Alejandro Magno muere en Babilonia en junio del año 323 a. e. c. sin descendencia por lo que sus generales luchan por el poder. Veinte años de conflicto, en la que Jerusalén cambió de dueño hasta en seis ocasiones, el vasto Imperio de Alejandro es dividido.
•Imperio Macedonio
•Asia menor
•Ptolemaico (Egipto)
•Seléucida (Asia)
Bajo el imperio Ptolomeo Jerusalén se mantuvo como un pequeño estado independiente. En esta época en Alejandría se tradujo el Tanaj -Biblia hebrea-, al griego siendo posible así su lectura a nivel global.
•Asia menor
•Ptolemaico (Egipto)
•Seléucida (Asia)
Bajo el imperio Ptolomeo Jerusalén se mantuvo como un pequeño estado independiente. En esta época en Alejandría se tradujo el Tanaj -Biblia hebrea-, al griego siendo posible así su lectura a nivel global.
En el año 201 Antíoco el Grande, rey del imperio Seléucida, conquista Jerusalén. Promete reparar el II Templo y reafirma el derecho de los judíos a gobernarse a sí mismos. Nunca antes Jerusalén había disfrutado de un conquistador tan indulgente. Comienza una “Edad de Oro judía”.
Mientras Jerusalén que gozaba de cierta independencia, va tornándose lentamente en una teocracia, Antíoco IV parte hacia Antioquía, capital del Imperio seléucida, para tomar el poder.
En toda Judea comienza a imponerse drásticamente la cultura helena, algo que los judíos más conservadores rechazan por miedo a perder su identidad.
Comienzan así las primeras brechas sociales entre judíos yahvistas y judíos helenistas.
Comienzan así las primeras brechas sociales entre judíos yahvistas y judíos helenistas.
Antíoco IV nombra Sumo Sacerdote a Jasón, un judío helenizado que impone varias reformas que hace aumentar más las brechas entre judíos y helenos.
•Llama a Jerusalén Antioquía – Hyerosolima y cambia la imagen de una ciudad judía a una polis griega.
•Construye un gimnasio.
•Llama a Jerusalén Antioquía – Hyerosolima y cambia la imagen de una ciudad judía a una polis griega.
•Construye un gimnasio.
Estas y otras reformas trajeron asimilación entre la población judía lo que provocaba más conflictos y disputas entre la población local.
Menelao se hace con el sumo sacerdocio y la indignación es enorme ya que no cumple con el requisito indispensable para ostentar dicho cargo; ser descendiente de Sadoc, la dinastía de sacerdotes que ofrecían sacrificios al Templo desde la época del rey Salomón. La crisis aumenta.
Jasón comienza una revuelta para recuperar su puesto y Antíoco IV aplaca la rebelión deportando a cien mil judíos, y junto al Sumo Sacerdote Menelao entra en el Templo para robar utensilios sagrados y parte del oro para costear nuevas conquistas.
Como castigo por rebeldía impone a los judíos que celebren un sacrificio en su honor como rey-dios algo que escandaliza al pueblo que se niega en rotundo a profanar el nombre de Dios. Por esta afrenta Antíoco decide entonces erradicar el judaísmo de la región.
En el año 167 Antíoco IV se echa sobre Jerusalén y asesina a miles de personas, destruye murallas y barrios enteros y entrega la ciudad al Sumo Sacerdote Menelao y a un colaborador griego. La prohibición del judaísmo es oficial.
Los judíos no podrán continuar con los sacrificios en el Templo, respetar el Shabat, circuncidar a sus hijos o la alimentación kosher bajo pena de muerte. No satisfecho, Antíoco “el demente” mancilla el Templo con sangre de cerdo.
A pesar de todas estas prohibiciones los judíos continuaban practicando su religión. Los que eran descubiertos guardando el Shabat eran quemados vivos y a las mujeres que circuncidaban a sus hijos eran lanzadas junto con sus bebés por las murallas de la ciudad.
Las crucifixiones estaban a la orden del día. Tal era la agonía que el pueblo desesperado suplicaba a Dios un mesías para que lo liberase ante este cruento proceso de helenización de toda Judea.
Pero he aquí que en Modi’in un sacerdote llamado Matatías es llamado por el gobernador heleno para que ofrezca un sacrificio al rey. Matatías se niega y otro judío decide ofrecerlo en su lugar, que encolerizado por tal afrenta, Matatías coge un cuchillo y se lo clava al traidor.
En el mismo instante también mata al gobernador y destruye el altar para el sacrificio. Junto con sus cinco hijos huye a los Montes de Judea donde cientos de judíos más se les unirán para hacer frente al invasor heleno.
Pequeños enfrentamientos van sucediéndose, lo que hace que más judíos vayan uniéndose a la milicia. Matatías muere poco después y es sucedido por su tercer hijo Judas Macabeo que al mando de un diminuto ejército logra derrotar tres ejércitos seleúcidas.
En el año 164 Judas Macabeo conquista Jerusalén y se recupera la plena soberanía sobre Judea cuatro siglos después de perderla a manos de Nabucodonosor. El líder Macabeo ve el Templo profanado, quema incienso y preside la reanudación de sacrificios e inaugura el Templo.
A su muerte en el año 160 en la batalla de Elasa (“¡nada de huir ante el enemigo!”), le sucederá su hermano Jonatán, que continuará reconquistando la Tierra de Israel hasta su secuestro y asesinato en el 143. Simón, el último hermano, asumirá su puesto e instaurará la dinastía.
Juan Hircano I ampliará notablemente el territorio, y tras su muerte Aristóbulo I, primer Rey de Judea de la dinastía Hasmonea, sólo gobernará un año, dejando el reino en manos de su viuda Salomé Alejandra (76 al 67 a. e. c.), quien después se casó con su cuñado Alejandro Janeo.
Salomé Alejandra (Shlomtzion), gobernó junto a su marido Alejandro Janeo hasta la muerte de éste en el 76 a. e. c.
Se convirtió así en la primera mujer en gobernar Jerusalén desde Atalía (842 al 835 a. e. c.). Mientras reinaba, su hijo Juan Hircano II fue Sumo Sacerdote.
Se convirtió así en la primera mujer en gobernar Jerusalén desde Atalía (842 al 835 a. e. c.). Mientras reinaba, su hijo Juan Hircano II fue Sumo Sacerdote.
