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Como consecuencia de una persecución, la policía bonaerense mató a una niña y a tres niños. Sus muertes no pueden ser tratadas por las autoridades políticas como una tragedia en la que no tienen responsabilidad.
Sus muertes son consecuencia del endurecimiento de la política de seguridad y de los mensajes que alientan a que la policía dispare en cualquier circunstancia. También las persecuciones de autos a los tiros fueron avaladas en reiterados casos.
La tolerancia y promoción de estas prácticas conducen a que el Estado mate y a que la policía nos imponga el miedo.
Lo que ocurrió debe ser investigado y los responsables directos, sancionados. Pero no es suficiente con que las autoridades políticas pidan la detención de los involucrados: este hecho tiene que conducir a una reflexión sobre que el Estado debe, ante todo, proteger la vida.
Desde el CELS acompañamos a las familias de Gonzalo Domínguez, Camila López, Danilo Sansone y Rocío Guagliarello.
Mañana:
Convocan los Familiares de la Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil
Convocan los Familiares de la Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil
