Thread by @FinisimaPersona

Menuda historia me acaba de caer en el inbox. Se las comparto en un hilo que, al menos, les permitirá matar unos minutos de aburrimiento. Remontémonos al lejano 2006, en la soleada metrópoli de Miami, Florida [SONIDO DE UN ARPA]…

De acuerdo, Miami no es siempre soleada, pero ese no es el punto. Por aquél entonces yo era el Director Editorial de ESPN Deportes, un título que había caído en mis manos hacía unos meses.

Un buen día recibí una llamada, seguida de un email, de un colombiano que afirmaba haber llegado recientemente a la ciudad, y que presumía de ser un periodista deportivo con buena trayectoria en su tierra natal. Solicitó un "feis tu feis" para mostrarme su trabajo, y accedí…

Al día siguiente el tipo (dejemos su nombre, de momento, en "Alejo"), con senda carpeta engargolada llena de recortes de prensa. La mayoría del contenido giraba en torno al club Independiente de Medellín, donde él había colaborado un buen rato como promotor mediático.

Los textos bien. Quedaba claro que Alejo era un apasionado del futbol, y que se expresaba elocuentemente por escrito, así que opté por darle una oportunidad con algunas secciones pequeñas. Hasta ahí todo normal.

Lo que me llamaba la atención fue la historia personal de Alejo, que me contó en un par de visitas adicionales a la redacción para proponer temas y revisar asignaturas. Me confesó que le urgía ganar dinero rápidamente pues había llegado a EEUU en calidad de asilado político.

"Publiqué ciertas cosas en la prensa de mi país y comenzaron las amenazas de muerte MUY serias en mi contra, así que solicité asilo en América… pero claro, prácticamente salí con lo puesto", afirmaba Alejo. Añadió que suplementaba sus magros ingresos trabajando de valet parking.

Semanas después recibí una llamada del tal Alejo. Prácticamente bufaba en el teléfono implorándole que le mandara un fotógrafo o un camarógrafo al restaurante de South Beach donde él estacionaba autos. Adriano Galliani, VP del AC Milán, comía ahí… y Alejo iba a entrevistarle.

Una exclusiva con el hombre que había guiado a los Rossoneri a obtener en ese entonces 7 títulos de Serie A y 4 Champions no podía desperdiciarse, claro. Le dije a Alejo que procediera con su entrevista, mientras resolvía el asunto de las fotos.

Le comenté al staff de la revista sobre lo que estaba ocurriendo. Debo aclarar que ni Beto (sub-editor) ni Alfonso (staff writer) tenían mucho afecto por el tal Alejo, pero lo mostraron vehementemente al poner en duda que la dichosa entrevista siquiera fuera verdad.

Conseguir fotógrafo en tan poco tiempo no era tampoco una labor fácil: producíamos poco material gráfico a raíz de los castigadísimos presupuestos de Editorial Televisa, teniendo que recurrir a servicios de imágenes y agencias noticiosas. Mandar fotógrafo era irreal.

Añado que hablo de 2006: los pocos celulares con cámara no podían producir imágenes con calidad para publicación. Aunque confieso que mi equipo ya me había sembrado con éxito las semillas de la duda, y sólo quería constatar que Alejo, en efecto, estuviera con el célebre Galliani.

Alejo hizo un par de llamadas más, antes de culmina la entrevista que según él iba de perlas. Pero tuve que decirle que NO había fotógrafo. Sin embargo, por política editorial, sí requería de una imagen de él con el entrevistado. Vilmente le pasé la bolita. Eres hábil, Antonio…

Alejo se infartaba. Decía que no tenía teléfono a la mano. Le pedí disculpas, pero no solíamos trabajar con esas exigencias de último minuto. Si quería ver publicada su labor, tendría que resolver lo de la foto, sorry not sorry.

Una hora después recibí una foto por email. El celular con el que se había tomado la imagen tenía una resolución paupérrima, pero los dos tipos de la foto en un suntuoso restaurante de South Beach eran Alejo (vestido MUY a la valet parking) y un señor calvo que parecía Galliani.

La foto no era publicable ni de broma… pero además era bastante inconclusa como prueba de que Alejo hubiera entrevistado a quien dijo haber entrevistado. No por la suerte de toparse al VP del Milan: los atletas europeos célebres siempre han abundado en Miami en esas épocas.

Así que le pedí al Director de Arte que buscara fotos de Adriano Galliani en algún servicio… mientras me daba a la tarea de confirmar con la oficina de prensa del AC Milan si podían corroborar que el dichoso señor había sido entrevistado informalmente en la fecha indicada.

sSuena feo el confesar que yo ya estaba compartiendo la suspicacia del resto de mi equipo a la hora de tratar con el dichoso Alejo, pero la verdad había un aura rara en torno al tipillo. Creo que todos hemos lidiado alguna vez con alguien así: gente que parece ocultar… algo.

Al final los del AC Milan confirmaron que, en efecto, il commendatore Galliani había hablado con un reportero colombiano durante sus vacaciones en Miami. Incluso solicitaron copia del artículo publicado, que les envié una vez que tuve la revista impresa en manos. Final feliz.

O más bien… no. Verán, el día de ayer, casi 13 años después de haber dejado la dirección de 'ESPN Deportes - La Revista', recibí un mensaje por inbox que me dejó pasmado.

Si son como el Peje y el inglés no se les da, la nota del Miami Herald afirma: COMENTARISTA DEPORTIVO COLOMBIANO RESIDENTE EN MIAMI ACUSADO DE HACER VIDEOS CON PORNOGRAFÍA INFANTIL HACE 15 AÑOS

Aquí el link de la nota: miamiherald.com/news/local/cri…

Resulta que esta fichita de tipo está acusado de grabar a dos adolescentes que trabajaban para el club de futbol Independiente de Medellín, por ahí de 2003-04. O sea, poco más de un año después de llegar a Miami alegando que era un "perseguido político en Colombia".

Yo prácticamente le tenía perdida la pista al tal "Alejo". Un amigo mío se lo topó en Yahoo Sports Miami por ahí del 2010, y aquél me había mandado saludar, al parecer agradecido por las oportunidades que le di con ESPN…

cHace poco más de un año "Alejo" me contactó por Messenger. Fue un largo mensaje donde me dijo que trabajaba como consultor en medios deportivos, y me pidió que lo apoyara con un video testimonial de unos 5-10 minutos para sus conferencias.

Solicitaba, en esencia, un recuento de cómo entró a colaborar a ESPN. Cómo tenía que trabajar de valet parking para abrirse camino en ese obligado "sueño americano". Cómo consiguió de la nada una entrevista que acabó siendo uno de los "features" de portada para la revista…

Naturalmente se lo envié. Y hoy no sé si era cierto lo de sus dichosas conferencias. O lo de las consultorías. Y si alguna otra sospecha manifestada por mi gente de ESPN tuvo fundamento.

Pero algo me queda claro: si lo de las acusaciones en su contra son ciertas… duro con él.

Porque ni siquiera sé si hay moraleja después de esta historia. Creo que seguiré dándole oportunidades a quien me las pida. Creo que seguiré creyendo que la gente es, en su mayoría, de fiar.

¡Ah, pero vaya que me va a costar trabajo!