- "La verdad es que vamos para unos 20 años", contesta otro.
Carcajadas para pasar el momento de tensión.
El camino continuó.
Dentro del vehículo, la mayoría descansaban, otros leían.
-No, señora. La orden es no dejar pasar a nadie- dijo el militar.
Pólvora, el baqueano, comenzó a pensar en una solución.
- Bienvenidos al arrozal - exclamó cuando los miembros de @LaboCiudadano llegaron a un nuevo escampado.
La nueva ruta incluía cruzar una plantación de arroz.
-"Algún día esta frontera no estará cerrada y no tendremos más problemas. Y no tendremos guerrilla".
El policía respondió con una sonrisa.