Abro hilo sobre #Mitos #Leyendas y #Arquitectura. Nuestro primer #ArquiMito o #ArquiLeyenda versará sobre Mies van der Rohe y el muro de ónice del Pabellón Alemán de Barcelona, 1929. #Mies en la cresta de la ola 
#Mies era claramente el fruto de un sistema autoritario de educación y adiestramiento, y los hábitos que aprendió le acompañaron siempre. 
En julio de 1928 #Mies recibe el encargo de un #Repräsentationraum alemán para Barcelona. Mies diseño varias pabellones para la La Exposición Internacional de Barcelona de 1929 
Su compañera Lilly Reich liberó a #Mies de buena parte del trabajo y pudo así dedicar sus energías principalmente a pabellón. 
Su primera decisión importante fue el emplazamiento del pabellón, en la ladera norte de la colina de Montjuïc. 
En el interior del pabellón encontramos un espacio central dominado por un único elemento: un muro exento de unos tres metros de altura y cinco metros y medio de longitud hecho de un mármol raro y encantador llamado ónice dorée, con vetas que iban del dorado oscuro al blanco. 
Respecto al muro precioso de ónice cuenta la #ArquiLeyenda que #Mies visitó un almacén de muestras en una casa de mármoles en Hamburgo y mantuvo la siguiente conversación: 
"Dígame, no tienen alguna otra cosa, algo realmente hermoso?" #Mies estaba pensaba en aquella pared exenta que tenia para el pabellón alemán 
Y entonces le dijeron: "Bueno, tenemos un gran bloque de ónice. Pero ese bloque está vendido en la North German Lloyd. "Quieren hacer grandes ánforas con él, para el comedor de un nuevo trasatlántico. 
#Mies dijo " Oigan, déjenme verlo", y al momento gritaron: "No, no, no, no se puede hacer, por el amor del cielo, no debe usted tocar esa maravillosa pieza." 
A lo que #Mies replicó: : "Usted deme un martillo y verá lo que sabemos hacer en mi casa". Con muchas reticencias le trajeron un martillo. En el fondo sentían curiosidad por ver si iba a hacer saltar una esquina. 
Pero no, #Mies golpeó fuerte el bloque de mármol una sola vez, justo en el medio. Y se desprendió una delgada lamina, del tamaño de su mano. "Vayan y púlanme esto enseguida, que quiero verlo". 
Un avispado periodista pregunto años más tarde a Mies si el muro de #ónice le dio al pabellón un carácter exótico. 
#Mies respondió: No puedo compartir ese tipo de razonamiento. La gente dice: es aristocrático; no es democrático. Tonterías, para mí todo es una cuestión de valores, y yo intento hacer las cosas tan bien como puedo. 
Ahí queda nuestro primer #ArquiMito o #ArquiLeyenda inaugurado por Mies van der Rohe
