La ruta de la seda ha sido descrita como el “puente entre las culturas de Oriente y Occidente”, lo cual otorga al camello un papel protagonista en ese puente al ser el principal medio de locomoción. Pero, ¿de dónde vienen los camellos? 
Estos animales de dos jorobas (Camelus bactrianus), no confundir con el dromedario de una sola joroba, debe su nombre científico de camello bactriano a Aristóteles.
Hace 2.400 años en su “Historia Animalium” el filósofo griego escribió que hay “dos especies de camello, bactriano y árabe”, señalando que “el camello bactriano difiere del árabe en tener dos jorobas en lugar de una”.
Durante mucho tiempo se ha sugerido que el nombre de camello bactriano se asoció al animal de dos jorobas por ser en esa región donde se desarrolló la cría del camello.
Bactriana fue una antigua región iraní en Asia Central que se sitúa al norte de la cordillera del Hindu Kush y al sur del río Amu Darya. Hoy la zona se forma parte de Afganistán, Tayikistán y Uzbekistán.
La región es conocida por ser uno de los primeros centros del zoroastrismo y donde se concentró la resistencia a los macedonios de Alejandro Magno tras la caída del imperio aqueménida.
Una resistencia que sin embargo no impidió que Alejandro acabase conquistándola y donde conoció a Roxana, y donde se cree que fundó una de sus muchas Alejandrías, Alejandría de Oxiana.
Los camellos son comunes en esa región y jugaron un papel relevante en las distintas rutas de la seda que ponían en contacto Oriente con Occidente, sin embargo, durante mucho tiempo se dudó de si existían camellos salvajes.
No fue hasta 1873 que pudo constatarse para la ciencia occidental que existían camellos salvajes, debemos la descripción a un geógrafo polaco-ruso del que ya he hablado otras veces, Nikolay Przewalki.
Este geógrafo que hoy tiene un caballo con su nombre, que también descubrió para la ciencia, fue el primero en describir los camellos salvajes a partir de unos individuos que consiguió cazar.
A ‘Camelus ferus’ lo describió como “relativamente pequeño, ágil y de patas delgadas, con pies estrechos y jorobas bajas, puntiagudas en forma de conos, aproximadamente la mitad del tamaño de las de los camellos domésticos”.
Las representaciones de camellos en el arte rupestre que se ha encontrado en cuevas paleolíticas de Mongolia posiblemente representan esta especie.
Hoy sabemos que en las regiones interiores de Mongolia se cazaban camellos salvajes en la Era Medieval, y hay registros chinos de su caza en los límites norte de su imperio del siglo XVIII.
En la actualidad el camello salvaje es un animal poco común, la UICN ha estimado que su población oscila entre los cientos y los dos mil individuos. Sin embargo los restos óseos e históricos indican que en otro tiempo fue distinto.
Su rango de distribución se extendía desde el Río Amarillo en China hasta Kazajistán, mientras que hoy sólo se encuentra en el desierto del Gobi en Mongolia y los desiertos chinos de Taklimakan y Lop Noor.
Al encontrarse las formas salvajes en el este de Asia, la idea intuitiva es pensar que fue allí donde se domesticó la especie a partir de las poblaciones salvajes aún presentes en la región. Pero la historia no es tan sencilla.
Retrocedamos algo más en el tiempo, tanto los registros fósiles como los análisis moleculares sugieren que el origen de los camélidos tuvo lugar en Norte América.
Desde América del Norte cruzaron a Asia hace 11-16 millones de años a través del estrecho de Bering. Camellos y dromedarios se diferenciaron alrededor de 4 o 5 millones de años.
ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/P…
ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/P…
En 2016 un estudio de ADN mitocondrial reveló que la domesticación de los dromedarios tuvo lugar en el sudeste de la península arábiga. El de los camellos seguía incierto.
ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/P…
ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/P…
Más allá de encontrar en el este asiático las poblaciones de camellos salvajes, que podrían ser las progenitoras de los camellos domesticados, también se han encontrado restos de camellos en yacimientos neolíticos de Mongolia.
Sin embargo estos restos son difíciles de identificar morfológicamente para catalogarlos como de camello salvaje o domesticado. Otros restos de camello también se ha encontrado en Irán, sugiriendo Asia Central como lugar de su domesticación.
Un nuevo estudio publicado la semana pasada ha secuenciado 128 camellos para identificar el centro de domesticación de los camellos y su relación con los camellos salvajes.
nature.com/articles/s4200…
nature.com/articles/s4200…
Cogieron muestras de 105 camellos domesticados a lo largo de Asia, 19 de camellos salvajes del Gobi y Altai, así como de 4 dromedarios de Irán. La principal sorpresa ha sido ver que los salvajes y los domesticados no están relacionados.
La distancia genética entre los camellos salvajes y los domésticos es enorme, sugieren que los progenitores de los domesticados no se encuentra en los salvajes del este de Asia, sino en poblaciones salvajes del Asia Central que ya no existen.
Los camello salvajes hace 430.000 años se dividieron en dos grupos, uno que quedó restringido al este de Asia, y otro que migro hacia el oeste alcanzando Asia Central.
Las líneas de camellos domesticados más antiguos corresponden a las de Irán y Asia Central, parece que fue allí donde se domesticó la especie. Sus progenitores salvajes sin embargo han desaparecido.
En Asia Central se han detectado introgresiones de dromedario. Ambas especies se han cruzado, y parece que siguen cruzándose allí donde conviven ambas especies.
Desde Asia Central los camellos domesticados se propagaron hacia el este, donde a su vez se cruzaron con camellos salvajes de la región. Aún hoy hay señales en los camellos domesticados del este de cruces recientes con camellos salvajes.
Igual que en los camellos salvajes se han encontrado señales genéticas de cruces con camellos domesticados. Parece pues, a la vista de los resultados, que el origen de los camellos de la ruta de la seda está en Asia Central.
El nombre de camello bactriano que les asignó Aristóteles parece pues acertado a la espera de nuevos análisis que incorporen los restos fósiles que confirmen la existencia de camellos salvajes en la zona antes de su domesticación.
Muchas gracias por seguir la ruta hasta este último tuit!!
