¿Sabéis para para qué sirven?
Como estamos de #Halloween quizá os apetezca un #HiloYTal para descubrir que hay máscaras imprescindibles para tratar el cáncer.
No asustan.
Pero ayudan.
Estas cirugías, como podéis imaginar, son muy complejas. En ellas se procura la máxima resección con las mínimas secuelas.
La radioterapia tiene una dosis acumulativa que no se puede superar.
Los especialistas van sumando hasta alcanzar ese tope a partir del cual el daño supera al beneficio.
Por todo esto la radioterapia en niños a veces no es una opción por la edad del paciente.
Entre el truco y el trato, en este caso nos quedamos con lo segundo, por supuesto.