1. Los antiguos faraones llegaban al trono y casi de inmediato comenzaban a construir su futura tumba, porque se llevaban su tiempo en eso.
López inició su gestión con la construcción de dos tumbas. Faraónicas. Claro, sin fallar a su estilo: Inepto y bruto.
López inició su gestión con la construcción de dos tumbas. Faraónicas. Claro, sin fallar a su estilo: Inepto y bruto.
2. Las dos tumbas de López, y de la T4, son Dos Bocas y Santa Lucía. Edificios que no van a necesitar milenios, como las tumbas egipcias, para ser una ruina, y en cuyas paredes podremos leer la peor farsa en la historia del México moderno.
3. Es increíble que López no entienda que la realidad no se puede evadir. Aquí tiene todo el poder. Puede doblegar a los jueces -ya lo hizo- para que le dejen cumplir sus ilegales e inútiles caprichos, pero no a la aviación internacional.
4. ¿Qué va a pasar cuando nadie le apruebe el uso de S. Lucía? Seguro dirá "ahorita vamos, hablamos y los convencemos". Pero el MITRE y anexas no son diputados o jueces mexicanos y sobornables. Son instituciones serias, estrictas que se limpian la cola con las amenazas de López.
5. ¿Qué va a pasar cuando a finales del sexenio Dos Bocas no esté terminada, y menos aun funcional, y el mercado del petróleo siga su ruta decadente para dejarle el espacio a las energías limpias y renovables? El discurso de la soberanía energética valdrá para pura mierda.
6. Las consecuencias económicas van a ser catastróficas. La necedad de los proyectos, más que evidente. Y López no va a poder echarle la culpa a Calderón o a los conservadores. Su ineptitud va a ser inocultable, y es muy probable que la prensa internacional no se lo perdone.
7. Por culpa del asunto de S. Lucía va a seguirse hablando del NAIM durante mucho tiempo. Es probable que en las clases de historia de la economía, o incluso de economía, se use como ejemplo de lo que puede provocar la imbecilidad de una sola persona.
8. Vaya tragedia la nuestra. Mezcla de Shakespeare y Monty Python. Nos tocó un funesto faraón caligulesco, ambicioso y demente, al que una sociedad desencantada pero inconsciente le dio el poder absoluto. Apenas se subió a su ladrillo, se mareó.
9. Helo ahí, terminando el primer año de su reinado, y lanzado a construir dos tumbas que no serán para su cuerpo, sino para su legado de mierda. Mientras, el resto del país se cae en pedazos porque nuestro Ramsés de 4a sólo tiene cabeza para sus caprichos.
10. Bienvenidos al México de la 4a Transformación. La que nos va a dejar en ruinas más jodidas que las del antiguo Egipto, sin haber tenido por lo menos un momento de esplendor político y cultural. Simplemente, saltamos de la crisis a la catástrofe de proporciones faraónicas.
