Señores anarcocapitalistas, hay una razón por la que H. H. Hoppe prefiere la lógica deductiva (filosofía) a la observación empírica (ciencia): los datos no le dan la razón, al menos en su conclusión de que las monarquías son económicamente superiores a las democracias.
El índice califica a los Estados como "libres", "mayormente libres", "moderadamente libres", "mayormente no libres" y "reprimidos". Revisé qué países están en las tres primeras categorías y ubiqué cada uno en el Índice de Democracia de @TheEconomist.
Para que no se me señale de abultar una cifra, no conté entre las democracias aquellos Estados en el Índice de Libertad Económica que no figuran en el Índice de Democracia. Asumiré, aunque sea improbable, que ninguno de esos nueve Estados es una democracia.
Este es el resultado. Las democracias son 62% de los 94 Estados más o menos libres. Y si contáramos los no clasificados políticamente como democracias, ese porcentaje se eleva a 71%.
Las democracias son aún más representativas si nos limitamos a Estados libres y mayormente libres: 86%, obviando a los no clasificados políticamente, y 89%, incluyendo a los no clasificados políticamente. Asimismo, todos los Estados en la categoría más libre son democracias.
Como vemos, las democracias claramente predominan entre los países con mayor libertad económica, y entre más abajo vayamos en este índice, más Estados no democráticos conseguiremos.
Aunque Hoppe prefiera la deducción antes que los datos, esto no debería escapársele. Es muy simple. Al no depender de la opinión ciudadana para gobernar, los mandatarios no democráticos tienen menos interés en respetar derechos y en fomentar condiciones para la prosperidad.
Los regímenes autoritarios (sean monárquicos u oligárquicos) que permiten la libertad económica no lo hacen por carecer de democracia, sino a pesar de ello. Solo los devotos del dogma anarcocapitalista, obnubilados por la paranoia anti acción colectiva, no se dan cuenta.
Tal como argumentó Quentin Skinner, quienes mejor velan por su libertad son los propios ciudadanos, mediante su participación en la elección de gobiernos y permanente supervisión de los mismos.
Renunciar a esa participación es darles carta blanca a esos gobiernos y depender para siempre de los caprichos de los mandatarios. Si estos deciden eliminar la libertad económica, nadie tiene derecho a patalear.
Ah, acá les dejo el Índice de Libertad Económica, para que repitan el ejercicio y verifiquen los datos, si quieren. heritage.org/index/ranking
Y acá está el Índice de Democracia. infographics.economist.com/2019/Democracy…
