El 23 de noviembre de 1248 se daba la capitulación de Sevilla por parte del caíd Axataf tras un asedio de 14 meses protagonizado por Fernando III y sus tropas. Día especial para nuestra ciudad y su fútbol, en el que El Santo siempre está presente.
🔽¿Cómo se conquistó Sevilla?🔽
🔽¿Cómo se conquistó Sevilla?🔽
Tras conquistar Córdoba (1236) y Jaén (1246), Fernando III centro su foco de actuación en Sevilla, Isbilya para los musulmanes. Se trataba de una ciudad fortificada por una muralla de unos 7 km, con 166 torreones, 13 puertas y 6 postigos.
Fernando III colocaría su base de operaciones en Alcalá del Río. Conociendo la imposibilidad de acceder vía terrestre a la ciudad, decidió utilizar el río Guadalquivir. Era necesario una flota naval potente que encargaría a Cantabria, región marinera muy relevante en el s. XIII.
Los astilleros del norte (Santander, Laredo, San Vicente de la Barquera y Castro Urdiales) se pusieron manos a la obra para construir 16 embarcaciones que serían claves en la conquista. El almirante Ramón Bonifaz sería el encargado de liderarlas y conducirlas hasta Sevilla.
Isbilya conectaba con Triana y el Aljarafe a través de un puente de barcas (1171), constituido por 13 cascos de naves y una gruesa cadena de hierro que enlazaba con el Castillo de San Jorge (Triana). Era la conexión que permitía el suministro de víveres a la ciudad.
El objetivo de la flota cristiana era claro: destrozar el puente y su cadena para dejar aislada a la ciudad. El 3 de mayo de 1248 los barcos cántabros rompieron (con hierros aserrados en las proas para embestir) la defensa e Isbilya quedó incomunicada y recogida en sus murallas.
Rodeada y sin avituallamiento, Isbilya decidió capitular y rendirse el 23 de noviembre de 1248. Fernando III recibió en manos las llaves de la ciudad por parte del emir árabe Axataf, pese a que el musulmán procurara negociar acuerdos que rechazó por completo el rey cristiano.
De esta manera, Fernando III se hizo con la ciudad de Sevilla y quedaría para su historia como conquistador y patrón de la misma. Hoy, El Santo sigue presente en Plaza Nueva montado a caballo. Ambos clubes de la ciudad lo siguen de cerca, presentando sus escudos a sus pies.
