-Sí, mi vida. A veces las mamás se mueren.
-¿Y tú no las puedes salvar?
-No, no siempre puedo salvarlas. Siempre lo intento, con todas mis fuerzas; pero no siempre puedo.
-Todos nos vamos a morir, cariño. Pero yo espero morirme cuando sea super super viejecita, y cuando vosotros ya seáis mayores; y a lo mejor hasta tengáis vuestros propios hijos.
-¿Y por qué hay mamás que se mueren pronto?
-¿Me prometes que no te vas a morir pronto?
-Pues seguiré estando siempre contigo, pero de otra forma.
-¿De qué forma?
-De una forma invisible. Me meteré dentro de tu corazón. Y siempre estaré a tu lado, muy dentro de ti.
-¿Y de los hermanos?
-Y de los hermanos, claro.
-Porque mi alma, mi espíritu, podrán hacer entonces todo lo que quieran. Y lo que yo quiero es estar siempre, siempre, con vosotros.
-¿Y yo te podré llamar siempre que quiera?
-Claro. Si cualquiera de los 3 me necesitáis, me llamáis.
-Pero no te podremos ver.
-No, eso no. Pero me podréis sentir.
-De verdad?
-Yo siento a mi abuela y a mi padre, que ya se murieron. Los siento muy cerquita de mi cada vez que los necesito.
-Mami, pero morirse qué es?
-Mami, no quiero que te mueras nunca. No quiero dejar de verte nunca.
-Mami, tengo miedo.
-Sabes lo que te está pasando, cariño?
-Qué?
-Que te estás haciendo mayor. Solo los niños mayores e inteligentes empiezan a darse cuenta de estas cosas.
Se durmió abrazada a mi. Y se olvidará de esta conversación...hasta la próxima vez. Que será dentro de años,de meses, de días... Quién sabe.
* * * *
(Conversación con mi hija cuando tenía 8 años, que escribí en su día en mi blog)