–No te arrepentirás, Señor. Confía en mí. No habrá punto más brillante en toda la galaxia –respondió la estrella en tono marcial–.
–Sí, Señor. Nuestros instructores del ejército celestial nos prepararon para las misiones más difíciles. Sé a qué me expongo.
–A tus órdenes, mi Señor.
–Me quedo embobado mirándola… ¡Ay, qué recuerdos cuando yo tenía tanta luz! –suspiraba un agujero negro–
–Atención, atención ¡Hora H! Repito ¡Hora H! Coros de los ángeles, anunciad la noticia a los pastores. Estrella de Oriente, lanza tu mensaje: ¡Hemos nacido! Esto no es un simulacro. Repito ¡Hemos nacido!
–¡Fin de la misión! La operación Navidad ha sido un éxito. Los pastores y los magos han sido contactados. Enhorabuena a todos.
Tomaron un poco de incienso del que llevaban y lo quemaron rogando a Dios una señal.
–Tranquila –respondió el Señor– es la oración de los magos que piden ayuda.
–Entiendo Señor. Respondió rauda mientras se acicalaba al darse cuenta de que estaba en la presencia del Altísimo.
–¿Y qué puedo hacer yo, Señor? Estoy casi sin combustible. No podría sostener mi brillo máximo más que unos minutos…
–Repito, no te preocupes –sonrió Dios comprensivo– se lo encargaremos a otra cualquiera, tú ya has hecho suficiente. Te agradecemos mucho tu trabajo. ¡Has sido fundamental!
–¿Y por qué tendríamos que elegirte a ti? Explícate –le preguntó el Altísimo–.
Además, si tú siendo el Todopoderoso, te has hecho uno de ellos, será porque esos seres son mucho más importantes de lo que nos imaginamos por aquí.
–Pues no se diga más ¡Adelante!
Y si quieres que te avise cada vez que publique un hilo nuevo, envíame un mensaje directo con la palabra "AVÍSAME".