Thread by @RafaelPoulain

Pongan atención que hoy les voy a contar la historia de “Chuck” Wepner, el hombre que inspiró las películas de Rocky.

Nuestra historia empieza el 26 de febrero de 1939 en Bayonne, New Jersey, cuando nace Charles Werner, hijo de Dolores Hrynko y Charles William Wepner, él inmigrante ucraniano y ella inmigrante de Bielorrusia.

Bayonne era un pueblo que tenía una base naval, además de un puerto lleno de barcos locales, era un lugar lleno de marineros, bares y peleas, ahí aprendió a pelear ya que en palabras del mismo “Chuck”, la vida en Bayonne era dura.

Además vivía en una casa que pertenecía a sus abuelos, así que sus padres, sus abuelos y él, compartían todos los espacios de la pequeña casa. Eso hizo que Chuck buscara no pasar tiempo en su hogar y se dedico a practicar deportes.

En cuanto pudo se alistó al cuerpo de marines y ahí empezó a practicar box de manera formal, se inscribió al equipo de boxeo y cuando se subió al ring por primera vez, su contrincante le puso una paliza, Chuck estaba cubierto de sangre pero seguía peleando.

Eventualmente su contrincante se cansó y Chuck que seguía de píe logró derrotarlo por knock-out, poca técnica y mucho corazón era el estilo que tenía Werner aquellos primeros días, pero ese corazón lo llevó a ser campeón de boxeo entre los militares de su base.

A los 25 años, Chuck se volvió boxeador profesional y su primer pelea fue contra George Cooper, durante la pelea Chuck fue herido en la ceja en el primer round, de nuevo terminó cubierto de sangre pero resistió los golpes de su oponente y en el tercer round logró ganar la pelea.

“El Sangrador de Bayonne” lo apodaron debido a que siempre terminaba golpeado, con heridas en las cejas y lleno de sangre, todo eso en los primeros rounds y aún así lograba ganar sus peleas. al menos 4 de las primeras 6 (dos fueron empates)

Pero de 1965 a 1966 tuvo 6 peleas de las cuales perdió 2, una de ellas de manera humillante en el 1er round y así transcurrieron varios años, su carrera no despegó, pero lograba ganar la mayoría de sus peleas en los últimos rounds gracias a esa resistencia para recibir golpes.

Pero así como recibía golpes por su falta de técnica, salía a atacar, era un boxeador frontal y agresivo, pero desconocido, que no salía de pequeñas arenas locales aunque dentro del mundo profesional, su gran oportunidad llegaría contra una leyenda, George Foreman.

La pelea sería en el Madison Square Garden, y Chuck fue elegido por ser un peleador “peldaño”, es decir, un oponente que no representaba peligro alguno para un boxeador cuya carrera fuera ascendente o necesitarán seguir en ritmo.

La pelea, empezó y Foreman aprovechó los espacios que daba Chuck para ser golpeado, como siempre terminó con una terrible herida en la ceja pero sorprendiendo a todos por su capacidad de recibir golpes sin ser noqueado.

Desafortunadamente los jueces detuvieron la pelea en el tercer round debido a la herida de Chuck.
Y así se pareció terminar la carrera de este boxeador que nunca pasó de pequeñas peleas con boxeadores que iban subiendo, pero entonces en 1975 pasó algo increíble.

Le ofrecieron 100,000 dólares por una pelea en el Richfield Colisseum de Ohio, a su rival le darían más de un millón de dólares pero eso no importaba, Chuck jamás había recibido tanto dinero, además no era bueno, por eso le sorprendió que a sus 35 años le hicieran esa propuesta.

Pensó que su rival tenía que ser alguien importante, ya que la suma que le ofrecían era mucha para ser un peleador mediocre, en principio se alegró pero esa felicidad se desvaneció cuando supo el nombre de su rival, ese hombre era el legendario Muhammad Ali.

Chuck se entrenó como nunca para la pelea que se llevaría a cabo el 24 de marzo, sabía que se enfrentaría a un gran oponente al que no tenía la mayor posibilidad de derrotar pero por otro lado no tenía nada qué perder y todo qué ganar.

Ali era un monstruo arriba del ring; simplemente era invencible, era ágil, fuerte, grande, rápido, y Chuck era todo lo contrario.
Un día antes de la pelea su entrenador le dijo que si bien Muhammad era el rey del ring, él era el rey de las trampas así que el combate era parejo.

Y llegó el día de la peleá, Chuck no tenía talento, no tenía habilidad, era lento pero peleó con corazón ese día, e incluso hizo algunas trampas ya que constantemente golpeaba a Ali detrás de la cabeza (“rabbit punches”).

Era la única manera en que podía golpearlo.

Cada golpe de Ali, era devastador pero Chuck resistía de pie, el público estaba sorprendido, ya habían pasado varios rounds y a pesar de que no podía ni tocarlo ya que Ali lo esquivaba constantemente, Wepner no se rendía.

Round tras round, Wepner fue brutalmente castigado, se dio cuenta que sólo con trampa podría derrotar a Alí y en el noveno round le piso el pie, Ali se sorprendió y Chuck lo golpeó justo en el momento en que retrocedía.
El legendario Muhammad Ali estaba en la lona.

Todo había terminado, se veía campeón del mundo, era una historia épica pero sólo duró unos segundos, Ali se estaba poniendo en pie, y estaba furioso, sabía que le habían tratado de hacer trampa y se disponía a destrozar al pobre Chuck que asustado se pegó a la esquina del ring.

El siguiente round (10) Muhammad le puso una golpiza, pero Chuck no se rindió, el onceavo de nuevo fue duramente castigado, lo mismo los tres siguientes, el público estaba sorprendido, Chuck sorprendentemente llegó al quinceavo y último round dispuesto a dar una sorpresa.

Golpeado, adolorido y destrozado, Chuck se lanzó con todo lo que le quedaba (que no era mucho) y a 20 segundos del final logró acertar un golpe en el rostro de Ali.

En ese instante el público enmudeció ya que Muhammad Ali estaba...

Como si nada, Chuck con toda su fuerza no le hacía ni cosquillas, Ali de nuevo lo masacró a golpes y a segundos del final, el juez detuvo la pelea, ya era demasiado castigo, todo había terminado.

Wepner había perdido.

Ali festejaba pero Wepner sonreía, había logrado lo imposible, le duró una pelea completa a Muhammed Ali y eso era un gran triunfo, gente de todo el mundo vio cómo un boxeador desconocido y enfrentaba valientemente a un rival claramente superior.

Todo mundo supo su historia y...

Una de esas personas era un actor mediocre de Hollywood, que ante la falta de oportunidades hizo cine porno para poder comer, esa pelea le cambió la vida y empezó a escribir un guión inspirado en la historia de Wepner.

Ese actor porno era Sylvester Stallone.

Sylvester dijo que la película no estaba basada en Wepner aunque lo invitó a salir en la segunda,

Pero Chuck que se había vuelto famoso se la pasaba drogado, en lugar de aprovechar esa fama, se la pasaba en fiestas y nunca pudo cerrar el trato con Stallone.

Aunque Chuck sí asistía a eventos y peleas de exhibición como cuando peleo contra el luchador André “The Giant”.

Stallone se la pasaba diciendo que la historia de Chuck no la copió, pero tras ver Rocky 3, Chuck lo demandó.

Y es que en Rocky 3, un veterano Rocky Balboa se enfrenta a un luchador enorme (Hulk Hogan), así como Chuck en la vida real contra Andre “The Giant”.

Al final Stallone le pagó dinero y se arreglaron fuera de la corte.

Chuck hoy vive de firmar autógrafos en convenciones, de dar entrevistas y de recordar cómo desaprovechó esa segunda gran oportunidad que tuvo.

Al final...

Mucha gente pasa su vida esperando una oportunidad para lograr algo y cuando llegan la desperdician.

No sean como Chuck, si les llega una oportunidad no la desperdicien y si no les llega búsquenla o háganla ustedes mismos, pero no desperdicien un sólo día más de sus vidas

Fin.