O las encuestas le erraron o hubo un corrimiento final hacia Martínez - Villar. El Frente Amplio, y el propio candidato sale fortalecido aún en la derrota con este resultado electoral. La Coalición debe tomar nota de como se expresaron los uruguayos en las urnas para gobernar.
A muchos votantes del Frente Amplio en elecciones anteriores, Martínez les dio vergüenza en la campaña. Pero la Coalición en el gobierno les da miedo. A esta hora eso hace que aún no podamos saber quién es el próximo Presidente.
Es verdad que peso el voto desde Argentina. Pero eso no alcanza para explicar lo escaso de la diferencia. La campaña del miedo en el último mes podía no ser simpática pero tuvo efecto en parte del electorado.
A su vez, creo que hubo un efecto de la primera vuelta en las encuestas y un efecto de las encuestas en la elección de hoy. Eso reubicó el voto silencioso. Y deja un escenario político con rostros distintos. Tanto que apareció el mejor Martínez
De todos modos, Lacalle Pou será el próximo Presidente a partir del 1° de marzo de 2020. Eso era lo más importante en juego hoy y a lo largo de todo el ciclo electoral.
Más allá de ser una derrota dulce, Martínez debería reconocerla. Y para el Frente Amplio no deja de ser perder el gobierno. Electoralmente, con la frente en alto.
El Frente Amplio puede haber salido fortalecido ayer. Ganó la noche. Pero Lacalle Pou ganó la elección. Ganó los 5 años.
El resultado final templó los ánimos. Moderó a los ganadores (no Lacalle que siempre fue cauteloso, pero si a los suyos) y levantó el animo para los frenteamplistas. Cómo esto es Democracia y no fútbol, tal vez sea mejor así.
En este contexto, hubiera sido bueno que Martínez reconociera la derrota anoche. Es la primera vez que el perdedor no lo hace la misma noche de la elección desde la vuelta de la Democracia en 1984.
El susto fue tan grande que al final el mamado se despertó. Pero ya era tarde. Y ahora le espera una dura resaca.
Lacalle Pou será el primer Presidente que no tuvo más del 50% de los votos en el balotaje. Si el desafío era grande, ahora aún más.
En definitiva, creo que lo que erraron no fueron las encuestas, sino en todo caso la proyección de los indecisos, sumado a cierto movimiento en el final a favor de Martínez, por Manini y las propias encuestas, más el voto desde del exterior.
Aún el mejor Martínez que apareció ayer, en lo comunicacional, igual no estuvo a la altura de las circunstancias.
