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¿Cómo es la hiperinflación en Venezuela? Esto desde un punto de vista práctico de alguien que va a comprar comida y algunas otras cosas (hilo)
Para poner en contexto, el sueldo mínimo en este momento son Bs 18.000, un aproximado en dólares de US$ 5,47 al mes. Un jugo de naranja de 2 litros vale unos Bs. 5.000 y un café grande si se encuentra barato son Bs. 2.500. Un sueldo mínimo son poco más de 7 cafés y casi 4 jugos.
Esto lo coloco como referencia para situarnos en una realidad que es realmente demoledora. Creo que hay que hacer algunos acercamientos a nuestra cotidianidad para que la gente entienda mejor las cosas. A veces los números son complicados de colocar en contexto.
Lo normal en estos momentos es que cuando la gente tiene algo de dinero en efectivo o en el banco, por su sueldo o ingresos extras (practicamente todo el mundo debe buscarlos), se tiene que gastar de inmediato. La gente va y compra comida en lo que tiene el dinero.
Se hacen muchas compras pequeñas y las personas chequean precios en diferentes lugares. En medio de esta situación han aparecido muchos minimercados que tienen variedad, dentro de lo esencial para comer, sus precios están reflejados en bolívares pero basados en el dólar.
Los precios han subido tanto que es imposible seguir el ritmo, es fácil confundirse. De hecho lo primero que uno piensa es que todo está muy caro. Los hábitos de consumo varían y aunque uno pueda tener el dinero para comprar algo, muchas veces decide que no
Los productos generalmente ya no marcan el precio en el empaque y se ven pequeñas filas frente a lectores de código de barras para, entre todos los que estamos cerca, sorprendernos del precio. Debajo, o al lado, van quedando gran cantidad de productos excomulgados de la compra.
En la calle ves a personas con pequeñas bolsas, han comprado dos o tres cosas. Es raro que uno vea gente con muchas bolsas o compras grandes. Aquellos momentos del carrito lleno, no ocurren con mucha frecuencia.
Ya no se trata de recordar un precio o tener una perspectiva de cuando algo es barato o caro. Es complicado tomar la decisión de comprar basado en el precio, el meme ese de las cuentas, se queda pendejo. Hay que evaluar si el producto es un lujo o no, si el precio tiene lógica...
... si más personas de la familia lo van a disfrutar, el contenido calórico, la empatía que sientes hacia las personas que no lo pueden comprar "no es momento para estas vainas", la calidad, la marca, el precio en dólares, la probabilidad que no lo vuelvas a encontrar, etc
Al bolivar le han quitado 3 ceros hace unos 10 años y hace poco le quitaron 5 ceros más. Hay 3 conos monetarios diferentes "activos" y muchas personas no terminan de acostumbrarse o entender que es lo que pasa. No existe ninguna capacidad de ahorro, y el efectivo es escaso.
Si antes salias a comer todos los fines de semana, quizás y con suerte, lo haces una vez al mes. Aquellos que compraban whisky se han pasado al ron, los que tomaban ron se pasaron al cocuy, y los que tomaban cocuy no se pa dónde se irían.
En los sueldos no hay hiperinflación, no hay manera que pase, todo el sistema productivo se encuentra comprometido y los números sencillamente no dan. Y aunque pueden existir aumentos considerables de sueldo, al ocurrir los mismos, se dispara nuevamente la inflación
Es una carrera demencial. He tratado de hacer un hilo más o menos mostrando la parte práctica de lo que ocurre, dejando por fuera muchas situaciones. El problema de todo es que esto resulta demoledor para muchas personas y familias. En especial para los jubilados...
... o gente que depende solo de un sueldo en una empresa u organización. Mucha gente se encuentra encerrada en este ciclo y su sueldo o pensión compra cada vez menos cosas. Muchos padres, ingenieros o médicos, dedicen no cenar para poder dar de comer a sus hijos.
Las personas que tienen trabajos independientes o reciben algún ingreso o remesa en dólares, puedes transitar la realidad con un poco más de seudocalma. Sin embargo, la presión es tanta que mucha gente se confunde y las decisiones de compra no siempre son las más lógicas.
El ahorro no existe. Pocas personas compran otras cosas que no sean comida, la ropa se cambia mucho menos que antes, comprar un electrodoméstico es algo que la gente posterga y posterga. Mucha gente piensa en dólares.
A la gente mayor le cuesta mucho más todo. Los más extrovertidos piden ayuda o consejos en la fila para pagar, otros pasan el producto por el lector de código de barras y al ver el precio sus ojos se llenan de un vacío y una indignación y una incomprensión que nunca había visto
Y como sus hijos y nietos ya no están porque se fueron a Chile, España, Colombia o EEUU, les toca ir a ellos con parte de su remesa a enfrentarse a la bestia de la hiperinflación, solos, con un paso lento, desorientados al ver marcas chinas falsas, algunos con calculadoras...
... cambiar sus hábitos de consumo al final de su vida, dejar productos en la caja, sacar la tarjeta, olvidar el pin, pasar la segunda tarjeta, con una sola no alcanza para comprar el pan, el queso, la lechuga y el pollo. El pollo va para la segunda tarjeta...
... y cuando pasan las dos tarjetas y el banco decreta "aprobado", la felicidad infinita que dura 7 segundos, lo lograron esta vez. Solo les quedó la carne molida y 1 kilo de pasta sin poder pagar. A la salida del local les piden la factura y les miran las bolsas...
... no sea que estos jubilados quieran robarse un poco de parmesano para la pasta que ya no podrán preparar.
