Podemos llamarlo "EL PIN FILIAL"
Y poco se habla de él.
Esta fue mi reacción al otro lado del teléfono:
Y dejé claro que si el centro pudiese pagar a la orquesta para que viniese al salón de actos en horario lectivo, pues ni siquiera haría falta eso (#noalpinparental)
Decenas de alumnos y alumnas jactándose de no ir a la excursión, que es que no les interesa, que pasan.
-Bueno, tú dale esta circular a tus padres...
-Bueno, la decisión es de tus padres, no tuya.
-Sí, hombre, jaja... si yo le digo a mi madre que no voy, NO VOY...
-Pero...
-A mí me pregunta: "¿niño, tú quieres ir?"; "no"; "pues ya está".
-Para qué: si no quiero ir
-Es que también tienen que firmar si no vas, así me quedo seguro y tus padres se dan por enterados de que ese día seguís teniendo que venir clase si no vais a la excursión.
-Sí, JAJA, seguro...
-Yo me pongo malo ese día, JAJAJA
-Pero...
-Pues yo le digo a mi madre que no vengo al instituto, y NO VENGO.
Esta conversación la he tenido bastantes veces ya.
Y padres que se comen con patatas el pin filial.
Pero, sin embargo, el pin filial gana puntos en una sociedad en la que no solo los profes hemos perdido autoridad; es que, precisamente, la hemos perdido como resultado también de la autoridad que han perdido los propios padres.
Quede claro que tampoco es culpa de los padres, sino de la sociedad entera, y en las causas de esta situación común es donde debemos pararnos a reflexionar a la hora de mejorar la escuela, como parte además de esa misma sociedad.
Que luego el de Plis me recuerda que la educación nada tiene que ver con la democracia, no te fastidia...
En eso, y en que esta mierda siga perpetuándose mientras nos tiramos los trastos entre la propia clase trabajadora cada vez que hablamos de educación.
Gracias por leer.