Puede parecer cruel pero el infanticidio es algo frecuente en las cigüeñas para garantizar la supervivencia del resto de polluelos. El infanticidio parece haber sido seleccionado tanto en las cigüeñas blancas como las negras.
En muchas especies de aves lo que observa es el canaismo, es decir la muerte de un pollo a manos de otro pollo, hermano mata a hermano, de ahí la referencia a la historia de Caín. Esto puede darse cuando hay pocos recursos y un hermano consigue imponerse al otro.
Si los pollos compiten, llega un momento en el cual uno es más grande que el otro, algo sin gran importancia mientras hay comida para todos, pero en cuanto escasea, el grande puede agredir al más pequeño por la comida.
Picotearlo hasta matarlo, o empujarlo sutilmente fuera del nido. Sin embargo esto no sucede nunca entre las cigüeñas, en ellas, si hay gran escasez de recursos son los parientes los que deben deshacerse de una boca que no pueden alimentar para que el resto sigan adelante.
Esto parece responder a que las cigüeñas no alimentan a los pollos uno a uno, pudiendo favorecer a aquellos que crecen mejor, sino que regurgitan los alimentos en el nido y los pollos cogen lo suyo. Los padres apenas pueden influir sobre el desarrollo de uno...,
...y la competencia y eliminación entre ellos es poco efectiva, de manera que son los padres, al final, los que deben tomar la drástica decisión de eliminar a uno de sus polluelos por el bien del resto. Siempre sacrifican al último que eclosionó.
Parece que este último siempre es que crece y se desarrolla más lentamente, y tiene menos probabilidades de sobrevivir en condiciones normales.
