Bueno, sodomitas de mis amores, hoy quiero contaros la historia de uno de los #MariconesDeAntaño más importantes para nuestros derechos, porque fue quien empezó el #MovimientoLGTB en España. Se trata de Armand de Fluvià (n1931), y es este señor: 
Armand era un abogado que se dedicaba a la Genealogía de las familias bien en Cataluña, pero en 1970 pasó una cosa frente a la que decidió que tenía que hacer algo. ¡Y vaya si lo hizo!
En 1970 España quería aprobar una nueva ley para incordiar a la gente: la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social, que planteaba que determinadas personas con determinadas características eran malignas y había que apartarlas de la sociedad antes de que cometieran delitos.
Como era de esperar, en el texto original de la ley aparecían, entre todo el listado de #Peligrosos, «los homosexuales». Pero el texto entero era delirante: también se metía en el mismo saco a un montón de gente que la dictadura de Franco no consideraba gente bien.
Estaban ahí metidos los «vagos habituales», los «rufianes y proxenetas», «los que habitualmente ejerzan la prostitución», los «mendigos habituales», los «ebrios habituales»... Era una locura el texto.
Armand, junto a su amigo Francesc Francino, leyeron la noticia de lo que se pretendía hacer en las Cortes en una revista, y se enfadaron muchísimo.
Decidieron hacer algo para que la ley no saliera adelante.... y ahí es donde empieza la historia de cómo nació el Movimiento LGTB en el Estado español. Y que no se os olvide: frente a otros países democráticos España era aún una dictadura. Se la jugaron muchísimo.
Cuando los procuradores en Cortes, que eran como los diputados de la dictadura, se pusieron a debatir sobre meter o no a «los homosexuales» en el saco de los peligrosos pasó una cosa muy interesante...
Estaban hablando de sus #CositasFachas cuando uno dijo que por algún motivo habían llegado MILES de cartas de todas partes del planeta diciéndole a estos señores que no aprobaran eso, que vaya barbaridad. Los señores procuradores flipaban muy fuerte porque no entendían nada.
Lo que no sabían es que Armand y Francesc se habían dedicado a escribir a todo el mundo a través de André Baudry, el editor de Arcadie (una revista homosexual francesa a la que Fluvià estaba suscrito), para que desde todas partes gente de bien mandara cartas diciendo que muy mal.
Con las cartas, otra que enviaron a todos los obispos, y tocando algunos hilos que los llevaron hasta el Ministerio de Justicia, consiguieron que algunos de aquellos procuradores en Cortes cambiaran su forma de pensar sobre la Ley de Peligrosidad.
De todas maneras, la Ley fue aprobada, pero consiguieron que cambiase una cosa: en lugar de «los homosexuales» al final quedó «los que cometan actos de homosexualidad». Lo peligroso ya no era SER homosexual, sino "ejercer" como homosexual varias veces (actoS).
Hoy puede pareceros que la cosa no cambió sustancialmente, pero recordad: estaban en una dictadura. Por eso lo entendieron como un exitazo, y se animaron a seguir adelante haciendo más cosas.
Tenían, además, el contacto de muchísima gente gracias a esas cartas, y decidieron aprovecharlo: se organizaron y en 1971 nació el MELH: el Movimiento Español de Liberación Homosexual. Era el primer colectivo que iba a reivindicar derechos en España.
Pero estaban en la clandestinidad más absoluta y tenían que ser súper cuidadosos.... Las reuniones se hacían en la casa de alguno de los miembros, y había que entrar de uno en uno y disimulando, para que nadie sospechara.
En 1972 crearon la primera revista de temática homosexual: AGHOIS (Agrupación Homófila para pa Integración Sexual, que fue el primer nombre del MELH, luego desechado), que publicaron clandestinamente hasta 1974. La publicación también tiene su historia curiosa...
Este dibujo sirvió como portada al número de diciembre del 72.
Para poder sacar la revista, Armand puso en su casa una multicopista de manivela (era una dictadura, y encima tampoco había internet, ni twitter, ni nada!). Tendría una pinta así aquella #FotocopiadoraVintage a la que la gente llamaba «Vietnamita».
Escribían el texto en una máquina de escribir, hacían las copias en la vietnamita, y luego en coche las llevaban a Perpiñán, pasando la frontera. De ahí las mandaban por correo a París, donde el editor de Arcadie las enviaba de nuevo a los suscriptores en España.
Además tenían que usar pseudónimos, para evitar complicaciones por si alguien interceptaba la publicación. Armand firmaba como «Roger de Gaimon», y Francesc como «Mir Bellgai».
¡AQUELLO ERA UNA PELÍCULA DE ESPÍAS!
Y acabaron descubriéndoles... un día Armand recibió una llamada en su casa preguntándole por la revista. Reconoció al otro lado a uno de los comisarios especializados en perseguir disidentes...
Fue necesario cerrar algunos grupos, porque el riesgo era demasiado grande.
Fue necesario cerrar algunos grupos, porque el riesgo era demasiado grande.
Después de la muerte de Franco, el MELH podía permitirse ir saliendo de la clandestinidad, y en 1975 se convirtió en el @fagc_catalunya, el Front d'Alliberament Gai de Catalunya. A partir de entonces serían muchas las entidades que irían apareciendo por todo el territorio.
En 1977 publicó su Manifiesto, que aún sigue esperando que se aprueben algunas de sus reivindicaciones. Es, sin duda alguna, el texto político LGTB más importante que se ha escrito en nuestro país.
En los primeros Orgullos, 1977 en Barcelona, y 1978 en muchas más ciudades, como Madrid y Sevilla, había dos cánticos que me gustan especialmente: «Qué demasiao, todos los peligrosos nos hemos juntao», y «No somos peligrosos, somos cachondos».
Tuve la suerte inmensa de conocer a Armand hace ahora un año, cuando estaba yo investigando cosas para mi libro sobre la Historia del Movimiento LGTB en España. Esta foto con él la tengo enmarcada en casa, porque fue un día súper emocionante para mí.
Y esta es la historia de uno de los #MariconesDeAntaño más importantes, porque sin él nuestras vidas ahora posiblemente serían muy diferentes. Otro día os cuento más de como siguió la historia, porque recordad: #DeAquellosPolvosVienenLosNuestros.
¡Disfrutad de la tarde!
¡Disfrutad de la tarde!
