Thread by @losnuevemundos

- Freya y los enanos -

Este mito narra como Freya consiguió su preciado y hermoso collar de ámbar y oro, Brisingamen, adorno con el cual se identifica en muchas ocasiones a la propia diosa.

El mito aparece al principio de “Relato de Sörli”, un texto de finales del siglo XIV, realizado en Islandia. El mito consta de dos partes. La primera parte comienza realizándose una descripción del lugar donde acontece la acción, y los personajes que entran en escena.

Al este del Vanakvísl, nombre con el que se conocía antiguamente el delta del Don, en Rusia, se encontraba Asiaheim, nombre usado en las sagas vikingas para denominar el mundo de los dioses. Su capital era Asgard, y allí gobernaba Odín.

Snorri Sturluson daba a los dioses un origen asiático, por esta razón cuando se menciona Asgard en las sagas se dice que está en Asiaheim, en Asia.

Sin embargo en los textos de las eddas simplemente se menciona Asgard como el mundo de los dioses, uno de los nueve sobre Yggdrasil, y no se le da mayores complicaciones. Digamos que por una parte tenemos una localización mítica y un intento de darle una real.

En Asgard, existía un importante centro donde se realizaban sacrificios, y para regentar este lugar, Odín nombró sacerdotes a Njördr y Frey, padre e hijo. Njördr también tenía una hija, se llamaba Freya, diosa del amor, quien acompañaba a Odín y era su concubina.

Entendemos que Freya era amante de Odín. Una forma de aumentar el patrimonio de un hombre, era poseer varias concubinas. Las mujeres no podían permanecer solas y con estas prácticas se les brindaba seguridad y protección.

El concubinato, era un método común para forjar alianzas y vínculos en el mundo nórdico. Un viejo proverbio decía: “mejor concubina de un hombre importante que mal casada”, la frase ilustra bien lo que ocurre, y con esto vemos que estas prácticas eran comunes entre los vikingos.

En Asgard, vivían unos enanos: Álfrigg, Dvalin, Berling y Grér. Los cuatro vivían cerca de la casa de Odín, eran tan hábiles en las labores de herrería que destacaban en todos los ámbitos. Vivían en una casa de piedra, y se dice que entonces se mezclaban más con los humanos.

La casa de piedra, a la cual se hace mención, es una vivienda construida bajo tierra, puesto que los enanos frecuentaban estas zonas. No les podía dar la luz del sol, ya que esta los convertía en piedra.

Se dice que antes se mezclaban más con los humanos, por lo que el narrador parece intentar estar dando una justificación de porque no se veían ya enanos. Eso, y su vez, da antigüedad al mito, haciendo entender que esto pasó hace mucho tiempo, cuando se veían enanos.

Odín amaba mucho a Freya, pues era la más hermosa de las mujeres en aquella época, de aquí que también fuera nombrada diosa de la belleza. Freya poseía una casa y era tan bella como segura, y se decía que solo Freya podía abrir y cerrar su puerta. Nadie entraba sin su permiso.

Esta casa a la que se hace alusión es la "skemma", una zona, anexa a la casa de un señor, en este caso, un rey. Esta zona anexa servía como gineceo, era un lugar personal para las mujeres. A veces podía desempeñar las funciones de almacén.

Hacemos una breve pausa en la narración del mito para centrarnos en dos detalles que se han visto hasta ahora. ¿Freya concubina de Odín? ¿Freya viviendo en una casa anexa a un gran palacio que no le pertenece? ¿No era Freya amante de Odín y vivía en un palacio, en Sessrúmnir?

¿Desde cuándo la gran diosa Freya, aquella mujer orgullosa que decidía sobre su futuro, se encuentra ligada a un hombre de esta forma y se presenta además por debajo de este, y no es mínimamente su igual? Esta Freya no parece la diosa que la mitología nos ha mostrado siempre.

¿Qué ha pasado? Este mito fue redactado en el siglo XV, época cristiana, como “Los Sarcasmos de Loki”, donde casualmente también se desprecia a la diosa, tratando con desprecio a Freya porque fuera amante de los dioses, el mito del collar también fue alterado por el cristianismo.

Freya jamás sería concubina de un hombre, ni siquiera de Odín, jamás se encontraría por debajo de una persona, ni siquiera se encuentra por debajo de su amado Ódr. No es Freya quien se deja hacer por las exigencias de sus amantes, son los amantes de Freya quienes caen ante ella.

Así nos muestra la mitología a esta diosa. Freya no necesita vivir en ninguna pequeña casa sin importancia, ella tiene un gran palacio donde es reina. La mitad de los muertos llegan a este, en Fólkvangr, extensión de terreno que controla en Asgard. Hasta este punto es importante.

Los cristianos nunca sintieron mucha simpatía por la diosa, así que en este mito prácticamente la rebajan a ser una simple concubina, descartando el simbolismo que la propia diosa poseía como mujer independiente y libre.

Para los cristianos, Freya era una ramera, así lo dice un verso escrito por Hialti Skeggiason en el siglo X: “No quiero honrar a los dioses, una perra me parece Freya”. Este verso lo recitó delante del Thing, el consejo de los hombres, lugar donde se reunían para parlamentar.

Cuando iba de regreso a su casa, Freya se encontró con que la entrada que daba a la casa de piedra, allí donde vivían los cuatro enanos, estaba abierta. La diosa vio que estaban forjando un precioso collar de oro, y este collar estaba casi terminado.

A la diosa le gustó el collar que estaban creando, y a los enanos les gustó la hermosa diosa que permanecía quieta en el umbral de su hogar.

El collar del que aquí se habla, es el collar Brisingamen, uno de los símbolos de la diosa Freya. El collar estaba hecho también con piezas de ámbar.

Freya intentó comprarles el collar a los enanos, y para ello ofreció plata y oro. Los enanos afirmaron que no necesitaban nada de lo que ella ofrecía, pero que sin embargo querían un pago por su trabajo. Así pues le propusieron a la diosa que pasara una noche con cada uno.

Este fue el trato, le pareciera a Freya bien o no, los enanos no pensaban cambiarlo. Sin embargo no hubo problemas, la diosa deseaba tanto aquel bello collar que accedió. Una vez se hizo el pago, los enanos entregaron gustosamente como parte del trato, el precioso collar de oro.

Después Freya volvió a su casa, a aquella estancia anexa al palacio de Odín, y permaneció allí como si jamás hubiera ocurrido nada. Ella ya poseía su preciado colgante, por lo que Freya era feliz.

En esta segunda parte, se describe a un nuevo personaje y a la familia de este. Dicho personaje entra ahora en escena, y será muy importante para el reto de la trama.

Un gigante se llamaba Farbauti, era campesino y su anciana esposa se llamaba Laufey, quien era tan delgada que también la llamaban Nal. Ambos tuvieron un hijo, no de gran tamaño, el cual se llamaba Loki, y poseía un carácter vivo y una lengua afilada.

Farbauti significa: El que hiere gravemente.

Laufey significa: Frondosa.

Nal significa: "cadáver", es decir, Laufey era tan delgada como un cadáver. También puede significar "aguja", en cualquiera de los dos casos hace referencia a la complexión de la giganta.

Loki era un gigante, y estos eran seres de gran tamaño, parece que quieren dar a entender que entre los gigantes, Loki era uno de pequeño tamaño, en comparación a los de su raza.

Loki poseía ese tipo de intelecto que llamaban astucia, y por ello lo llamaban Loki el Artero. Un día, el dios se dirigió a caballo hasta Asgard para presentarse ante el dios Odín, y así fue como se convirtió en uno de sus hombres.

Odín siempre le consultaba todo lo que hacía, e imponía a Loki duras pruebas de las cuales Loki salía victorioso o mejor parado de lo que se esperaba. Loki conocía casi todo lo que ocurría, y casi todo se lo contaba a Odín.

Por ello, Loki sabía lo que hizo Freya y cómo consiguió su collar. Se lo contó a Odín, y cuando este lo supo, le dijo a Loki que debía hacerse con ese collar y entregárselo. Loki respondió que no sería fácil, pues nadie podía entrar en la casa de Freya sin el permiso de la diosa.

Sin embargo, Odín insistió, y le dijo a Loki que no volviera si no era con el collar. Loki se asustó ante la ira de Odín, y se fue de su presencia en busca de ese collar. Loki veía que poseía escasas posibilidades de triunfar en su empresa, pero lo intentaría.