Hoy voy a hablaros de restauración de retablos (como no), pero también de funcionarios corruptos, de restauradores que sobornan, de curas que “agradecen” favores, y de abogados menos listos de lo que parecen. ¡Ah!, y del maravilloso Karma, que al final te saca una sonrisa. 
A principios de 2010 la policía destapó una red de tráfico de influencias que controló durante casi 5 años (2004-2009) el mercado de restauración y rehabilitación en el sur de Galicia. Amañaron 22 contratos por más de un millón de euros, a cambio de favores o un porcentaje.
El cabecilla era un restaurador de la Dirección General de Patrimonio que, en connivencia con un arquitecto de la Sociedad de Xestión del Plan Xacobeo, era el encargado de supervisar los proyectos de restauración, e intervenía en los procesos de adjudicación.
El mecanismo lo conocemos todos. A cambio de una cantidad o de algún favorcito (como que le reformaran la casa), el restaurador se aseguraba de que las obras no salieran a concurso, o que fueran adjudicadas a las empresas de restauración afines, dejando fuera al resto.
Una obra solo tiene obligación de salir a concurso cuando es superior a una cantidad determinada (18.000€). Es lo que se conoce por contratos menores, y amañarlos es fácil, ya que no requieren ni publicidad, ni recabar ofertas… Básicamente es una adjudicación a dedo.
Solo os tenéis que fijar en la cantidad de restauraciones de retablos pequeños u otras obras que curiosamente cuestan +-17.000. Para las administraciones su tramitación es mucho más fácil, lo cual no quiere decir que siempre sean contrataciones opacas o fraudulentas.
Pero volvamos al caso gallego. A parte de los amaños, pagos en B y trabajos que se facturaban parcialmente o no se facturaban, el restaurador de la Xunta se volvió tan descarado que llegó a poner a la venta por 680.000 € una casa rectoral que el párroco de Covelo (Pontevedra)…
…le había “vendido” por 60.000€ a 10 años de plazo y sin intereses, “vendida” en condiciones tan favorables “presuntamente” como agradecimiento a los servicios prestados, según se recoge en grabaciones telefónicas a las conversaciones del entonces obispo de Tui-Vigo.
¿Y cómo acabó este asunto que huele tan mal? Pues como suele ser habitual, de una manera vergonzosa. Los acusados llegaron a un acuerdo y admitieron un delito de cohecho, y acabaron con penas de menos de 2 años (no van a la cárcel), y con multas de entre 720 y 2.190 euros.
Que oye, visto fríamente, garantizarte el trabajo sin competencia durante 5 años por solo 2.200 euros es una inversión cojonuda para una empresa de restauración. No me extraña que el sector de la corrupción vaya viento en popa.
Un ex_obispo, un cura y un párroco se salvaron de ir a juicio ya que un juez puso en duda la legalidad de las escuchas telefónicas que destaparon todo el caso de corrupción. Y como estas escuchas eran la prueba principal contra ellos, pues na, a la calle de rositas.
Y fue una pena que el juez no admitiera las grabaciones, porque se perdieron joyas como: "Aunque seamos delincuentes, hay que ser delincuente con honor, por lo menos" dicho por un empresario de restauración al restaurador de la Xunta, recriminándole no ayudarle más.
O "Nosotros por tus servicios, y tal, nos saltamos a la torera una serie de cosas" dicho “presuntamente” por el entonces obispo al mismo restaurador de la Xunta, tras “venderle” en condiciones tan ventajosas la casa rectoral.
Pero tranquilos, que aún queda el Karma para quitaros ese mal sabor de boca que seguro os ha quedado. Esta semana, el abogado que les consiguió ese trato tan guay ha denunciado a su defendido por estafarle 15.000 euros. Y es que si te juntas con estafadores…
Y por si queréis saber el nombre de los implicados, restauradores y empresas (que si sois del mundillo seguro que os suenan), aquí os dejo unos enlaces.
farodevigo.es/galicia/2017/0…
laopinioncoruna.es/galicia/2010/0…
farodevigo.es/galicia/2017/0…
laopinioncoruna.es/galicia/2010/0…
