My Authors
Read all threads
Hubo una vez una pareja que construyó sillas, pájaros, elefantes y castillos de naipes, y que levantó una casa en 3 días y medio. Esa casa es una obra maestra y un bellísimo trabajo de amor.

En #LaBrasaTorrijos de hoy: Charles y Ray Eames cambiaron el mundo.

(HILO 👇)
El capítulo de hoy es un especial #SanValentin, pero como yo soy Pedro Torrijos, el día de lo enamorados lo vamos a empezar en un cementerio. Concretamente en el Calvary Cemetery de San Luis.
Allí hay una lápida de granito sobria y aparentemente convencional. En la parte superior tiene grabado un apellido y en la parte inferior aparecen los nombres de Charles Ormand y Celine Lambert. Más abajo descansan su segundo hijo: Charles Ormand Eames, Jr. La lápida descrita. A partir de ahora, si no hay descripción, es porque el texto es autoexplicativo.
Empezando con lápidas, cualquiera diría que vamos a contar un relato de amor trágico. Pero no, esta no es una historia de amor trágica. Porque resulta que cuando Charles y Ray Eames cambiaron el mundo, lo hicieron juntos. Y lo hicieron divirtiéndose. Charles (hombre alto ) y Ray (mujer bajita y regordeta) jugando tirados en el suelo.
Charles conoció a Ray en 1940. Él era un arquitecto que no había terminado la carrera y ella una pintora abstracta. Charles "tenía una visión demasiado moderna de la arquitectura", según quienes le echaron de la carrera.
Ray Berenice Kaiser era una mujer pequeña y de grandes ojos siempre abiertos se consideraba pintora y, para ella, todo lo que le rodeaba, papeles, paredes, techos, muebles, trajes, edificios, todo era un lienzo sobre el que trabajar.

Sobre el que divertirse.
Cuando se conocieron, Charles estaba casado, pero aún así, le mandó decenas de cartas de amor a Ray.
En febrero de 1941 le mandó la más importante de todas:

Dice así:

"Soy un hombre de treinta y cuatro años (casi) y vuelvo a estar soltero. ¿Cuál crees que es la talla de ese dedo anular?"
Por separado eran un arquitecto sin licenciar y una pintora abstracta. Eran dos malabaristas pedaleando en monociclo, pero cuando las dos ruedas se unieron, construyeron una motocicleta propulsada por un motor imparable y mercurial. Charles y Ray en moto. Ray pilota y Charles va de paquete.
En realidad, lo que construyeron fue el mapa más exhaustivo y más influyente de la nueva imagen de América y, por extensión cultural, de todo el mundo contemporáneo.
Durante cuatro décadas, en la Eames Office se crearon decenas de piezas de diseño industrial que marcaron su época y que siguen siendo perfectamente vigentes. Desde férulas de madera contrachapada para los soldados que combatían en el frente, como esta.
Hasta juguetes como la House of Cards, un castillo de naipes multicolor que se vendía en tamaño gigante. O el juego de construcción llamado sencillamente "The Toy" que era aún más grande. Tanto que permitía que el niño se construyese una casa (o un avión) donde meterse.
Desde películas que exploraban la multipantalla cuando aún no existían los ordenadores hasta paneles, marionetas, pantallas retráctiles, papeles pintados o percheros multicolores.
Si abrís cualquier revista de decoración actual os vais a crucar con una silla LCW, una DSW o con una DSR, sean auténticas o réplicas. Todas diseñadas por los Eames.
Seguramente conocéis la Lounge Chair y el taburete Ottoman, piezas concebidas en 1956 como encargo personal para Billy Wilder. Este es el genuiono Billy Wilder probándola.
Esta es Ray en el prototipo.
Y estos son Charles y Ray charlando tranquilamente en la versión definitiva.

Dentro de su casa.

La madre de todas las casas manifiesto. La casa de todas las casas.
A finales de 1945, la revista Arts & Architecture había lanzado una propuesta colectiva para todos los despachos de arquitectura de los Estados Unidos. Se llamaron Case Study Houses. Algunas son famosísimas, como la Case Study House 22, obra de Pierre Koenig.
El proyecto que presentó Charles en 1948, realizado junto a su amigo Eero Saarinen, era una casa-puente colgada en voladizo sobre una estupenda parcela en Pacific Palisades con vistas al Océano Pacífico.
Seguro que era un proyecto genial, pero Ray no estaba de acuerdo.
Ray no estaba de acuerdo porque en el proyecto inicial, la casa invadía la mitad de la parcela y obliga a talar un montón de árboles.
Charles y Ray habían pasado muchas tardes de pic-nic mirando caer el sol sobre el Pacífico. Habían disfrutado de mañanas a la sombra de los castaños y de noches bajo las estrellas de California.
Entonces, si la parcela era tan bonita, si se divertían tanto en ella, ¿por qué la casa debía estar justo en medio? ¿Por qué estropearla?

Así que le dijo: «Deberíamos colocarse en la parte alta de la parcela, junto al camino».

Y lo hicieron.
Lo hicieron porque Ray no era una consejera, no era una ayudante. En una época donde la mujer no pasaba de ser una mera consorte, Ray era la otra parte de la Eames Office.

Ella no era arquitecta pero, al fin y al cabo, él tampoco. Charles y Ray sentados en la casa Eames.
Charles siempre hizo todo lo posible para que ella fuese reconocida por su verdadero talento. Y quizá fue en ese momento cuando acuñó una de sus frases más famosas:

«Todo lo que yo hago, Ray puede hacerlo mejor»
Como el sistema constructivo no empleaba ni hormigón ni cemento ni ladrillos, sino elementos prefabricados que se ensamblaban en el propio lugar, la estructura se montó en tres días y medio. Como un mueble. Charles y Ray en la estructura metálica de la casa Eames.
Cuando Charles y Ray se mudaron a la nueva vivienda, paso a ser conocida, desde ese momento y para siempre, como Casa Eames.
El 20 de septiembre de 2006, la casa que Charles y Ray «ensamblaron» en Pacific Palisades recibió la categoría de Hito Histórico Nacional y fue incluida en el Registro Nacional de Lugares Históricos de los Estados Unidos de América.
Y aunque hay muchas fotos y salió hasta en la revista LIFE; aunque es una obra maestra de la arquitectura, la casa Eames nunca fue una casa de revista.
Desde el primer día, la casa fue experimentando una paulatina colonización de objetos: de sillas y cómodas y telas diseñadas en el estudio, pero también de marionetas, de macetas de barro y jarrones comprados en mercadillos, de ficus y drácenas, de pájaros de madera.
No era una casa de revista de arquitectura porque no era la casa de un arquitecto. Era la casa de una pareja. La casa de dos personas.

No era una casa, era un hogar. La Eames House era el Eames Home.
Hasta que Charles la abandonó.

Porque todo lo que hacía Charles, Ray podía hacerlo mejor. Incluso amar.
En 1975, Charles se enamoró de la joven cineasta e historiadora Judith Weschler. Llegó a proponer matrimonio a Weschler. Judith también amaba a Charles, le amaba en escapadas y viajes de costa a costa. Y sin embargo, fue el amor —otro amor— el que la impidió casarse con él.
Porque amaba aún más lo que significaban los Eames como pareja y como equipo. Amaba su estudio, su casa, sus fotografías. Amaba lo que eran y no podía soportar ser la responsable la destrucción de un concepto. Ray y Charles paseando por la playa.
Es difícil adivinar cómo fue la vida en la casa Eames tras la decisión de Weschler. Puede que Charles y Ray fuesen felices otra vez. Quizá ella le necesitaba demasiado y quizá él sintiese que no era nada sin ella.
A lo mejor fueron tiempos silenciosos o demasiado ajetreados, pues el estudio seguía funcionando a pleno rendimiento.

Lo que sí sabemos es que cuando Charles volvió a marcharse, ya no regresaría.
Charles Ormand Eames Jr. murió de un ataque cardiaco el 21 de agosto de 1978. Tras su muerte, Ray se dedicó a terminar los proyectos conjuntos que aún estaban incompletos y emprendió un proceso febril de recopilación de casi cuarenta años de trabajo y de vida.
Ray Kaiser Eames murió el 21 de Agosto de 1988 por causas naturales. Exactamente diez años después que su marido.

En esos 10 años, Ray tomó la decisión de diseñar una lápida para ella. Está a poco metros de los de la familia Eames.
Apenas es un trozo de mármol gris de unos 50 por 50 centímetros tumbado en la hierba. En la cara externa sobresale un relieve muy sencillo. Una «E» mayúscula.

Charles dijo una vez: «Todo lo que yo hago, Ray puede hacerlo mejor». Seguramente tenía razón.
Y con estas dos imágenes de Charles y Ray Eames siendo felices en su casa, nos vamos a ir despidiendo de #LaBrasaTorrijos de hoy, especial #SanValentin.

Ya sabéis: si me amáis, hacedme un RT o un FAV o un follow o regaladme una caja de bombones.
Nos vemos en un nuevo episodio el próximo jueves.

Como siempre, recordad que si queréis conocer más historias sobre territorios improbables, tenéis todos los capítulos de #LaBrasaTorrijos archivados en mi tuit fijado, que es este:
Las fotos del episodio de hoy son de:

Tim Palmer/LIFE, Eames Office, PBS, Denver Art Museum, Julius Shulman, US Navy, Oakland Museum of California, Denver Art Museum.

(Fin del HILO ❤️)
(Coda: hace como seis o siete años, la Eames Office colocó una lápida dedicada exclusivamente a Charles y Ray.

Es esta con un pájaro y un corazón dedicada a un arquitecto y a una pintora).
(Y en el próximo capítulo vamos a viajar muy, muy, muy lejos)
Si tenéis Instagram, también estoy haciendo capítulos distintos, un poco más pequeños y adaptados al formato. Los subo cada dos martes (y miércoles por la mañana) en mi cuenta: instagram.com/pedrotorrijos_/
Missing some Tweet in this thread? You can try to force a refresh.

Enjoying this thread?

Keep Current with Pedro Torrijos

Profile picture

Stay in touch and get notified when new unrolls are available from this author!

Read all threads

This Thread may be Removed Anytime!

Twitter may remove this content at anytime, convert it as a PDF, save and print for later use!

Try unrolling a thread yourself!

how to unroll video

1) Follow Thread Reader App on Twitter so you can easily mention us!

2) Go to a Twitter thread (series of Tweets by the same owner) and mention us with a keyword "unroll" @threadreaderapp unroll

You can practice here first or read more on our help page!

Follow Us on Twitter!

Did Thread Reader help you today?

Support us! We are indie developers!


This site is made by just three indie developers on a laptop doing marketing, support and development! Read more about the story.

Become a Premium Member ($3.00/month or $30.00/year) and get exclusive features!

Become Premium

Too expensive? Make a small donation by buying us coffee ($5) or help with server cost ($10)

Donate via Paypal Become our Patreon

Thank you for your support!