Thread by @RafaelPoulain

Pongan atención que hoy les voy a contar la historia de Akenatón, “El faraón hereje”

Técnicamente, “Akenaton” significa “El espíritu viviente del dios Atón”, pero ese era uno de sus muchos nombres, los Faraones podían tener varios nombres dedicados a dioses importantes, pero esa importancia cambiaba cada cierto tiempo, por ejemplo, el dios Amón...

... siglos antes, los Faraones guiaron a su pueblo a una guerra en nombre del dios Amón, tras ganarla situaron la capital en la ciudad de Tebas, y durante siglos el poder de Egipto creció y lo mismo pasó con la influencia del dios del sol Amón.

Aunque con el tiempo Amón se fusionó con otro dios; “Ra” y el templo de Amon-Ra era el más rico y poderoso pero entonces llegó nuestro protagonista y le declaró la guerra a los dioses, y para ello atacó primero al más poderoso de todos, Amón-Ra, pero ya llegaremos a eso.

Para entender la historia de Akenatón, hay que ir atrás, a cómo era el reinado de su padre en el año 1390 antes de Cristo.

El padre de nuestro protagonista fue el faraón Amenofis III (o Amenhotep III y Egipto era el país más poderoso y rico del mundo conocido.

El faraón llevaba siempre a su hijo a Karnak, ahí había una serie de templos erigidos en honor a Amon-Ra, pero tambien lo llevaba mucho del otro lado del Nilo, a la tierra de los muertos.

Que era el lado de río Nilo donde se ponía el sol, y bueno total que este próspero rey educaba a sus hijos en todos los aspectos, desde el político hasta el religioso.

En realidad tampoco es que tuviera mucho que hacer...

Porque le tocó una de las épocas más prosperas de Egipto, y en realidad no tenía que cambiar mucho, así que se dedicaba a educar a su heredero, que era “Tutmose” y al morir fue cuando su hijo, el futuro Akenatón (nuestro protagonista) empezó a acompañar a su padre a todos lados.

Veía que cada vez había más sacerdotes y su padre decía que eso crearía desigualdad porque cada vez más generaciones buscarían ser sacerdotes.

También veía que las ciudades empezaban a destacar en importancia y belleza más que otras, dependiendo el dios patrono.

En la época del padre de Akenatón, los sacerdotes eran más ricos y poderosos que nunca, dedicaban su vida a cuidar los templos ya que si ellos los cuidaban, los dioses cuidarían al pueblo y por eso vivián con grandes lujos, al final de ellos dependía que los dioses fueran felices

Estaba estipulado en la ley, que los sacerdotes podían quedarse con un porcentaje de las ofrendas luego de presentarla a los dioses y claro, ellos elegían las más ricas.

Entre más fiestas y celebraciones, había más ofrendas y ellos y sus familias eran más ricos.

La religión y las guerras hacían que la gloria de un farón creciera, pero como no había guerras, la influencia de los sacerdotes crecía y crecía y entonces, el padre de Akenatón se declaró un dios sobre la tierra.

Los faraones siempre habían tenido un carácter semidivino, pero el padre de Akenatón llevó las cosas demasiado lejos, de hecho cuando murió, los sacerdotes no disimularon que la noticia les esperanzaba, quizá el nuevo faraón los integraría de nuevo, qué equivocados estaban...

Pero su hijo estaba dispuesto a hundirlos aún más, los atacó a ellos y a su dios más importante, Amon-Ra, ordenó cerrar los templos de un día para otro, ordenó destruir sus imagenes y borrar su nombre de los muros.

Aquí quiero responder algo que muchos me están preguntando, ¿Cómo que Amón es el dios del sol, no era Ra?
Hagamos algo, otro día les cuento en un hilo la historia del dios Ra, es algo complicado, pero por ahora les adelanto que Ra no era el único dios del sol, había muchos...

Y Amón era el más importante, (según Plutarco).

Parece ser que en un principio se le relacionó con el viento, (porque no se puede ver pero está en todas partes) y durante el reino nuevo, Amón se volvió muy importante y se fusionó con Ra

Y llega la época de nuestro protagonista

El templo de Ra de Heliopolis, era el más grande de todos, Ra era un dios muy importante, que le dio vida a muchos dioses y se manifestaba de distintas formas y aspectos.

Pero estaba “Atúm” otro padre de dioses y también dios del sol, como verán todo es muy confuso.

Sobre todo si lo estudias por primera vez, pero sigamos con nuestro protagonista que no se sabe con exactitud por qué decidió que tener tantos dioses y sacerdotes era absurdo y declaró que todos los dioses eran el mismo.

Ahora sólo habría un Dios poderoso y omnipotente.

Por eso adoptó el nombre de “Akenatón”, dedicado a la deidad principal que él promovía, el Dios del Sol, (otro más 🙄🤣) “Atón” .

El golpe final a los sacerdotes llegó cuando declaró que el único enlace con Dios y la tierra sería él.

Bueno, él y la gran esposa real, una mujer cuya vida les contaré muy pronto, porque además se merece un hilo aparte, me refiero a la reina Nefertiti, y como dato curioso, técnicamente no es reina, puesto que esa palabra no (no existe el femenino de Faraón).

El punto es que la pareja real atacó a los dioses, construyó un gran templo (a un lado de Karnak) para opacar al de Amón, cabe mencionar que los
Sacerdotes le odiaban, incitaban al pueblo a revelarse y entonces Akenatón no cede ante la presión e hizo algo inimaginable...

Se lleva a sus arquitectos al desierto y a 400 Kilometros de Tebas, construye una nueva ciudad, “Aketaton”, la actual Amarna (aunque de la ciudad antigua ya queda muy poco), bueno pues en tan sólo 5 años construyó templos, una nueva ciudad y hasta una nueva religión.

No más sacerdotes corruptos, ahora todo quedaba concentrado en él y un sólo Dios.

Obligó a todos sus subditos a adoptar esas nuevas medidas, además había grabados de la pareja real en todos lados, y en todas salían adorando al dios del disco solar, al poderoso Atón.

Con el paso del tiempo y gracias a documentos que han llegado a nuestros días, sabemos que hubo una peste y el pueblo lo empezó a tomar como un castigo divino y en secreto regresó el culto a los antiguos dioses, los únicos que seguían de necios eran Nefertiti y Akenatón.

La gente que oraba en sus casas descubrió que no necesitaban templos para creer, que sólo servían para enriquecer sacerdotes y todos los días se acercaban a sus dioses de distinta forma, puedes ser muy religioso y ser malo, o bueno y ser ateo. El mundo había cambiado para siempre

Los griegos que viajaban constantemente a esa zona se llevarían la semilla de la curiosidad de regreso a su tierra, la filosofía estaba por nacer, el mundo estaba por cambiar, pero eso no lo vería el Faraón, que murió luego de 17 años de reinado.

El hijo de Akenatón (auqnue probablemente no de Nefertiti) subió al poder muy joven y durante siglos se pensó que fue un Faraón sin importancia,por su edad y porque murió muy joven, pero hoy sabemos que no, que puso orden en el país y además restituyó el culto a los dioses.

Su hijo se llamaba Tutankamón y ya les conté su historia aquí y la de su maldición en YouTube, así que terminemos con Akenatón, que murió dejando a un pueblo confundido y a unos sacerdotes enojados.

Los sacerdotes decían que lo divino estaba en los templos y él decía que en él mismo, mientras tanto el pueblo descubrió una verdad muy importante...

Puedes ser muy religioso y aún así ser una mala persona, o puedes ser una muy buena persona y no creer en nada.

Al final tu religión no te define, tampoco te hace mejor o peor que otros, pero tus acciones y cómo tratas y hablas de los demás sí.

Fin.