Thread by @RafaelPoulain

Hubo una mujer que todos aseguraban que sería el próximo Steve Jobs, y ya verán qué fue de ella.

Así que pongan atención que hoy les voy a contar la historia de Elizabeth Holmes.

nuestra historia empieza el 3 de febrero de 1984, ese día nació nuestra protagonista en Washington D.C. en el seno de una familia adinerada y desde pequeña se obsesionó con la medicina debido a que descubrió que uno de sus antepasados fue un medico muy famoso.

También desde niña se obsesionó con China en parte gracias a que debido al trabajo de su padre llegó a visitar muchas veces dicho país e incluso mientras estaba en la universidad de Stanford (donde estudió química) volvió a ir con sus compañeros de clase y ahí vio algo terrible.

Que muchos jóvenes y niños morían debido a una terrible enfermedad respiratoria, así que al volver y con sólo 19 años fundó su primer compañía llamada “Real-Times Cure, la cual con los años pasó a llamarse “Theranos”.

Ella había pasado un tiempo haciendo practicas en Singapur donde descubrió algo obvio, la única manera que tenemos de analizar la sangre es tomando varias muestras, eso se le hizo primitivo y abandonó la universidad para enfocarse por completo en su empresa.

Sus ideas eran revolucionarias, ella quería cambiar el mundo, ayudar a diagnosticar a personas de manera inmediata y así salvar miles de vidas con modernos dispositivos que con sólo un pinchazo analizarían tu sangre y te administrarían los fármacos necesarios.

Los inversionistas especializados no confiaban mucho en ella pero entonces acudió a otro tipo de inversionistas y así logró recaudar 6 millones de dólares para arrancar su proyecto.

Poco se sabía de Theranos pero en resumen lo que ella proponía era analizar sangre con un método revolucionario
Los pacientes podrían incluso analizar su sangre en casa pinchándose un dedo con un aparato especial con una jeringuilla que recolectaba unas cuantas gotas de sangre

Luego introducías el aparato en una maquina de Theranos y la maquina mandaba la información a los laboratorios de la compañía donde interpretarían tu sangre.

A las pocas horas recibirías un reporte vía correo electrónico con el análisis de tu sangre.

La idea era revolucionaria, era mucho más rapido que un laboratorio tradicional y ademas te sacaban 100 veces menos sangre.

Su idea llegó a los medios, y más inversionistas llegaron, incluso la famosa cadena farmacéutica de estados Unidos “Walgreens”, promocionaron la marca.

Y entonces Elizabeth se volvió una celebridad, miles de jóvenes científicos querían trabajar con y para ella, los medios la llamaban “La Proxima Steve Jobs”, y ella estaba encantada con esa atención, ella se refería a sí misma como una joven genio y amaba dar entrevistas.

Ella empezó a vestirse de negro como lo hacía el cofundador de Apple y también se refería a sí misma como “La Nueva Steve Jobs”

(También decía que era la nueva Marck Zuckerberg porque nació en el mismo año que el cofundador de Facebook)

Pero la prensa y los que la conocieron no estaban de acuerdo con que ella misma se comparara con aquellos dos genios ya que decían que Elizabeth estaba niveles más arriba que ellos.

Elizabeth se convirtió en la multimillonaria más joven de la historia y todos la amaban.

Aunque había un problema, recuerden que ella no acabó la universidad ella decía que emulaba a Steve Jobs y a Bill Gates pero aún así pues sus ideas no eran bien aceptadas en la comunidad médica, así que busco a una antigua maestra de Stanford en busca de consejo.

Elizabeth fue con la doctora Phyllis Gardner y le contó que inventaría un aparato que recolectaría sangre y a través de microfluidos y nanotecnología analizaría al portador.

Y luego de analizar la sangre, y en el caso de tener una enfermedad, el aparato le iba a...

Suministrar al que lo usara un antibiótico que atacaría la enfermedad, la profesora de Standord escuchó la idea y se río de ella.
La doctora aseguraba que las intravenosas existían por algo y que los antibióticos no funcionan así, que no son tan fuertes y que su idea era ridícula

Pero Elizabeth dijo que conquistaría el mundo y haría funcionar su idea así que al ver su tenacidad, su exprofesora la contactó con experto en el tema para que la orientaran.

Y aquí se pone buena la cosa porque Elizabeth logró que ...

El mismísimo doctor Channing Robertson, dejara su puesto como jefe del departamento de ciencia en Stanford y se fuera a trabajar con Elizabeth en Theranos, la llamó una Arquímedes moderna y seguro de que ella era una mujer prodigio, la siguió ciegamente.

Elizabeth se comparaba con los creadores de Google y con el propio Steve Jobs, y se la pasaba dando conferencias donde motivaba a los jóvenes para que creyeran en ellos mismos y siguieran sus sueños.

Cada vez más y más inversores ponían su dinero en Theranos.

Sus métodos y maquinas eran revolucionarias, nadie sabía cómo lograban a analizar la sangre ni que sistema usaban y todos querían ser parte de la empresa del futuro, gente de negocios como Henry Kissinger, George Schultz y William Perry se volvieron inversores en Theranos.

Y así pasaron los meses y la expectativa aumentaba y de pronto un grupo de empleados acercó a Elizabeth y le dijeron sin más “La tecnología es utópica, no funciona ni funcionará” y entonces Elizabeth los despidió y ascendió a gente que sí creyera en ella y en su sueño.

Como Ian Gibbons que se volvió su empleado estrella, él era un bioquímico de la compañía que notó algo extraño en las maquinas de Theranos.

Y entonces el mundo descubrió que Elizabeth era un fraude, sus máquinas no servían y ella engañó a todos.

Lo peor es que Ian que había buscado que Elizabeth admitiese la verdad terminó demandado por pacientes molestos ya que ella lo puso como co-inventor de algunas patentes y antes de que lo llamaran a testificar, lo encontraron colgado en su baño.

Su esposa le mandó un mensaje a Elizabeth para darle la noticia, ella jamás respondió pero los abogados de la chica contactaron a la viuda y le pidieron la computadora de Gibbons y todo el material confidencial que hubiera.

El caso quedó algo oculto pero un periodista del WallStreet Journal le hizo un marcaje personal durante dos años a Elizabeth y dos años después le reveló al mundo toda la verdad.

Resulta que ella era en realidad...

Una estafadora que usaba maquinas convencionales a escondidas, mandaba a un empleado a sacar la sangre a escondidas y luego se analizaba en un laboratorio común y corriente pero al hacerlo más rápido y con muy poca sangre, los resultados de los pacientes eran incorrectos siempre.

Sus reportes también eran falsos, su reporte de ingresos con el que logró atrapar a muchos inversionistas aseguraba que en 2014 habían ganado más de 100 millones de dólares y cuando se investigaron los números resultó que apenas entraron 100 mil dólares de ganancias.

Elizabeth mintió también a sus inversionistas cuando fue demandada por Walgreens por incumplir su contrato y ella dijo que el acuerdo se fijó en 30 millones de dólares y más tarde se descubrió que en realidad pagó 140 millones.

La empresa que llegó a valer más de 9 mil millones de dólares, no valía nada, Elizabeth fue demandada por fraude y conspiración y además se enfrentó a procesos legales contra miles de pacientes, empresas e inversionistas y pues Theranos cerró en 2018.

Pero...

Lo peor es que se descubrieron documentos donde se descubrió que ella y su ex novio siempre supieron la verdad y jugaron con la esperanza de los pacientes que acudían a Theranos en busca de una vida mejor, y aún con todo eso ella se negó a disculparse.

Tras pagar una fianza de medio millón, ella podrá estar en libertad.

En agosto de 2020 iniciará su juicio y de ser declarada culpable (cosa muy probable) ella y su ex novio que era el presidente de Theranos (Ramesh Balwani) pasarán hasta 20 años en prisión.

Así que...

Hay que tener cuidado con el ego, con lo que sea que la gente diga de ti, porque no eres quién la gente dice, para bien o para mal. Así que no hagas caso, no te pierdas y recuerda que tus acciones y lo que hagas por otros son lo que en realidad te va a definir.

Fin.