1. Estoy profundamente decepcionado (y espantado) por la reacción de las huestes lopezobradoristas. Sí, ya sé que las maromas son lo suyo, pero hasta ellos deberían ponerse límites. Hagamos un breve repaso de la situación.
2. Siguiendo la línea oficial, la versión de López y sus arrastrados es que liberar a Ovidio fue una decisión responsable y de estadista comprometido con la seguridad de la gente. Algo que -agregan- no tuvo Calderón. Varios fallos en esa frase.
3. El primero es que aíslan un caso particular y olvidan el todo. Es una idiotez decir que el presidente y el gobierno están dando prioridad a la seguridad de la gente, cuando la realidad es que tenemos el año más inseguro de nuestra Historia Moderna.
4. El segundo es que aíslan el caso de su contexto global. Se limitan a analizar la decisión del gabinete y el presidente en el momento crítico, pero no se ponen a reflexionar por qué se llegó a ese momento crítico. Obvio, porque no les conviene.
5. Los hechos objetivos son sencillos y evidentes: Se quiso dar un golpe contundente a un pez gordo del narcotráfico, pero no se hizo uso de ningún tipo de inteligencia (ni militar, ni humana). Se comportaron como si fuera tan fácil como arrestar a un franelero.
6. Al hacerlo de ese modo, López IRRESPONSABLEMENTE puso en riesgo a los policías y a la población de Culiacán. Este operativo tenía que ser quirúrgico, preciso, discreto y breve. Y había quién lo podía hacer: La Marina. Pero los quieren de regreso en los puertos.
7. El resultado a nivel internacional es el lógico. Toda esa prensa mundial a la que le importa un bledo que López se crea el rayito de esperanza, ha señalado la incompetencia del gobierno, se ha burlado de su ridiculez, y simplemente creen que López ya se rindió. Perdió.
8. Pero las hordas de chairos se aferran a la versión oficial y vuelven a la carga del modo más idiota posible. Ahora se sienten muy listos mostrando cómo Calderón, Fox o Peña también hicieron cosas similares con otros capos.
9. Es el argumento más idiota imaginable. En esencia, es un argumento que demuestra que López no es distinto ni mejor a todos los anteriores. ¿Ven a lo que se pueden rebajar cuando están en problemas?
10. Ahora, lo que decepciona y me preocupa es esto: ¿Qué necesita esta gente para reaccionar? ¿Qué nivel de desgracia tiene que ocurrir para que entiendan y admitan que su presidente es un imbécil? En cualquier país, algo como lo de Culiacán habría tumbado a medio gabinete.
11. De algún modo, creo que muchos hemos tenido la vaga esperanza en que los choques brutales contra la realidad harían reaccionar un poquito a los chairos, incluso a los más irredentos. Pero lo que estoy viendo es de película de terror.
12. Esto ha sido un choque absoluto contra la realidad. Es el fuchi y guácala, el voy a acusarlos con sus mamás, tirado al bote de la basura después de que el narco se limpió la cola con las tonterías buenistas de López. Y, pese a ello, no hay reacción.
13. Al contrario: Es ahora cuando los chairos dicen que hay que cerrar filas con López, que es un honor estar con Cagad..., perdón, Obrador, y hasta Yeidckol sale a decir que los opositores no tenemos derecho a opinar.
14. Ahora resulta que la premisa del chairo es comprometerse a fondo no con un presidente que ayude a que todo mejore, sino con uno que haga la mayor cantidad de p3nd3jadas posibles. Mientras más graves, más apoyo.
15. ¿Cuándo van a reaccionar? Me temo que nunca. Ni siquiera con el país en ruinas y hundido. Si este descomunal ridículo protagonizado por López no los hace ver qué pasa, es porque de plano el seso ya no les funciona.
16. Estamos abandonados, y no sólo ante las idioteces que pueda hacer un vejete delirante en la presidencia, sino también ante los aplausos de las focas que lo van a apoyar en todo. Especialmente, en la destrucción del país.
17. Estamos haciendo historia. De estos días se va a hablar largo y tendido durante mucho tiempo: Cómo una generación de imbéciles hundió a un país completo.
