que le meta presión cuando usted flaquee.
Cuelgue un cartel que le ayude a visualizar el objetivo. O una canción. Postéelo en Twitter. Buscar un atajo mental que le de fuerza. Si le cuesta, le recomiendo este libro, un clásico de la autoayuda: amazon.es/dp/9707807156/…
Identificada la causa y convencidos, pasemos a la acción. Descomponga el problema en trozos masticables y revisables. Si quiere bajar 8 kilos en un año, pues le toca 600 gramos al mes. 150 gramos a la semana. Ya empieza a parecer algo conseguible, verdad?
Ahora, para esos trocitos masticables de problema, haga listas de acciones concretas que le ayuden a lograrlo. Siguiendo con mi ejemplo de perder peso, supongamos que mis acciones son: correr 10 kilómetros dos veces por semana, y cenar ligero 3 veces por semana.
Intente que las acciones, como antes, sean medibles, validables, y positivas. Fíjese como mis 5 acciones (las dos carreras y las 3 cenas) son cosas que puedo marcar en un tablero, con una marca de “conseguido”. Ni que decir tiene, el siguiente paso será hacer ese tablero.
Los japoneses usan para esto tableros Kanban, puede hacerse uno con Post-Its. Sencillamente, ponga notas en columnas “To Do”, “Doing”, “Done”, y vaya moviendo notas. Intente no tener demasiado en la columna “Doing”: la idea del Kanban es que somos más efectivos cuando…
… nos concentramos en una sola tarea. Tampoco absorba más de lo previsto: si su Kanban son 5 acciones a la semana, no haga 10. Esto es como el que quiere adelgazarse ayunando: al día siguiente comerá el triple. Recuerde: cambio pequeño, sostenible en el tiempo.
Puede hacer uno físico y colgarlo en su casa o oficina. Puede hacerlo con Excel. Si le es más práctico, existen mil herramientas de gestión de Kanbans. Yo uso Trello (trello.com) que es la bomba y es gratis. Se aprende en 5 minutos.
El kaizen requiere dejar de pensar en objetivos y pensar en procesos. Los occidentales somos resultadistas. Los japoneses no dicen “quiero ahorrar 3.000€”. Dicen “cada día, meteré 10€ en esta caja”. Olvide el qué. Céntrese en el cómo. Se quitará presión y ganará herramientas.
Fíjese que aún no hemos hecho nada, pero la planificación es la clave del éxito. Métase esto en la cabeza: no estamos aquí para “hablar de cambiar”. Estamos aquí para cambiar patrones de conducta arraigados. Y sabe qué? No ganará esa guerra sin un buen plan de ataque.
Bien, con toda la artillería lista, sólo queda la ejecución. Los cambios requieren tiempo, y poder validar qué tal nos va. Hágase una gráfica o un tablero, y vaya anotando sus puntos de paso. Si quiero escribir un libro de 500 páginas en 1 año, pues son 10 páginas por semana.
Los tableros ayudan a corregir desviaciones, aumentar su moral, y reducir la posibilidad de abandono. A mitad de año, si veo que llevo 260 páginas, qué sentido tiene abandonar? Los gráficos de progreso nos alejan de esa tentación. Tengo un amigo que tuvo un problema…
… de salud serio, y decidió que tenía que correr un poco cada día. Lleva más de 3000 días, corriendo todos ellos, nieve o haga calor. Cuando llevas 3000 días, se convierte en una costumbre, y abandonar es casi imposible. Recuerde: el seguimiento crea hábitos y los refuerza.
En resumen: elija objetivos que sean pocos, medibles y viables. Busque sus causas. Entienda que cambiar es inevitable. Rómpalos en acciones pequeñas. Siga las acciones con un tablero visual. Revise el tablero para no desviarse y reforzar hábitos. Eso es mejora continua, kaizen!
Seguramente no conseguirá todo lo que se proponga. Cuando pase, piense: he fallado yo, o ha ha sido algo imprevisto? Por ejemplo, mi plan de perder peso se puede ir al traste si me rompo un pie y no puedo correr. Pero si estoy comiendo chocolate todo el día, el problema soy yo.
Este patrón se puede aplicar a cualquier objetivo. Le recomiendo que lo use y, sobre todo, lo enseñe a sus hijos. Póngales objetivos fáciles, que seguro puedan conseguir. Y poco a poco vaya subiendo la intensidad del esfuerzo. Les forjará un carácter que agradecerán en el futuro.
Este año, yo tengo dos objetivos conservadores, y uno ambicioso. Me gustaría pesar menos de 88 kilos antes de final de año. Me gustaría acabar un post-grado que me estoy sacando en Stanford. Y, si tengo tiempo, me gustaría escribir un libro sobre pensamiento creativo.
Hoy he intentado explicar qué es el kaizen (incrementos pequeños, focus en procesos, reducir ancho de banda, seguimiento). Profundizaré más en hilos futuros, este es "mi tema". Mientras, compartan si les gustó, creo que a mucha gente les puede ser útil. Y les deseo suerte!
