Va hilo:
Su atención la debieron centrar en que por fin un político propuso un intento de democracia directa.
Nunca se indignaron ni tantito de que el desafuero en sí mismo ha sido el peor retroceso golpista en la historia de la democracia mexicana después de la alternancia.
Su atención la debieron poner en que la elección de ese año fue un chiquero donde las corruptelas, crímenes y turbiedades fueron la regla.
Debieron enfocarse en que PAN y PRI, en un acto verdaderamente antiparlamentario, quisieran votar en madrugete y sin debatir una Reforma Constitucional importantísima.
Les valió un rábano lo central: la forma bestial en que los partidos trafican con la pobreza de la gente en zonas marginadas en tiempos de elecciones.
Deberían centrar su indignación en el dispendio corrupto que significó ese cacharro faraónico que ni los jeques quieren. Deberían hacer escarnio de Calderón y Peña, sus compradores elitistas y corruptos.
Ojalá la reacción mexicana, irracional en sus fúricas diatribas antipeje, se eduque.
Por el bien de todos.