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[HILO]Querid@s teban@s,en el hilo de esta semana estudiaremos las distintas panoplias de varios de los tipos de mercenarios de mayor renombre desde los siglos V-IV a.C.Colocaos vuestra panoplia y honremos a Ares/Marte/Melqart o a vuestra deidad de la guerra!Se agradecen los Rts🔁 
En este primer hilo de panoplias nos centraremos en la panoplia (armas y equipamiento) de íberos y celtíberos (caetrari, scutarii, jinetes y honderos baleares), galos (infantería ligera y pesada),samnitas y tracios (peltastas), comenzando de oeste a este
Los mercenarios íberos se caracterizaron por su arrojo y fiereza en combate, siendo por tanto una fuerza muy valorada para las grandes potencias militares que los reclutaron.Y es que Heródoto (VII.165) ya cita un contingente íbero participando en la batalla de Himera (480 a.C.)
que enfrentó a Siracusa y a Cartago. Sería en el contexto de la Primera y la Segunda Guerra Púnica (S.III a.C.)cuando el mercenario íbero alcanzaría su prestigio.Bien por necesidad o por espíritu belicoso,íberos y celtíberos de diversas tribus acudieron a puntos de reclutamiento
He aquí dos mapas que muestran la distribución de los tres pueblos ibéricos pre-rromanos. Como veis, coinciden prácticamente. A continuación analizaremos las panoplias de su infantería mercenaria, la cual alternaba elementos más comunes en un pueblo que en otro.
El caetrati fue el guerrero íberio por excelencia. Recibe su nombre de su escudo circular, caetra, hecho en madera y con un umbro metálico en el centro. La asidera era horizontal y su diámetro oscilaba entre los 50-70 centímetros (Tito Livio, Ad Urbe Condita, XXI,21)
El casco más común solía ser de cuero recubierto por dentro con un forro para la mayoría de los guerreros, siendo de hierro para los oficiales o nobles. La crin era a gusto del guerrero, predominando el rojo o el negro. Pero como veremos, no era el único tipo.
Los guerreros de etnia celta usaban mayoriamente un casco metálico acabado en punta, similares a los de tipo Montefortino romanos. De la misma manera, se han hallado en zona celtíbera yelmos hispano-calcídicos con carrileras laterales, adornados a veces con penachos de colores.
Otro tipo de protección ligera para la cabeza la conformaba la capucha coronada con una cresta, normalmente, roja. Tito Livio además narra que los turdetanos, tribu íbera sureña, vestían con una túnica blanca con ribetes rojos, careciendo de armadura.
En cuando a la armadura, era muy común la coraza de discos de bronce atada con correas que confería cierta protección sin renunciar a la movilidad. Además, también se han encontrado en zonas celtas restos de cotas de mallas o de armaduras de escamas.
Destaca además el exiguo uso de grebas, siendo éstas de bronce o incluso de piel animal (Diodoro, Estrabón, 3, 3.6), portando a veces sólo una única greba,normalmente en la pierna izquierda,la del escudo. Los guerreros íberos y celtíberos llevaban un cinturón decorado.
En el apartado de armas encontramos una gran riqueza. En primer lugar se aprecia el uso de la aterradora falcata, de origen fenicio o griego. De estilo curvo, estaba pensada para clavar y para dar tajos. No había dos iguales, pues los
herreros íberos la adaptaban a cada guerrero:la longitud de la hoja era la distancia entre el dedo corazón al codo de éste.Entre los celtíberos entró en desuso hacia finales del s.III a.C.y se podía encontrar un modelo temprano(empuñadura abierta) y uno tardío(empuñadura cerrada)
Otro tipo de espada fueron la de tipo Echauri o de antenas, de punta lanceolada y con un nervio centrar para darle mayor solidez. Su mayor característica reside en las volutas simétricas, o “antenas”. Se usaron fundamentalmente entre el 500 a.C. hasta finales del siglo III a.C.
Dos espadas más tardías, usadas desde finales del siglo III a.C. eran la de tipo La Tène (de origen celta y de morfología recta y de unos 60-90 centímetros;Polibio) y la bautizada por los romanos como gladius hispaniensis, una de las más mortíferas de la Historia.
De doble filo, su principal función era la de apuñalar al rival. Suele ser más corta que La Tène, pero por su versatilidad, eficacia y ligereza fue adoptada por los romanos en su panoplia.
Accesoriamente, los caetrati solían portar también un puñar bidiscoidal muy resistente e ideal para apuñalar, con diversos motivos en la empuñadura, o un cuchillo afalcatado, que también tenía fines funcionales de la vida diaria.
Por último, sabemos que los caetrati portaban al menos una jabalina que lanzaban cuando cargaban, como indica Estrabón (Geografía, III, 4.15), cuando indica que los astures y cántabros “actuaban como peltastas” contra los romanos de Augusto.
Y es que,de acuerdo a numeros yacimientos arqueológicos,se pueden distinguir dos tipos de jabalina.En primer lugar, la soliferreum (S. VI-III a.C),hecha en hierro en una única pieza. Al morir el guerrero, se incluía en su ajuar doblada e inutilizada,en señal de propiedad de éste.
Tito Livio(Ad Urbe Condita XXI.8)describiría con detalles la temible falárica,una jabalina usada por los saguntinos contra Aníbal,hiriéndolo en la pierna.Esto da idea de su origen íbero. De asta de abeto,era similar al pilum y solía envolverse en estopa y pez,para prenderle fuego
A continuación, pasaremos a analizar a la infantería pesada íbera o celtíbera, los scutarii. Como veréis, querid@s teban@s, comparten buena parte del equipamiento del caetrati, lo que permitirá acortar el análisis de su panoplia sustancialmente.
Así pues, era común que portasen equipamiento más ligero (cascos de cuero, túnica o coraza circular) o pesado (cota de malla, casco Montefortino adaptado por celtíberos). Su arma secundaria solía consistir en cualquiera de las espadas y puñales anteriormente señalados.
Sería la lanza (aprox. 2,50 metros) el principal compañero de refriegas, la cual contaba con una hoja lanceolada y un regatón a modo de contrapeso, junto a su principal distintivo: el escudo oval de madera decorado con motivos tribales, o scutum.
Este escudo es mencionado por Tito Livio (XXXVIII.2) y Posidonio (Diod.V.33),añadiendo su similitud al usado por los galos.Esto explica el origen eminentemente celta de este escudo. De unos 5-7 kilos de peso, medía unos 1,20 m. y poseía una asisera horizontal y un umbro metálico.
Estos guerreros eran muy ambivalentes,puesto que eran aptos para combatir tanto en formaciones abiertas y en guerrilla(táctica estrella de los caetrati)como en formaciones cerradas de muros de escudo.También gustaban de realizar cargas en cuña para romper líneas enemigas (cuneus)
,de acuerdo con Tito Livio (XL.40). Otra táctica, común a la infantería íbera era la “concursare”, es decir, cortar cargas a escasos metros de los enemigos para provacar que los persiguieren, para reagruparse y contracargar, buscando romper la cohesión de sus enemigos.
Las mejores pruebas del uso de este scutum, en pruebas gráficas, lo conforman “El guerrero de Osuna”, tallado en arenisca (porta capucha de cuero, falcata y scutum) y el Vaso del Guerrero, en el cual aparecen representados unos edetanos con scutum y lanzas.
Basándose en “El guerrero de Osuna”, la magnífica editorial de revistas de divulgación histórica, @DespertaFerro creó su logotipo. Podemos apreciar el casco-capucha de cuero con cimera roja, el escudo oval y la faltaca como arma.
¿Oís eso, querid@s teban@s? Es el galope tendido de la temida, veloz y ágil caballería íbera (Estrabón;Geografía III.4.18), la cual hacía uso de uno de los tipos de caballos más resistentes y rápidos, de acuerdo con Tito Livio.
De tipo ligera, esta caballería era experta escaramuceando al enemigo, lanzando jabalinas. Polibio (III.115) y Estrabón (III.4.18) añaden que también era frecuente que el jinete, o a veces su acompañante, descabalgara para luchar a pie, funcionando a modo de transporte de tropas.
Una táctica muy usada por los jinetes cántabros en las guerras cántabras (29 a.C.-19 a.C.) era el vistoso círculo cántabro, mediante el cual dos columnas de jinetes galopaban hacia los romanos en formación, lanzando una jabalina y replegándose hacia el lado exterior del campo
de batalla, formando un círculo, preparando otra jabalina y lanzádola cuando llegara su turno. Esta táctica es narrada por Flavio Arriano. Solían portar además una caetra, una espada como las anteriomente vistas y armadura ligera.
Para finalizar con las tropas ibéricas, es obligatorio hacerlo de una tropa de proyectiles, considerada de élite que, a pesar de lo básico y primitivo de su armamento, causó destrucción y muerte en los campos de batallas a partes iguales: hablo de los honderos baleares
Estrabón (III,5.1y menciona que Baliarides deriva del verbo griego “ballein” (lanzar). Domínguez Monedero nos dice podría venir del púnico “ba’lé”(maestro de) y “yaroh”(lanzar), teorías ambas que demuestran la importancia y utilidad de estos guerreros.
Diodoro de Sículo narra que desde pequeños los niños aprendían a usar la honda, ya que sus madre les colocaban alimentos en ramas o palos altos, permitiéndoles comérselos sólo cuando los derribaran.Normalmente, solían llevar tres hondas consigo,dependiendo del alcance necesario.
Una de ellas la llevaban al cinto, mientras que otra atada a la cabeza, además de la que usaban para lanzar piedras, a una distancia mayor que los arcos y con el poder suficiente para quebrar y romper escudos. Una anécdota que habla por sí sola del poder de los honderos la cuenta
Tito Livio, cuando menciona que en 123 a.C. eran capaces de hundir embarcaciones romanas lanzando piedras a la línea de flotación de éstas, rompiendo el casco. Para evitarlo, se tuvo que recubrir los cascos con pieles. Además, solían llevar puñales o dagas consigo, si bien su
principal función era lanzar piedras desde primera línea y replegarse cuando el enemigo se acercara. Fueron una tropa muy usada por Aníbal, que los consideraba insustituibles. Tras la Segunda Guerra Púnica, sería Roma quien contara con ellos como mercenarios.
Traspasamos los Pirineos cual Aníbal Barca y arribamos a la Galia,donde encontramos a otro tipo de mercenario que forjó su fama a base de fiereza y belicosidad:el galo.Indómitos durante siglos,conformaron una gran némesis para Roma, bien como pueblo libre, bien como mercenarios.
El galo tenía una panoplia simple, pero muy efectiva. En primer lugar, podríamos identificar a la infantería ligera, formada en su mayoría por ciudadanos que no podía costearse un equipo más pesado. Llevaban ropajes tribales de colores vivos, sin armadura alguna (Estrabón, IV.3)
así como un escudo, generalmente oblongo o rectangular (scutum). Como arma,usaban la lanza, y colgando de un tahalí a su cintura, una espada recta, mayoritariamente de tipo La Tène, cuyo tamaño fue creciendo a través de los años, como puede verse, pasando de 55 cms a unos 90 cms.
También se han encontrado restos de espadas de antenas, un tipo de espada más arcaica. Se cree que el uso de casco en estos soldados era minotario, siendo estos de tipo Montefortino o Agen adaptado con posibilidad de crin y de carrilleras a los lados
Las tropas más pesadas se diferenciaban de las ligeras en la armadura que portaban, cota de malla o corazas de bronce en su mayoría, además del uso, ahora mayoritario, de yelmo más o menos elaborados. Se aprecia por tanto, una panoplia puramente celta.
La caballería celta era muy preciada como tropa mercenaria, debido a su ligereza (formación abierta) y mortal lanzamiento de jabalina. Además, solían llevar una espada recta y un escudo más pequeño, apto para cabalgar. Los yelmos eran los habituales.
La principal estrategia gala era, según indica Julio César en “La Guerra de las Galias”, cargas frontales que buscaban romper las líneas, aunque también eran maestros de la guerrilla y con Vercingetórix, de tácticas de tierra quemada (quemar cultivos y puentes para desmoralizar)
No puedo acabar la parte celta sin mencionar antes una tropa gala super-ligera: los guerreros desnudos. Su panoplia se reducía al escudo ovalado, lanza y espada La Tène y casco (o no), luchando desnudo y luciendo tatuajes rituales que creían, los hacían invencibles.
Antes de pasar al Reino de Numida, quisiera comentaros la labor del bello e intimidante cárnix, trompeta de batalla de aprox dos metros que usaban los galos para dar órdenes en plena batalla, y hacerse oír por encima de las cabezas de los combatientes.
A continución, zarpamos hacia la Península Itálica. Historiadores clásicos como Tito Livio, Dionisio de Halicarnaso o Plinio el Viejo destacaron la agresividad y tendencia a la guerra de tribus itálicas como los volscos, lucanos o samnitas. Estos últimos fueron unos fieros
mercenarios, desde finales del siglo V a.C. (para Cartago, polis griegas, etc...) hasta el 241 a.C., cuando tras el tratado de paz de la Primera Guerra Púnica se le prohibió a Cartago reclutar mercenarios itálicos, lo que conllevó el declive de estos mercenarios.
La panoplia de los samnitas era muy peculiar, pues se ven ciertas influencias griegas. Portaban cascos de bronce italo-calcídicos, decorados con plumas o penachos coloridos, o cascos áticos. Sus escudos eran circulares (hoplon) o rectangulares (scuta)
estando éstos decorados con motivos tribales. Vestían una túnica corta, sobre la cual llevaban una coraza de bronce, de dos tipos: trilobulada o anatómica corta (imagen). Las grebas eran portadas por aquellos que podían permitírselas. Destaca también el uso del cinturón samnita,
símbolo de virilidad. Su armamento consistía en lanzas y en dos jabalinas más cortas(teretes y aclydes), siendo de menor uso las espadas cortas. Los samnitas eran expertos en tácticas de guerrilla, como demostraron en las Guerras Samnitas. Formaban en cohortes de 400 hombres,
divididos en manípulos (Tito Livio). Aunque llevarán un equipamiento pesado, eran más móviles y maniobrables que los hoplitas, lo que les valió ser unos mercenarios muy valorados. Para finalizar el hilo, ensillaremos nuestra montura hacia la salvaje Tracia.
De Tracia eran oriundos uno de los mercenarios más usados por los ejércitos helenos: los peltastas tracios. Jenofonte (Anábasis, I.II.9) cita que 800 peltastas tracios acompañaron la expedicion de los espartanos a Asia, al mando de Clearco de Esparta.
Jenofonte (VII.IV.4) y Heródoto (VII,75) coinciden en que portaban capas multicolores de un tejido áspero, botas de piel y que usaban clámide, es decir,eran escaramuzadores ligeros especialistas en lanzar jabalinas. Su nombre proviene de su escudo de madera,la pelta (media luna).
Podían portar un puñal para defenderse, pero sería al mando del strategos ateniense Ifícrates cuando estos peltastas serían verdaderamente temidos, ya que supo explotar su potencia de fuego y agilidad para tender emboscadas a sus enemigos.
Además, Ifícrates llevó a cabo una revolución del hoplita ateniense y peltasta tracio, dotándoles de cascos (pilos, en su mayoría) y de espadas cortas o lanzas largas para protegerse mejor, pudiendo actuar como infantería ligera si era necesario (Jenofonte, Helénicas)
Mercenarios, hijos de Ares/Marte/Melqart, perros de guerra... calificativos para referirse a bravos guerreros que, ya por necesidad o por belicosidad y algo de oro extra, cambiaron la calma del hogar por la tempestad de la guerra. Sus dioses de la guerra se regocijan.
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