La operación política y militar más efectiva es dividir.
Si fragmentas a tu enemigo es más fácil someterlo poco a poco, eso ocurre en el ámbito militar.
Lo mismo ocurre en el ámbito político.
Por eso en el caso de México, no debe sorprender que se estén gestando nuevos partidos políticos, que lo único que van a hacer es fragmentar más el voto. Tampoco es de sorprender que se piense que tal o cuál presidente pasado pudiera ser una opción.
Si se tratara de volver al pasado reciente, preferiría mil veces, a Ernesto Zedillo que a cualquier otro. No obstante entiendo que lo que se fue, se fue.
El gobierno de López es justo eso una vuelta al pasado de sólo 50 años.
Por esta misma razón líderes que fueron buenísimos en tiempos de guerra como Churchill o De Gaulle, no fueron buenos en la postguerra. Eran momentos históricos diferentes.
Es claro que al día de hoy no hay ningún candidato posible de ningún partido de oposición que pueda si quiera ser medianamente bueno, porque por principio de cuentas NO HAY OPOSICIÓN.
La realidad es que es demasiado obvio que hay un acuerdo entre siniestros personajes políticos de un alcance muy grande.
Una alianza así no podía durar mucho tiempo y ya estamos viendo los efectos de tener a gente tan opuesta. Su muégano mal hecho se está desbaratando, pedazo a pedazo.
El problema es que están igual de fragmentados que la "oposición". Lo mismo ocurre en redes, hay quien apoya el paro femenil y hay quien no lo apoya.
Más allá de si usted es católico, judío, protestante o ateo, piense por un momento en que es lo que está haciendo el discurso oficial respecto a la marcha femenil y al paro mismo: desalentarla y estigmatizarla.
La razón de esto es sencilla, nada duele más que la verdad y muchas personas prefieren una realidad edulcorada. La verdad tiene una terrible aura de desencanto y amargura.
Dile a alguien que escribe como niño de preescolar y te tildará de abusivo ("bully"), la gente con necesidad de subsidio intelectual, necesita vivir pensando que escribe bien cuando lo hace con salva sea la parte.
De ese mismo modo López necesita que la gente piense que las cosas están bien, cuando en realidad se están desmoronando poco a poco.
La realidad ya lo alcanzó y su cuento no le duró ni dos años. Prueba de ello son los múltiples desencantados que hoy lloran ríos de lágrimas chairas, cuando son corresponsables de la hecatombe del sector salud y en algunas ocasiones de su propia tragedia personal.
De momento no veo alguna salida, más que la toma de conciencia y los amparos. Si algún abogado me leé, quizá pueda decir si ya existen elementos para crimenes de lesa humanidad.
No he visto a ningún político de "oposición" opinar al respecto. Incluyendo a expresidentes.
¿Usted sí?
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