Esta mañana he presenciado una escena horrible de #violenciamachista e institucional. Estoy en una comisaría. Llega una mujer joven nerviosísima, con un cuadro de ansiedad y un bebé. Abro hilo 👇🏽
Cuenta a los policías que su pareja, y padre de su hijo, ha llegado esta mañana a casa muy drogado, después de toda la noche de fiesta. Les ha amenazado al niño y a ella y ha destrozado cosas.
A partir de ahí, todas las preguntas la cuestionan a ella: “¿Cuánto tiempo lleva con él?” “¿Usted sabía que tiene un problema con las drogas?” Y la mejor: “Si sabe como es, ¿por qué sigue con él?”
Aun así, ella sigue decidida a denunciarle, lo explicita varias veces. Quiere que se vaya de casa y no consigue echarle, es agresivo. No quiere que su hijo viva más ese infierno.
Tras más preguntas y poca empatía, la conclusión del agente que la atiende es que no puede denunciar, que ellos no pueden hacer nada. Que “drogarse no es delito” y que “tiene el mismo derecho que ella a vivir en la casa”.
La mujer se marcha peor de lo que ha llegado, sin denuncia y con una situación de indefensión total. Vuelve con su bebé a la casa donde le espera su pareja, drogado y violento.
No quiero ni imaginarme el final de esta historia. Luego que si “denuncia”, que si “hazlo por ellos”, que si “no estás sola”. Una mierda.
Urge personal formado en violencia machista en todos los ámbitos: policial, judicial, educativo, asistencial. Mientras tanto, seguirán matándonos.
