Esta semana se cumplieron 50 años de la ruptura del patrón oro.
¿Qué significa eso? Que desde hace 50 años que tu dinero no tiene ningún respaldo real.
¿Cómo que no tiene respaldo? Hagamos un breve recorrido histórico para entender un poco más.
Nadie sabe exactamente cuándo nace el dinero, pero tenemos indicios para pensar que es anterior a la escritura.
¿Cómo lo sabemos? Bueno pues, por que los primeros escritos hallados representan nada más y nada menos que registros de dinero.
De hecho, es posible pensar que el dinero es tan antiguo como nuestra civilización.
¿Acaso los primeros humanos usaban monedas, billetes, y tarjetas de crédito?
De ninguna manera, pero es que el dinero en realidad es mucho más que monedas, billetes y tarjetas de crédito.
El dinero es un lenguaje, es una forma de comunicar valor.
La primera forma de comunicar valor fue el trueque. Hace 40.000 años, los seres humanos estaban organizados en tribus de cazadores y recolectores.
Estas tribus intercambiaban bienes entre sí. Yo te doy un poco de carne, y vos me das un poco de fruta.
Todos contentos.
Pero el trueque tiene serias limitaciones. ¿Y si una tribu no tiene nada para intercambiar? ¿O nadie con quien intercambiar?
Para que un intercambio se produzca necesitamos tres coincidencias exactas:
1. Que la tribu A quiera lo que la tribu B ofrece. 2. Que la tribu B quiera lo que la tribu A ofrece. 3. Que ambas coincidan en el mismo lugar, en el mismo momento (y no se peleen entre sí).
El dinero permite resolver este problema. Ya no es necesario que haya una coincidencia exacta entre ambas tribus.
Si la tribu A no necesita fruta, puede cambiar su carne por dinero y usarlo para comprar utensilios o un Iphone a otra tribu.
El primer hito en la historia del dinero se da cuando las tribus comienzan a intercambiar objetos no comestibles.
Son las primeras expresiones abstractas de valor. El valor de la carne es obvio. El valor de una pluma, un collar o una piedra preciosa es mucho más abstracto.
A lo largo de la historia se usaron todo tipo de objetos como dinero (o expresión de valor).
Piedras, plumas, conchas marinas, chocolate, sal, pimienta y otros tantos.
Hace menos de 2000 años, se pagaba a los soldados romanos con sal, de ahí la palabra “salario”.
Los aztecas, por ejemplo, usaban cacao como dinero.
Más al Norte, cuando las colonias británicas se quedaron sin monedas, comenzaron a usar conchas marinas como forma de pago, una práctica muy común antes de la llegada de los colonizadores.
Técnicamente, cualquier objeto podría usarse como dinero. Pero hay algunos mejores que otros. El dinero debe tener ciertas características:
- Durable
- Fácil de dividir
- Fácil de transportar
- Escaso
Seguramente estás pensando en lo mismo que yo. Sí, en oro.
Los metales preciosos en general demostraron ser excelentes formas de dinero. La segunda gran transformación en la historia del dinero se da cuando Griegos, Babilonios y Egipcios comienzan a usar metales para pagar.
Ok, todo muy lindo. Pero sigue habiendo algunos problemas. El oro es pesado, demasiado llamativo y tampoco es tan fácil de dividir como a uno le gustaría.
¿Qué pasaría si pudiese dejar mi oro en un lugar seguro y usar un documento que certifique que soy el dueño de ese oro?
Bienvenidos a la tercera revolución: el papel.
Al principio, un billete no era más que la representación de un metal almacenado en un lugar seguro. Una especie de certificado de posesión de oro.
Es mucho más fácil de dividir, transportar y usar.
Si bitcoin les genera dudas, imagínense la cara de la primera persona a la que le quisieron pagar con un pedazo de papel.
La innovación siempre trae consigo mucho escepticismo y miedo, sobre todo cuando se trata de dinero, un lenguaje tan antiguo como la raza humana.
Pero entre los “billetes de siempre” y #Bitcoin hay un paso más; el dinero digital.
Cuando usas una fintech como @mercadopago o hacés una transferencia bancaria, estas usando dinero digital.
El dinero digital no es más que un número anotado en una base de datos.
De eso se trata la cuarta revolución; el dinero ha alcanzado un nivel de abstracción tal que intercambiamos bienes y servicios por numeritos anotados en internet.
Un lenguaje cada vez más eficiente.
Sin embargo, el dinero digital tampoco es perfecto. Cierto, es más cómodo que llevar 3 kilos de oro en el bolsillo, pero hay mejores alternativas.
El principal defecto es que para que el sistema funcione necesitamos miles de intermediarios que validan distintas transacciones.
Bitcoin es dinero digital DESCENTRALIZADO, que no depende de nada ni nadie para funcionar.
Cualquiera puede enviar bitcoin a cualquier parte del mundo sin necesidad de intermediarios ni de gobiernos que garanticen su validez.
Hablando de gobiernos ¿qué fue lo que pasó el 15 de Agosto de 1971?
Nixon, presidente de US, suspendió la convertibilidad del dólar con el oro. Hasta entonces, era posible cambiar USD por oro a una tasa fija.
Este hito marca el nacimiento del dinero fiat.
¿Qué es el dinero fiat? Dinero emitido por un gobierno, que no está respaldado por un activo físico como el oro o la plata.
¿De qué depende su valor? De la confianza en el gobierno emisor, de su uso legal en un país y de la oferta y demanda en el mercado internacional.
¿Es eso suficiente? Bueno no. El dinero fiat permite a cualquier gobierno emitir dinero a discreción.
Los efectos de la maquinita son claros; inflación y pérdida de poder adquisitivo. Incluso las consideradas monedas fuertes como el Dólar o el Euro pierden valor todos los días.
Bitcoin quizá no sea la solución a todos los problemas del mundo, pero seguramente se trata de una forma mucho más eficiente de comunicar valor.
Un lenguaje verdaderamente universal, descentralizado y abierto a todo el mundo.
¡Gracias por llegar hasta acá! Se me fue un poco la mano con la longitud...
Para seguir aprendiendo, te recomiendo visitar Solow.io.
Y si te gustó, porfas ayudame a difundir.
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Proof of Humanity es un protocolo para crear un registro abierto, transparente y descentralizado de humanos.
Cualquiera puede registrarse usando una wallet de $ETH y siguiendo una serie de pasos muy simples.
El objetivo es resolver el problema de la identidad digital.
En el mundo real, yo tengo una identidad validada por el gobierno de mi país, que emite un Documento Nacional de Identidad para, entre otras cosas, certificar que soy un ser humano (aunque a veces no parezca 😂).