¿Qué se hace cuando la ciencia demuestra una cosa, pero no te gusta ese descubrimiento y prefieres las cosas tal y como estaban? Los vecinos de Zucaina (Castellón) están en ello. No les gusta su campanario, restaurado tal cual las catas han demostrado que era. (miniHILO) 
Cuando el Obispado de Segorbe-Castellón decidió restaurar el campanario, una restauradora realizó una serie de catas que descubrieron que el campanario no era en origen de sillería vista, sino que había estado pintado. Eso sirvió para realizar el proyecto de intervención.
Y es que la imagen que tenemos de muchos edificios es una distorsión causada por el paso del tiempo, que ha hecho que los acabados originales se perdiesen. En la reciente restauración de la Giralda de Sevilla se ha descubierto también que estuvo pintada de rojo allá por 1568.
Y tod@s sabemos también, porque está totalmente demostrado, que todos esos edificios y esculturas clásicas de mármol blanco reluciente, en realidad estaban policromados con un catalogo de colores tan intensos que posiblemente quedásemos asombrados de la impresión.
Entonces, sabiendo todo esto, la pregunta quizás no debería ser que aspecto tenía el edificio en origen, sino si se debe recuperar ese aspecto en una restauración, y hasta qué punto la costumbre y la opinión popular debe influir en esa decisión.
Porque la Giralda no se ha vuelto a pintar de rojo, solo se ha hecho una muestra (me encantaría ver la que se montaría si al desmontar los andamios de la restauración, la Giralda apareciese roja por completo. Reíros vosotros de las polémicas sobre restauraciones de pasos)
Por lo tanto, debemos suponer que la costumbre también influye. En la Giralda se ha seguido un criterio arqueológico, es decir, se ha conservado lo que hay, realizando solamente una limpieza y consolidación. El mismo criterio que en edificios clásicos.
Sin embargo en Zucaina se ha ido más allá, y se ha recuperado el aspecto original. Una intervención técnicamente correcta también, con los parabienes del Obispado y la Conselleria de Patrimonio. Como digo siempre: puede no gustarte, pero puedes estar seguro de que era así.
¡Ah! Y por cierto… Señor@s del @elmundoes : Esta intervención no es ningún Ecce Homo. Es una restauración profesional apoyada en estudios previos y con supervisión del Obispado y la Conselleria de Patrimonio. Sean un poco más rigurosos.
elmundo.es/comunidad-vale…
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