(Hilo)
A tal grado fue el apoyo, que el propio AMLO invitó tanto a Sicilia como a Le Barón a ser candidatos a legisladores.
Ambos rechazaron la invitación, con razones muy válidas. Pero la coincidencia ideológica en la oposición a la violencia estaba fuera de duda.
Calderón, en el castillo de Chapultepec, porfió en seguir esa "estrategia". Y así lo hizo hasta el final de su sexenio de sangre y dolor.
Hoy, su desencuentro se da por diversos motivos, que ya autores como @Navegaciones han explicado mejor aquí:
Pero de nada sirve que varias personas hayan ido a gritarle consignas pro-AMLO ayer en la marcha que encabezó.
Se trata de un hombre que ha tratado de dar voz a las víctimas de la violencia.
Pero es verdad que AMLO posee un acierto: se está enfocando en la causa estructural de la violencia y, además, en su gabinete no hay delincuentes grotescos, como García Luna, a cargo de la seguridad.
Y evade, además, que el principal responsable de esta barbarie es un tipejo que, aun cuando ya no milite, no deja de ser de los suyos: Calderón.