Que la privacidad dejará de ser un derecho para convertirse en un bien de lujo por el que habrá que pagar, se ve claramente en el negocio de los seguros de vida. Abro hilo 👇
acaba de lanzar vidaMovida, "el primer seguro de vida que te paga por andar". Lo argumentan en términos de mérito: tu esfuerzo por cuidarte debe tener una recompensa, no es justo que pagues lo mismo que alguien que no se mueve del sofá
te promete un informe "gratuito" y en tiempo real sobre tu estado de salud, haciéndote recomendaciones basadas en opiniones expertas sobre cómo mejorar tu estado físico (cosas que ya teníamos yendo al médico, por cierto)
gracias a su app "Quiero cuidarme" nos dice cuál es nuestro "Índice de Vida Saludable"; que no es más que una forma de ensayar cómo clasificar a la gente en función de sus hábitos de vida
Y hay muchas más ejemplos, sobre todo fuera de nuestras fronteras. Todos tienen en común que nos prometen algún tipo de recompensa a cambio de una completa monitorización sobre qué hacemos en nuestro día a día y cómo nos cuidamos
Siempre bajo la óptica de la individualización de la responsabilidad: si no te cuidas lo suficiente es porque no quieres, porque no te esfuerzas lo suficiente; da igual que tengas a tu cargo personas dependientes o un trabajo precario que te impide el ocio
Esto inaugura una dinámica peligrosa: primero comienza con pequeñas recompensas (si nos dejas espiarte te damos informes gratis), luego con descuentos más jugosos (¡corre más de 5km a la semana y llévate un 20% de descuento en nuestros seguros!) y acaba en lo peor:
si no permites la monitorización total de tus hábitos de vida (cosa a la que seguiremos teniendo derecho), el precio del seguro de vida será totalmente prohibitivo (porque a saber qué haces con tu vida)
Y por el camino habremos convertido a la privacidad en un bien de lujo, ya que el negarse al espionaje de la vida tendrá un sobrecoste sólo asumible por las rentas más altas.
