¡Arranca el #HiloFósil! 🦕Hablaremos del grifo. Animal híbrido entre león y águila, con ligeras variaciones en sus diferentes versiones iconográficas o documentales. Recordad que los mitos no son relatos canónicos y, por tanto, podemos encontrar diferencias, a veces notables. 
Los primeros testimonios escritos de los que tenemos referencia sobre esta criatura se remontan al siglo VII a.C. Se deben a la expedición de un viajero y poeta griego de nombre Aristeas, natural de Proconeso, ciudad de la Propóntide.
Aristeas se adentró en tierras de los escitas, al norte del Mar Negro. Llegó hasta el territorio poblado por los arimaspos, seres de un solo ojo que vivían de la extracción de oro y metales preciosos, pero eran amenazados continuamente por criaturas fabulosas
Aristeas escribió una crónica de su viaje, la "Arimaspeia", de la que no conservamos nada. Sin embargo, tenemos noticia de alguno de sus fragmentos gracias a Heródoto y Pausanias
La fecunda obra de Plinio también nos habla del enfrentamiento constante entre los arimaspos y los grifos, que con su aspecto amenazante custodiaban las minas de oro
Claudio Eliano recoge el testimonio de la "Historia Índica", obra de Ctesias. En este relato se explica que los habitantes de la región, en este caso situada en la India, trataban adentrarse en los dominios de los grifos al abrigo de la noche, que les permitía pasar inadvertidos
Solino completa el mosaico de relatos antiguos que hemos conservado sobre los grifos. El gramático latino los describe como fieras criaturas que no dudaban en despedazar a quien sorprendían invadiendo su territorio
Todas estas fuentes escritas fijan una tradición oral que tiene su origen en Asia. La sombra de unas horribles criaturas que amenazan a la población local y que custodian el acceso a las minas de oro. ¿Cuál pudo ser el origen de tales relatos?
En 1922, una expedición liderada por Roy Chapman, encontró en el desierto de Gobi, en Mongolia, los primeros restos de un protoceratops, un dinosaurio cuyo aspecto y tamaño podría haber inspirado estos relatos
No es un caso aislado. Plinio explica que siendo edil de Roma Marco Escauro se exhibió en la ciudad el esqueleto de la bestia a la que fue expuesta Andrómeda. Los restos se habían traído desde Jope, en Judea
Y otro testimonio es el famoso hallazgo de los huesos de Teseo por Cimón, en la isla de Esciros, que recoge Plutarco. El relato de la repatriación del cuerpo del héroe a Atenas explica que eran restos de un gran tamaño
Esta sugerente teoría, junto a otras semejantes, se explica en el libro "The first fossil hunters. Dinosaurs, mammoths and myth in greek and roman times", de @amayor
Y las diferentes versiones del conflicto de los arimaspos y los grifos en las fuentes griegas y romanas en "El bestiario de las catedrales", de un servidor. Pese al nombre, el libro trata, sobre todo, de animales y seres fantásticos del mundo antiguo
Así concluímos este #HiloFósil, menos profundo que los anteriores, pero no exento de curiosidad y cierto grado de verosimilitud. Imaginemos la impresión que causaría en las gentes de la Antigüedad el hallazgo fortuito de huesos de dinosaurios... Esperamos que hayáis disfrutado
