Aquí van algunas curiosidades sobre lo que era volar en avión en los años 30. Con apenas 20 años de historia, los aviones de pasajeros estaban todavía "en pañales"... Eso que vemos en la foto es el interior REAL de un avión de la época. Va hilo. 
Esa época supuso avanzar pasos de gigante en la expansión de la industria aeronáutica, con una cantidad de gente usando aviones desde los 6.000 VALIENTES al año en 1930 al 1.200.000 en 1938.
En aquel entonces, los aviones caían cientos de pies al azar (ya había bolsas de mareo debajo de los asientos...) y los despegues suponían un verdadero riesgo de sordera para los pasajeros.
Un vuelo en un avión Ford Tri-Motor, por ejemplo, midió 120 decibelios en el despegue, 40 decibelios por debajo del nivel que daría lugar a una pérdida auditiva permanente.
Tal era el ruido, que debido a él, los asistentes de vuelo tenían que hablar a sus pasajeros a través de megáfonos. #TrueFact
El diplomático y cónsul británico Sir Robert Hodgson recién llegado a Croydon desde Paris en un vuelo de Imperial Airways en 1938.
Volar era cosa de ricos entonces. El precio medio de un billete normal rondaba la mitad de los que costaba un coche nuevo.
Por eso, a pesar de que crecía en números la cantidad de viajeros, la mayoría de desplazamientos se realizaban en tren o autobús.
La ruta más larga disponible era la que unía Londres con Brisbane (Australia). El vuelo costaba 20.000$ de la época debido a la inflación. (N.del A.: un coche eran sobre 500$).
Eso sí, el vuelo que hoy dura 22 horas, entonces tenía 24 paradas programadas y se tardaba en completar 11 días.
En la imagen, pasajeros de un vuelo de American Airlines esperando para subir al avión. Año 1930.
La tripulación del Imperial Airways «Heracles» en el Aeródromo de Croydon en 1937, antes de un vuelo durante el cual el avión celebró completar un millón de millas en servicio.
Pasajeras embarcando en el aeropuerto de Tempelhof, Berlín. Año 1938
Eleanor Roosevelt (a la derecha) se muestra aquí en 1933 a bordo de un avión de pasajeros que se suponía que la llevaría a Chicago, pero el mal tiempo la obligó a tomar el tren.
En aquel entonces los cambios y cancelaciones se hacían casi-casi sobre el terreno.
Una verdadera aventura montar en un avión durante la primera mitad del siglo XX. Debemos ser conscientes de lo que se ha avanzado en ese sentido.
Alguien nacido en el 1910 que quizá ni supiera que existían los aviones, vería a los 51 años cómo un hombre orbitaba la Tierra o poco más tarde cómo el ser humano llegaba a la Luna. Pongan eso en perspectiva, damas y caballeros, y celebren el tiempo en el que vivimos.
¡Fin del hilo! Espero que os haya gustado.
