1. Estoy de regreso, y me entero que mi presidente quiere rifar el avión presidencial (que es rentado, no propio; el ganador tendría que seguir pagando la renta). Esto me huele muy mal. Basta con atar algunos cabos y la realidad que se exhibe es ominosa a más no poder. Pasen...
2. 2019 rompió el récord de suberjecicio presupuestal. No tengo la cifra actualizada, pero al 1 de octubre, el gobierno no había gastado casi 233 mil millones de pesos del presupuesto federal para ese año. Una situación sin precedentes.
3. A eso hay que agregar situaciones cada vez más comunes, como los apagones eléctricos en diversas zonas del país, la caída en la producción petrolera, el desabasto de medicinas o la suspensión de servicios médicos para pacientes con enfermedades como el cáncer.
4. Las administraciones anteriores habían dejado una caja de ahorro llamada Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios. Es decir, dinero por si el gobierno tenía problemas de recaudación. A inicios de este sexenio, dicha caja tenía casi 300 mil millones de pesos.
5. Con todo y los problemas del país, la administración de Enrique Peña Nieto nunca tuvo que usarla. Apenas en el transcurso de 2019 -el primer año de la gestión de López-, el gobierno ya se acabó la mitad de ese fondo. En ese contexto, a López se le ocurre rifar el avión.
6. ¿Qué me dice todo esto? Varias cosas. La primera, que el gobierno no tiene dinero. La segunda, que no sabe cómo hacer presupuestos. La tercera, que el dinero no se está gastando conforme al presupuesto aprobado. La combinación de todo esto es una bomba. Vamos una por una.
7. Eso de no gastar lo que hay que gastar (subejercicio presupuestal) y empezar a provocar desabasto de muchas cosas suena, en primera instancia, a corrupción. Parece que alguien se está robando el dinero. Pero no necesariamente tiene que ser nada más eso.
8. Seguro que alguien le está sacando provecho propio, pero el asunto es peor. En los peores casos de corrupción en este país (los sindicatos, por ejemplo, o el gobierno de Duarte en Veracruz el sexenio anterio), se robaron miles de millones de pesos sin caer en algo similar.
9. De hecho, la verdadera corrupción a gran escala requiere que el dinero se gaste conforme a lo presupuestado. El robo viene porque se contrata a sobreprecios y con empresas de amigos o prestanombres, o de plano con empresas fantasmas. Luego viene la triangulación del dinero.
10. De ese modo, en principio parece que el dinero se usó para lo que estaba programado, pero pasó por diversas cuentas hasta llegar a las de quienes se lo están robando. Lo que estamos viendo con el gobierno federal no es eso. El dinero simplemente no se está gastando.
11. Eso más bien indica que hubo problemas serios en la recaudación. Lógico: La producción petrolera cayó, la economía no está creciendo, las inversiones están huyendo, y el turismo está en franco desplome. Por eso hubo que recurrir al fondo de estabilización.
12. Aunque es seguro que hay casos de corrupción, el problema más grave que percibo es que el gobierno no tiene dinero. Hay subejercicio y desabasto de muchas cosas porque NO HAY DINERO. Y eso significa una cosa: Quienes hicieron el presupuesto fueron unos idiotas.
13. Un presupuesto -desde el de tu casa hasta el del país- se hace a partir de expectativas realistas. Programas gastar lo que sabes que va a tener. En principio, eso no tenía que ser muy difícil al programar el presupuesto de 2019. Bastaba con mantener el referente de 2018.
14. Es decir: Lo lógico es que se dispusiera de un monto más o menos similar de dinero, y acaso las diferencias serían en cómo se iba a gastar. Pero ojo: No es un dinero que ya se tuviera en ese momento, sino un dinero que se tenía que recaudar.
15. Es como cuando quieres comprar un coche a crédito: Programas que puedes pagar 7mil al mes porque sabes que en tu trabajo te van a pagar 40mil al mes durante los siguientes cuatro años. Pero tienes que ser un absoluto bruto si haces todo lo posible para perder el trabajo.
16. Parece que eso fue lo que hizo el gobierno: Hizo sus cálculos felices para gastar, pero al mismo tiempo hizo todo lo posible para arruinar su capacidad de recaudación. El resultado es que tuvo que recurrir al Fondo, y ni aun así logró subsanar su déficit.
17. Por eso insisto en que quienes planearon y aprobaron el presupuesto no tenían ni idea de lo que estaban poniendo en números. Claro, ya se sabe: López ordenó que se aprobara el presupuesto, y sus fieles lacayos en las cámaras no tuvieron permiso de discutirlo.
18. Y eso mismo se hizo para este año. Se aprobó el presupuesto "moral" enviado por López. Así que el problema se va a repetir durante 2020, lo que significa que muy probablemente nos vamos a acabar el fondo de estabilización. Lo grave es que esto significa que...
19. Los gastos del gobierno no se están haciendo conforme a un plan, sino conforma a puras ocurrencias. Si eso es grave cuando tu salario es de 10 mil pesos al mes, es peor de grave cuando son miles de millones de pesos. ¿Por qué? Porque pasa algo a nivel psicológico...
20. Supongamos que ganas 10 mil pesos al mes y tus gastos son de 10 mil pesos al mes. Es decir, te lo gastas todo tal cual entra. De repente, cambias de trabajo y empiezas a ganar 30 mil pesos al mes. Lo más seguro es que no logres ahorrar 20 mil al mes. Vamos, ni siquiera 2 mil.
21. Si no eras capaz de ahorrar cuando ganabas 10mil, ganando 30mil te vas a sentir omnipotente. Solvente. Millonario. De inmediato, te vas a acostumbrar a tirar tu dinero a lo tonto. Si tienes tarjetas de crédito, lo más probable es que pierdas el control y te endeudes.
22. Eso fue lo que le pasó a López: Fiel creyente en que gobernar no tiene ciencia, de repente tiene en sus manos la administración de los 6'107'732,400 pesos del presupuesto para 2020. Y, lógicamente, se siente omnipotente. Pero ya vimos cómo le fue en 2019.
23. Se gastó el dinero a lo tonto, y ahora tiene un subjercicio -o más bien, una carencia de dinero- por cerca de 300 mil millones, traducida en desabasto de un montón de cosas, caída de las inversiones y una inflación de enero como hace mucho no se veía.
24. Lo menos que uno como ciudadano esperaría, sería que el presidente hablara de soluciones en serio. Pero el tipo sale en la mañana a decirnos que igual y rifan el avión presidencial. El que está rentado. Inteligentísimo.
De verdad que quiero llorar.
De verdad que quiero llorar.
