Un virus es una porción de material genético (y proteínas acompañantes) que infecta células, generalmente bacterias, de tal forma que estás células produzcan más material genético y proteínas de virus: más virus.
Las células infectadas terminan generalmente muriendo porque no son capaces de regenerarse a si mismas.
Virus como la gripa y similares infectan sobre todo las mucosas de nuestras vías respiratorias. Estas ofrecen puntos fáciles para iniciar la infección y para propagarse.
Virus como la gripa y similares infectan sobre todo las mucosas de nuestras vías respiratorias. Estas ofrecen puntos fáciles para iniciar la infección y para propagarse.
Un virus en nuestra piel tiene poco que hacer. Nuestra epidermis es una capa de células muertas que no son de utilidad al virus. Nuestras mucosas son más expuestas. Además si estamos infectados nuestros estornudos ayudan a que más virus puedan vivir por algún tiempo fuera ...
de nuestros cuerpos mientras encuentran un nuevo huésped. Algunos virus pueden estar en el aire. Otros, como los coronavirus, requieren un ambiente más húmedos como las gotitas de saliva y otros fluidos corporales.
Muchos virus no nos matan directamente. Sí: nuestras células infectadas mueren, pero podemos sobrevivir a unos pocos millones de nuestras células muertas. Pero los virus pueden exponernos a otros problemas.
Algunos virus sí matan directamente pues infectan órganos vitales. Los virus respiratorios (gripas, sars, coronavirus, influenza, etc.) no soon tan destructivos.
Pero nuestro cuerpo no se descuida. Cuando detecta que nuestras células mueren se activan los mecanismos de defensa.
Pero nuestro cuerpo no se descuida. Cuando detecta que nuestras células mueren se activan los mecanismos de defensa.
Generalmente busca identificar alguna forma del virus (por ejemplo alguna de sus proteínas) y crea encimas (otras proteínas) que las neiutraliza: esos son los anticuerpos. Pero mientras encuentra los anticuerpos adecuados nuestro organismo hace otras cosas.
Producimos más mocos, por ejemplo, con los cuales el cuerpo pretende envolver y expulsar todo cuerpo extraño: y por ello tosemos y estornudamos. La fiebre es también una forma de controlar la infección.
La mayor parte de los malestares que tenemos cuando nos ataca un virus respiratorio no son producidos por el virus sino por nuestro propio cuerpo tratando de combatir al virus.
A veces nuestro sistema de defensas se equivoca. Una fiebre alta por largo tiempo puede freír a nuestro cerebro antes que a los virus. La mayor parte de las víctimas mortales del A-H1N1 fueron pacientes jóvenes y sanos antes de la infección ...
y sus muertes fueron consecuencia de la reacción del cuerpo a tal infección. En contraste con el COVID-19 un buen sistema inmunológico hace lo que tiene que hacer. Quienes han muerto es porque ya tenían si salud comprometida.
La otra forma como los virus matan es porque nos expone a otros patógenos. Todos nosotros portamos un montón de bacterias encima. Algunas inocuas, otras benéficas, pero otras infecciosas como los estafilococos. Generalmente nuestra piel y nuestras mucosas ...
son suficientes para evitar que esas bacterias nos infecten. Pero cuando un virus empieza a destruir a nuestras mucosas, estás bacterias así como otros virus pueden entrar e infectar órganos internos.
Así que esas son tres formas como los virus matan: pueden matar a nuestras células, incluyendo órganos vitales; por reacción de nuestro organismo que puede causar efectos adversos; o por permitir la entrada de otros patógenos, estos sí mortales.
(hay una cuarta forma: los virus pueden infectar porque tienen proteínas que pueden pasar las defensas naturales de nuestras células, si nuestra células empiezan a producir grandes cantidades de esas proteínas pueden matar más células que las que están infectadas.)
Si un virus mata muy rápido a la célula infectada, está célula no puede producir muchos más virus. Entre más viva la célula antes de dejar de funcionar, más virus pueden ser creados e infectar.
Si un virus mata muy rápido al huésped deja de seguir propagándose. El ébola, por ejemplo, es bastante mortal, pero se presenta por brotes, y no como epidemia porque nuestros cuerpos o bien aprenden rápido a combatirlo, o bien morimos y dejamos de infectar.
El gran problema del Covid19 es que tiene un periodo de incubación largo y durante ese periodo el paciente ya está infectando a otros pacientes. Es decir que nuestras células siguen reportándose como normales mientras producen más virus.
Por mucho habrá síntomas leves. Pero poco que percibamos como preocupante. Eventualmente empeora y comienzan los síntomas (nuestro cuerpo intentando combatir el virus)
Y aunque la mortalidad del virus no es muy alta (entre 1 y 2%) es aún alta. Imagínense que eventualmente uno de cada diez colombianos nos contagiemos y el 1% muerta. Eso será 50.000 colombianos. Y cualquier cosa que mate a 50.000 colombianos debería preocuparnos.
Tal vez con el tiempo se encuentre un tratamiento para reducir esa mortalidad. Pero por ahora lo mejor es evitar el contagio. No porque nos vayamos a morir sino porque si nos convertimos en portadores podernos estar contribuyendo con la muerte de alguien.
