,
15 tweets,
4 min read
Read on Twitter
Ayer, mi TL ardía con eso de que los jueces tenemos apellidos largos, somos hijos de jueces, venimos de la aristocracia y odiamos a la gente sencilla. Todo a raíz de un artículo de uno que se define como periodista pero no se comporta como tal. Aquí hilo un poco de mí.
1) Soy el mayor de 4 hermanos, hijo de un funcionario de grupo B y una ama de casa. El sueldo de mi padre daba para vivir, pero sin florituras. Mi barrio era uno normalito, pero recuerdo de pequeño redadas policiales contra pescadores debajo de mi balcón y chabolas a 300 m.
2) Parte de mi ropa era heredada de primos y la mía pasaba a mis hermanos. Igual q los libros de texto. La compra grande en casa se hacía una vez al mes en el pryca y las pocas guarrerías q se compraban (galletas, magdalenas), al gastarse no se reponían hasta la siguiente compra.
3) Cada mes, me tenía q acostumbrar a un nuevo sabor de leche. Las llamadas a la novia desde la cabina, xa no gastar teléfono. Fuimos a colegios, institutos y universidades públicas (y x cada matricula de honor ahorré dinero en casa). Dejé de tener “paga” a los 14 años, porque...
4) ... a esa edad ya me puse a dar clases y lo poco q ganaba era xa mí. Así fue hasta q empecé a opositar, q volví avergonzado a “pedir” a papá para poder salir una vez a la semana. No tuve preparador, la saqué y ahora hay quien me llama casta xq vivo mejor q vivieron mis padres.
5) Lo hacen desde el PREJUICIO, al ver lo que tengo ahora y quien soy: será q siempre ha sido así, piensan. No se dan cuenta que el sistema de oposiciones, como dijo @Lapelo1, es uno de los pocos ascensores sociales q existen. Y eso fue lo q me encontré en la escuela judicial.
6) Mucha clase media, algunos con más posibles, otros con menos. Muchos con padres funcionarios q han mamado en casa lo de opositar. Más mujeres q hombres. El 75 % no teníamos juristas en la familia, y menos aún jueces. TODOS gente normal, con sus propias historias, muy variadas.
7) Entre ellos también había quien venía de estratos sociales altos, pero estos casi todos, claro, relacionados con profesiones jurídicas (abogacía, alta Administración). No recuerdo hijos de empresarios con dinero de familia, pero seguro que lo había, lo q tiene aún +mérito.
8) Porque lo normal si eres de familia muy acomodada es tirar de esa familia y sus influencias para ganarte los garbanzos, no pegarte cuatro años de tu juventud estudiando 10h al día para pelear en igualdad con miles de aspirantes a ser juez. Los que lo hacen, todos mis respetos.
9) Lamento esta exposición de mí, pero quería evidenciar con mi ejemplo y mis vivencias la falsedad de esas generalizaciones. Los datos estadísticos también las desmienten. Y no quiero q sea un alegato a favor de los “orígenes auténticos” o cualquier otra tontería al uso.
10) No tengo más mérito q otros q tuvieron más comodidades. Ni menos. Lo bueno de la oposición es q IGUALA. Estás tú y los libros. Punto. De hecho, lo tuve más fácil q otros q tenían familia propia y/o estaban trabajando a la vez. Yo me limitaba a estudiar en casa de papá y mamá.
11) Y seamos sinceros, mantener en casa a un hijo improductivo hasta los 28 años es algo que se puede hacer y se hace a menudo. Los estudios se suelen alargar, y la falta de trabajo hace el resto. Pero es verdad que hay quienes ni eso, que de verdad están en situación precaria.
12) Un buen sistema de becas permitiría también pescar jueces en estos estratos más desfavorecidos, más allá de supuestos excepcionales, q los hay. Pero habría q becar desde inicio. El que está en situación de ser juez/fiscal antes ha terminado instituto y Derecho. Se trataría...
13) ...de ponerlos en situación de poder plantearse esa opción como alternativa real. Pero ojo, eso pasa con jueces/fiscales y también, como recuerda @natalia_velilla, con muchísimas profesiones q requieren de un estudio intenso y prolongado. El problema es anterior y +profundo.
14) Así q menos demagogia: los jueces no nacemos en cunas de oro, sino mayoritariamente de la amplísima clase media. Las clases muy bajas tienen +dificultades, pero eso es común a muchísimas profesiones: para ellos, becas y mejoras socioeducativas. Gracias x leer hasta aquí. FIN
